miércoles, 31 de diciembre de 2008

EL AÑO SE VA...

... ¡Y yo estoy muy triste! Se está acabando uno de los mejores años de mi vida... De hecho, acabo de hacer ahora mismito mi resumen anual -Sí, sí... Yo soy de esas...- Empecé a hacerlo el 2003 -otro año de escándalo- y me encanta releerlos todos cuando acaba un año y darme cuenta de que ¡soy una tipeja con suerte, pero con mucha suerte! De acuerdo, la suerte no sólo es azar y hay que currársela, pero aún así... No puedo dar crédito a la cantidad de amigos, amores, sueños cumplidos, viajes, amantes, alegrías, trabajos y millones de experiencias que pasan por mi vida cada año... Desde aquí, ¡mil gracias a todos los que habéis participado!


túrána hott kurdís by hasta la otra méxico! from Till Credner on Vimeo.

Mis deseos para el 2009... Que sea igual o mejor que el que se va... Ya se... -¡Qué típico!-, ¿y qué? Desde luego es uno de mis tres deseos del genio de la Lámpara -el segundo es infinitos deseos- y el tercero... que nuestro cielo nunca deje de moverse: ¡disfrutad el video!.

domingo, 28 de diciembre de 2008

EL TERRUÑO

¡Pero que preciosa es Aragón, por favor! Otro día ya os explicaré una de mis teorías -absurdas- sobre lo extraordinario de la gente aragonesa. ¡Mañana subo a impregnarme de Pirineo oscense! Un besazo a mi Dubitatus y Pirenaica rumbo a nuestra excursión boltañesa.

Disfrutad con este video del Pabellón de Aragón en la Expo. No se a vosotros, yo cada vez que lo veo, se me saltan las lágrimas... Y con la jota del final... no puedo parar de atiborrarme de orgullo.





El paisaje merece tiempo para descansar y respirar algo de su atmósfera. Es prácticamente imposible explicar a quien no lo conoce cómo es. Las montañas, las laderas, los prados, la luz y las rocas se tejen de tal forma que resulta difícil de describir. Eso si, muy bello.

Huesca.
Chaime Marcuello

martes, 23 de diciembre de 2008

CURRANTES

Aprovechando que tengo un insomnio de caballo... -fuentes extraoficiales afirman que es jet-lag, que siempre llega los martes- y que, ésta, mi cabeza, no se está quieta ni un momento, os voy a contar mis últimas reflexiones de madrugada.

Estaba pensando que me siento muy afortunada de tener un trabajo que me guste en media. Aunque los idealistas que pensábamos que el mundo podía ser perfecto, hace tiempo que pusimos los pies en el suelo en ese sentido -el trabajo ideal no existe, sobre todo cuando pasa a ser una obligación- si que, al menos tenemos alicientes, cosas que de vez en cuando nos dan un subidón, una alegría y nos hacen olvidar las doscientas cosas malas que hubo ayer.

Sin embargo, para mí, existen un montón de trabajos-mierdas, aquellos que, casi con toda seguridad, ningún niño ha deseado convertirse, pero no queda más remedio que alguien se encargue de ellos. Y no hace falta irse a buscar a alguien extremadamente pobre, o inmigrante para verlo. Sin ir más lejos, el viernes cuando esperaba mi segundo avión con retraso en Frankfurt, tuvimos un espectáculo en vivo de los cargadores de maletas. Todos ellos tendrían entorno a 25 años, y su trabajo consistía básicamente, en cargar maletas de un avión a otro así, a pelo. El hecho de que no hubiera nadie mayor que 40 años me hace imaginar su columna vertebral dentro de unos añitos.

Y mi lista particular de trabajos-que-dan-ganas-de-salir-corriendo es más larga: conductor de metro, conero -esa persona que todos los fines de semana de los veranos pone conos en el carril sentido a la playa los sábados y en el carril de vuelta los domingos; existen, yo los he visto-, secretaria en el servicio de reclamaciones de cualquier compañía aérea o butanero. Y la lista es interminable... seguro que os sabéis muchos más. Me parece realmente alucinante que en pleno siglo XXI, en la época en que las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados, todavía existan este tipos de trabajos. ¡Por favor, que alguien le compre un amplificador al pobre butanero!

Curiosamente, luego hay un tipo de trabajos muy bien catalogados socialmente, pero que, a mi me siguen pareciendo un truño. Por ejemplo, piloto de avión... ¿Cual es la diferencia con un taxista o un autobusero? Azafata/o de vuelo... ¿Una mezcla de camarera, enfermera y chacha? -Muestra sesgada, lo sé-. Al menos, me reconforta pensar que en este mundo hay todo tipo de opiniones y que, seguramente, mi trabajo esté en el top 10 de los peores trabajos de mi vida para más de uno.

jueves, 18 de diciembre de 2008

EUFORIA


¿Nunca te has levantado repleta de energía, con la certeza de que la felicidad es una operación elemental que requiere tan sólo no pensar demasiado? ¿Y no has sabido de inmediato que aquello era un espejismo pero no te ha importado, y te has lanzado a la calle para devorarla con los ojos y llenarte con ella los pulmones, antes de que el espejismo se esfumara?

(Andrés Neumann. La vida en las ventanas)


Pues eso... ¡Que ya estoy oficialmente de vacaciones...! ¡¡¡Mirad cómo salto el charco!!! Ya estoy cantando el Makes me feel all right!! ... Glooooriaaaa

Soy un poco bipolar... Lo sé. No me lo tengáis en cuenta... ¡Nos vemos en breve!

lunes, 15 de diciembre de 2008

INOLVIDABLE

¿Habéis experimentado alguna vez esa sensación, en que una canción se te mete dentro, muy dentro y se niega a salir? La escuchas una y otra y otra y otra vez... Tienes miedo de que llegue al punto en que te sature y no puedas volver a escucharla... Pero en ocasiones, la creación es tan perfecta, la conjunción de las palabras con la armonía es tan acertada que... jamás lo hace.

Y cuando finaliza la tarde y todos tus sentidos se encuentran completamente empapados, te maravillas de que, en ocasiones, el ser humano sea capaz de crear semejante perfección... Magia, la llaman algunos.

viernes, 12 de diciembre de 2008

RESCATE POÉTICO

Os dejo con uno de mis poemas predilectos. Junto con un puñado más, forman parte de mi kit de supervivencia poética particular. Imprescindible llevarlo siempre en la cartera. En cualquier momento, puedes necesitar una curvatura diferente en la sonrisa, aclarar un poco el horizonte o abrigarte en un reconocimiento.

Leedlo despacio, saboreándolo bien. Dentro de un tiempo, retomadlo y volved a paladearlo de nuevo. Veréis como descubrís nuevos detalles que no percibisteis la primera vez. Desde aquí, un petó gegant a Gemmita, por regalarme esta joya invalorable hace ya muchos años...


Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por habernos hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.

Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeados de tristezas y vainas,
de muertes y escondites forzados.
Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada,
porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semilla y habitación de una sonrisa
íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.

Gioconda Belli

miércoles, 10 de diciembre de 2008

MATAR EL TIEMPO

Seguro que os ha pasado alguna vez. Un día que empieza bastante mal, con un despertar repentino, que hace que todo se apresure. Conforme pasan las horas, el día va empeorando más y más y más y más y más... 

A media tarde, te rindes ante lo evidente: ese día no es recomendable hacer nada extremadamente importante… Así que te preocupas por usar los minutos en cosas triviales que no tengan un resultado... Y aún así siguen saliendo mal. 

Te refugias en tu soledad de cuatro paredes, y te quedas inmóvil en un rincón, con miedo de que si respiras, se desencadene otra retahíla de sucesos… desafortunados. En ese momento, te preguntas cómo puede ser posible que el tiempo haya volado tantas veces. Si ahora mismo, está allí, paralizado, mirándote, sonriente y siniestro, a la caza de tu próximo desliz.

lunes, 8 de diciembre de 2008

RAYOS Y CENTELLAS

Cojo aire, e intento bucear en el ritmo vertiginoso que me lleva de la mano. La vida está hecha para trapecistas, para aquellos que dando un salto mortal, pueden esquivar cualquier riesgo.

A veces, tengo la falsa ilusión de que todo está en calma, de que todo es nítido, de que la vida es una operación fácil. Nada más cierto de la realidad, es entonces cuando se están cocinando los nuevos vuelcos, las nuevas empentas. El ojo del huracán.

Hubo un tiempo en que -inocencia o ignorancia- confiaba plenamente en esas calmas aguadas. Ahora, las temo y las espero, se crea esa envoltura expectante a mi alrededor que acaba siendo el motor de mi vida. Y todavía, apunto de zambullirme en la tempestad, no dejo de preguntarme si me salté la salida fácil.

No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo de la fiera.


Labertinto. Jorge Luis Borges.

jueves, 4 de diciembre de 2008

LA SOLE

Hay soledades que se presentan de improviso, como un golpe en la nuca. Piensas: estoy sólo. No ahora; siempre. Sólo. Esa palabra afónica, redonda.

Hay también la soledad lenta, la que se acepta con el tiempo. Hay otras que ya estaban allí, que son las soledades de las que estamos hechos. Esas duelen distinto. Algunas veces permanecen ocultas, larvadas debajo de un nombre o de una memoria difícil. Otras veces vuelven en sí, se enderezan y te hablan al oído. Es entonces cuando se escuchan las verdades más exactas acerca de uno mismo.

También existes ¿sabes? La soledad que uno, de tanto conocerla, de tratarla a todas horas, acaba necesitando como a una compañía leal y discreta. Una soledad casi querida que, al marcharse, nos deja de verdad a solas.

La vida en las ventanas. Andrés Neumann

martes, 2 de diciembre de 2008

CALIDAD AL MEJOR PRECIO, OIGA

Esta tarde he ido al supermercado a comprar unas cosillas, y es que, no dejo de sorprenderme cada vez que voy a uno aquí en los Estates. En general, la gente aquí es un factor tres más amable que en España, pero ir al supermercado ya, se parece a… qué se yo, ir a una agencia de viajes, o a que te den un masaje o al banco a ingresar mucho dinero… Da la impresión que te están mimando para que compres ese chorizo de tres dólares… Hoy, sin ir más lejos, he puesto un par de pepinos en la cesta, y mientras paseaba por un pasillo, un señor encantador me ha parado para recomendarme una nueva línea de productos muy frescos donde el compra sus pepinos favoritos… Me he acordado de aquella vez que en Granada, la cajera del Mercadona me dijo: Niña, ¡no querrás una torta por un euro, que estamos que lo tiramos!.

Por supuesto en cada sección, tienes a un amabilísimo personaje que te sonríe de un modo que, empiezas a buscar a tu alrededor una vitrina en que reflejarte para ver si llevas algo raro en la cara. Por ejemplo, en la sección de los quesos, el personaje viene a ti, y te hace sugerencias, o te anima, como si fuera una decisión esencial y crítica para tu vida: -Excellent choice!-. Pero donde mejor me lo paso es en la sección de los vinos. Me encanta estarme un buen rato eligiendo un buen vino. Es cómo ir a una librería. Entonces, cuando estás absorta en tu decisión, aparece el enteradillo de los vinos y te pregunta, con preocupación: Are you finding everything all right?

Lo más impactante, de todas formas, es en la caja, a la hora de pagar… Nada más llegar, un cajero supersonriente, te coge la cesta a volandas mientras esperas que el cliente de delante acabe. Mientras tanto, ya puedes ir contestando las típicas preguntas de rigor: How are you tonight? Great and you?… not too bad… - Un día voy a probar a decir very bad, a ver qué pasa.- Cuando te toca el turno, otro cajero te va pasando las cosas por el scanner, mientras el cajero sonriente –con sonrisa exhausta- de antes, te las va metiendo en bolsas de plástico o cartón –según tu elijas- ordenadas de manera óptima, por ejemplo, las cosas frías o los líquidos juntos. No te dejan que tú hagas nada. De hecho hace unos días, el segundo de a bordo, debía haber ido al baño, así que empecé a meter las cosas en la bolsa, y en seguida llegó todo sofocado, pidiéndome perdón… Para finalizar, una vez ya has pagado y te vas con tus bolsas, te preguntan: Can I help you with this tonight? A lo que contestas un No, thank you y piensas lo bien que te vendría que viniera a casa y te hiciera la cena.

No se si habéis visto aquel capitulo de los Simpson en que los cajeros del supermercado se revelan contra los clientes porque Homer les hace ordenar las cosas por colores, y por precios, y por el orden que se los va a comer… Real como la vida misma. No os lo vais a creer, pero echo un poquito de menos la mala follá granadina, o una vuelta absorta por la Boquería…