domingo, 31 de diciembre de 2017

CON MÁS CANAS, CON MÁS GANAS



Ha pasado el tiempo, lo sé, en concreto 7 meses desde que escribí la última entrada. Sin embargo, como ya había anunciado previamente en éste otro post, decidí liberarme de mi regularidad espartana bloguera para priorizar acontecimientos vitales del aquí-y-ahora, y entradas de calidad cuando tuviera el tiempo.

Así que hoy, 7 meses después y a escasas horas de abandonar el 2017, quiero escribir una última entrada de este año, aprovechando que acabo de terminar mi tradicional recuento y valoración del año.

En este año 2017, uno de los más intenso vividos en mi vida, ha habido 7 operaciones quirúrgicas de hospital de gente que quiero (incluyendo una mía), un cambio de profesión, de estado civil y de varias otras situaciones menos extremas. Todo esto me ha traído bastantes canas de más, y un cansancio final recompensado con la agradable sensación que afortunadamente estoy aquí, rodeada de gente que quiero, viva y relativamente sana, tomando los mandos –o el timón- de mi vida y llevándola a donde yo decido y quiero, y que, aunque esta vida a veces se nos llene de baches, existe esa fuerza interna dentro de nosotros que nos viste con una espada y nos lanza al ruedo a defender nuestro bendito derecho a la alegría. Chinchin por eso.

Al 2018 le espero con los brazos abiertos, con muchas ganas, con muchos planes y con mucha ilusión. Que éste año que empieza en unas horas llegue al pódium de los mejores años de nuestra vida.

miércoles, 31 de mayo de 2017

MÁS ALLÁ DE LO CONOCIDO

 

Entonces Sara sonrió por dentro, sin curvar sus labios en un gesto que habría podido parecer indecoroso, y esa sonrisa extraña, incompleta, interior, armada incluso con matices amargos, descontentos, como el conocimiento del que había brotado, encontró un camino para echar a volar, para quedarse flotando en el aire denso e indeciso que había sucedido a la tormenta.

Almudena Grandes. Los aires difíciles.

martes, 25 de abril de 2017

MANUAL INFALIBLE PARA LA RELATIVIZACIÓN

(Gracias a Patri por la recomendación de la canción, un beso desde aquí)

He aprendido que sólo cuentan dos cosas. Una, y esto es lo más importante -se inclinó hacia delante y tomó mis manos para apretarlas entre las suyas-, que nadie te va a poder quitar en tu vida lo que has bailado ya. Y dos, que a pesar de las apariencias, no pasa nada. Nadie mata a nadie, nadie se suicida, nadie se muere de pena, y nadie llora más de tres días seguidos. A las dos semanas todos vuelven a engordar y a comer con apetito, te lo digo en serio. Si no fuera así, la vida se habría extinguido en este planeta hace varios milenios. 

Almudena Grandes. Malena es un nombre de tango.

sábado, 22 de abril de 2017

OMBLIGOS

Un punto. Resumiendo todos nuestros anhelos, esperanzas, logros, guerras, Nóbeles, amores, amigos, modas, depresiones, enfermedades, rincones, libros, recuerdos, premios, canciones, avances científicos, arte, experiencias, historias, descendientes, teorías, “likes”, sufrimientos, corrupciones, extinciones, razas, colores, lo más importante de la vida, lo más trivial, todo el sentido de nuestra existencia.

Tan diminuto y tan frágil. Tan insignificante.  







El planeta Tierra visto desde la nave Cassini a la altura de los anillos de Saturno a 1.4 billones de kilómetros. Créditos de la imágen.

martes, 28 de marzo de 2017

TIEMPOS Y ESPACIOS



Il faut, dans ce bas monde, aimer beaucoup de choses,
pour savoir, après tout, ce qu’on aime le mieux.
Les bonbons, l’Océan, le jeu, l’azur des cieux,
les femmes, les chevaux, les lauriers et les roses.

Il faut fouler aux pieds des fleurs à peine écloses;
il faut beaucoup pleurer, dire beaucoup d’adieux.
Puis le coeur s’aperçoit qu’il est devenu vieux,
et l’effet qui s’en va nous découvre les causes.

De ces biens passagers que l’on goûte à demi,
le meilleur qui nous reste est un ancien ami.
On se brouille, on se fuit. Qu’un hasard nous rassemble.

On s’approche, on sourit, la main touche la main,
Et nous nous souvenons que nous marchions ensemble,
que l’âme est immortelle, et qu’hier c’est demain.

A.M.V.H. Alfred de Musset

jueves, 2 de marzo de 2017

GALLETAS DE LA CONCIENCIA

Un pequeño homenaje a todas esas personas que te hacen ver el lado bueno que tiene cualquier situación. Desde aquí, gracias.







miércoles, 22 de febrero de 2017

GENIOS AMARILLOS

Desde hace muchos años, y a pesar de las prohibiciones de mis padres cuando era pequeña, veía esa seria de personajes amarillos, llamada simplemente Los Simpsons. Esta serie de animación protagonizada por una familia cuando menos estrambótica, de alguna manera tenía algo de real –intuía yo-, un ligero parecidos razonable a ciertos comportamientos sociales, exagerados, cómo no. Sólo cuando viví en Estados Unidos, me dí cuenta que, de hecho, Los Simpsons era más bien un documental bien realista –al menos de la sociedad estadounidense- donde muchas cosas que se cuentan (los chicos que se encargan de las bolsas del supermercado, las toneladas de comida que se ingieren, etc), eran reales.

A su vez, también tardé en darme cuenta del tremendo trabajo cinéfilo que hay en Los Simpsons. No fue hasta que vi a Bart protagonizar La Ventana Indiscreta de Hitchcock que indagué en el tema y me quedé impresionada. Creedme, si veis este video-recopilatorio sobre muchas de las películas homenajeadas en los Simpsons, se os abrirá la boca inevitablemente de admiración.


Así, me atrevo a decir, que Los Simpsons, y por tanto su creador Matt Groening, se merece un puro reconocimiento atemporal. Algo así como un podium del Olimpo de las series de todos los tiempos. Además de ser una colección de episodios desternillantes y ácidos, son realmente rigurosos, matemáticos y artísticos. Nunca me canso de verlos.

martes, 14 de febrero de 2017

AMORES DE CARNE Y HUESO


Yo, Rogelio Velasco, con la salud algo quebrantada y no sé si recuperable, dejo a mi segunda mujer mis brazos y mis piernas, en recuerdo de que con unos y con otras la abarqué y la ceñí, la incorporé a mi territorio, la gocé y logré que me gozara. También le dejo mis rabietas de verdugo y mis caricias de arrepentido; mis hoscas vigilias y mis nocturnos de minucioso amador; la melancolía que me provocan sus ausencias y el cielo abierto que acompaña sus regresos; la garantía de saberla dormida a mi lado y la certeza de que velar mi último sueño. 

Buzón del tiempo. Mario Benedetti

lunes, 30 de enero de 2017

PIANOS DE ESTACIÓN



Hoy he acabado (por fin), mi Tour de Francia laboral. Desde Octubre, he visitado once laboratorios diferentes distribuidos por diversas localidades de Francia. La verdad que, he visto tan sólo un pequeño coletazo de sitios que no conocía ya que, mi agenda apretada – y la morriña de mi cama-, sólo me ha permitido tocar chufa, pasar un par de días y volver.

Todos estos viajes he tenido la enorme suerte de hacerlos en tren. Vivir en París, además de ser un privilegio por muchos motivos, tiene una enorme ventaja que es que está muy bien conectada con todos los rincones de Francia. Así que, además de los viajes laborales, también he consumido mucho café en numerosas estaciones de tren.

Y de éstas horas consumidas en estaciones, hay algo que me deja todavía estupefacta y es que, gracias a la maravillosa idea que algún día alguien tuvo de poner un piano en las estaciones, he disfrutado de recitales de música increíbles.

El patrón suele ser el mismo en todos los sitios. De pronto, aparece un personaje que nunca asociarías con la buena música –por ejemplo, un chiquillo con pintas de gamberro y escuchar mala música, o un señor de edad avanzada con su maletín de papeles, o una chica demasiado maquillada y muy a la moda- que posa sus manos en unas teclas inmaculadas y a partir de allí, sólo se suceden Rachmaninovs de vértigo, miradas de sorpresa, fugas de Bach, ojos como platos o improvisaciones de jazz basadas en la obra de Miles Davis, como si fuera lo más normal del mundo.

Las pocas personas que prestamos atención, –éste es otro hecho destacable, ¿qué hay más importante que hacer en una estación que escuchar una música angelical regalada por la cara?- nos quedamos, con cara bobalicona, embelesadas mirando escurrirse esos dedos por las teclas. Luego, cuando esa persona anónima se siente demasiado observada, se levanta, echa un vistazo a su reloj y desparece dejándonos desamparados.

En mi caso, toqué el piano durante seis años y aunque tengo los dedos demasiados oxidados todavía echo algunas mañanas siempre que voy a casa de mis padres. Sin embargo, el tema de las estaciones de tren es otro nivel. Muchísimo más profesional y sin absolutamente nada que ver que el ejercitar los dedos un rato. Es como, si alguna institución defensora de la música, hubiera infiltrado algunos de sus agentes para darle un toque de belleza sorpresa al mundo, que bien necesitado anda últimamente. Desde aquí, aplausos a todos esos pianistas incógnitos.

lunes, 9 de enero de 2017

FUTURO DEL SIGLO XX



El Sant Jordi pasado, uno de los libros que me regalé a mí misma fue un descubrimiento muy sorprendente –al menos para mí- encontrado en una esquina de una de las librerías inmensas que exploré en Paris. El libro se llama “Paris au XXème siècle” (Paris en el siglo XX) y es un libro bastante desconocido de Julio Verne –de hecho, fue encontrado por su bisnieto no hace muchos años después que él lo metiera en una caja tras ser rechazado por su editor-.

Después de unos cuantos meses, tras haber avanzado en mi lista de espera, por fin he dado cuenta de él. Este libro, me ha sorprendido bastante y una puede entender porqué el editor se negó a producir un libro tan diferente al estilo fiel de Verne de aventuras imaginarias y científicas como “Viaje al centro de la Tierra” –cuantas veces me habré leído ese libro-, "20.000 leguas de viaje submarino", "De la Tierra a la Luna", o muchos otros.

Este libro, en realidad, tiene un aire mucho más cercano a “Un mundo feliz” de Huxley o “Fahrenheit 451” de Bradbury. Es un libro crudo donde se relata una sociedad lejana completamente industrializada y dominada por la ciencia –cosa que a priori no tiene porque ser negativo-, donde el arte, la música, al literatura pasa a ser algo de lo que avergonzarse o esconderse –esto resulta, realmente, una pesadilla-.

Un escenario como tal, extrapolado de una lógica impacable desarrollada al principo de la era industrial produce una serie de escalofríos y estremecimientos cuando se describe con buena cuenta de detalle –y también una capacidad de predecir el futuro apabullante: ¡se habla incluso de internet!-. Una acaba el libro, triste, sorprendida y tocada. Sensaciones muy diferentes a la que se tiene al salir del centro de la Tierra, por ejemplo.

En cualquier caso, os recomiendo leerlo, es un libro cortito que se lee muy rapidamente. Os asaltará una ola de tristeza, pero también abrirá vuestros ojos a la importancia del arte, de la literatura, de la imaginación.