Vivimos rodados de perfección. Es más, somos creadores de belleza natos. Aún es más, nosotros mismos somos sublimes.
Y es que el día menos pensado, en una hora cualquiera, la vida te puede dejar boquiabierta al descubrirnos la dimensión de lo precioso que siempre había estado delante de nuestras pupilas. Así, de golpe, podemos llegar a discernir que el latido de la naturaleza, los crustáceos inimaginables, los amantes vaporizados, los narcisos egocéntricos o el arte brillante son quizá reflejos de lo mismo: pura belleza en movimiento.
Si tenéis la oportunidad de ir a ver alguna vez el espectáculo de Botánica de MOMIX, no os lo penséis ni un segundo. Rebosa belleza por cada uno de sus poros.
El simbolismo y el significado son dos cosas distintas. Es posible que ella lograra encontrar las palabras precisas sin usar procedimientos redundantes como el significado y la lógica. Debió de capturar las palabras de los sueños, como si agarrara suavemente por las alas una mariposa que volara por el espacio. Los artistas son capaces de evitar la redundancia.
Kafka en la Orilla. Haruki Murakami
Adiós
Hace 4 años