Uno de mis consejeros -una persona de ese puñado que cada vez que te da un consejo es muy valioso y lo puedes utilizar en cualquier circunstancia y exportarlo más allá de las fronteras- me dijo hace poco que, me dedicara a observar la manada, es decir, me dedicara a observar las costumbres de estos seres que me rodean, -nuestros
guiris de toda la vida-, y después analizara qué es lo que me quiero quedar para mí de sus costumbres y que es lo que puedo valorar más de las mías.
Pues bien, esta semana ha pasada he estado en un hábitat interesantísimo para ello. He esto en el congreso de la Sociedad Americana de Astronomía en Los Angeles -ciudad horrorosa donde las haya, por cierto, ya os contare otro día-. Ya lo he comentado alguna vez, desde que puse el pie en los Estados Unidos la primera vez, siempre me ha sorprendido que siendo los países europeos y los Estados Unidos, pertenecientes al
primer mundo, seamos increíblemente diferentes: desde el modo en que se organizan las ciudades, hasta las costumbres más básicas -comer, beber, salir- pasando por el modo de trabajar.
El primer día del congreso había un par de charlas generales de apertura y después el congreso se subdividía en charlas y pósters de sesiones correspondientes según fuera tu tema. Todos los congresos que había atendido hasta la fecha consistían en aprender lo máximo de la charla o póster que asistieras, y si tenias alguna duda o pregunta, simplemente se la comentabas al conferenciante sin más. Aquí, eso era lo de menos, la gente viene aquí a vender y a comprar. De hecho, me preguntaron un par de veces si estoy en el mercado.... –
Glups. Miedito.- Por ejemplo, cada persona tiene un solo día del congreso para presentar su póster y se supone que debes quedarte todo el día al lado de éste -con un traje hortera- para darle la mano enérgicamente a cualquiera que se digne a pararse más de dos segundos delante, presentarte y contarle en qué estas trabajando, olvidando a tu abuela, porque tu trabajo es lo mejor que se ha hecho en mucho tiempo. Muchas veces, no te daba tiempo ni a echar un vistazo al titulo del póster, porque ya te estaban explicando la última simulación de materia oscura
extremadamente interesante que el sujeto del póster estaba realizando. Me recordaba cuando fuimos de viaje a Egipto y no podías para en un chiringuito porque se te ponían a regatear al instante y tenías que salir corriendo.
Además, es en este congreso donde toda la población de estudiantes de finales cursos de carrera, doctorado o postdoc, vienen a conseguir trabajo. Así, todo el mundo trata de buscar a la persona que quiere conseguir trabajar y le atosiga a base de las virtudes de su trabajo... Es divertido, porque en mi cartelito con mi nombre, ponía mi estatus, es decir postdoc, con lo cual los estudiantes de doctorado me explicaban sus últimos resultados,
just in case que yo fuera alguien que les pudiera contratar.
Por otra parte, hay que destacar que una de las cosas que más me ha gustado es la interculturalidad que se respira. En cualquier conversación te encuentras con europeos, indios, chinos, estadounidenses, japoneses... cómo si nada. Y, aunque me da algo de miedo – noto un cierto parecido con un
Mundo Feliz- es cierto, que los estudiantes de carrera, ya tienen una seguridad en sí mismos apabullante. Desde luego en esta exploración de la fauna estadounidense me ha quedado claro porque este país llegó a gobernar el mundo, porque, además de formar a los alumnos en una materia se les forma en autoconfianza y saber vender. Más en la próxima entrega.