martes, 30 de noviembre de 2010

A TRAVÉS DEL ESPEJO



En general, todas las vacaciones nos dejan eufóricos, con ganas de seguir viajando, viviendo, absorbiendo paisajes, conversaciones, momentos brillantes, risas y aire fresco en las mejillas…

En algunos pocos casos, además, las vacaciones nos dejan exhaustos. Se trata de una cansancio infinito. Físico -por supuesto- pero también mental –que no intelectual-. Un cansancio que nos pide a gritos que reencontremos unas horas para nosotros mismos, a solas, que nos regalemos un rincón taciturno para entender, asimilar y completar el puzzle de lo que nos ha agitado en el viaje.

Una llamada de auxilio para evitar una sobresaturación de los sentidos, para evitar una amenaza de desbordamiento. Una parada en el andén de la montaña rusa en la que estamos metidos. Una ventana a nuestro propio conocimiento. Una revisión de lo que somos, de nuestros instinto más primarios. Una reorientación hacia lo que queremos crecer.

Viajar –escribió Aldous Huxley- es descubrir que todo el mundo se equivoca. Cuando uno viaja, tus convicciones caen con tanta facilidad como las gafas; sólo que es más difícil volver a ponerlas en su sitio.

Vagabundo en África. Javier Reverte

martes, 23 de noviembre de 2010

SELLO PROPIO



Todos los seres humanos actúan basándose en sus propios principios. No hay dos individuos iguales. Es, por decirlo así, una cuestión de identidad. ¿Y qué es la identidad? Simplemente, el sistema de pensamiento original que resulta de la suma de recuerdos de experiencias pasadas. Simplificando, a eso se le puede llamar 'corazón', o también 'mente'. Ningún individuo tiene el corazón o la mente iguales al del otro.

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Haruki Murakami

sábado, 20 de noviembre de 2010

POMEANDO

¿Alguien se ha planteado alguna vez lo realmente importante que son algunas cosas para nuestra vida y la remota noción que tenemos de sus existencia? Recuerdo que la primera vez que pensé esto conscientemente fue sobre los 25 años -me costó un poco, lo se- cuando el pomo de la puerta de mi casa se rompió.

Si, parece un nimio detalle sin importancia, pero… el pomo es importantísimo a la hora de cerrar puertas… -si, también puede entenderse metafóricamente, como siempre- . ¿Cómo sino cierras una puerta si, por ejemplo no tienes la llave? ¿a soplidos? Ésa es la función primordial del pomo, un punto del que tirar hacia ti la puerta para cerrarla. La gran mayoría de nosotros nunca habríamos dedicado el más mínimo pensamiento a este objeto casi invisible, a no ser que en algún momento deje de funcionar. Ese es el momento en que nos percatamos de que por muchas puertas, ventanas, mesas o sillas que tengamos… Todo eso no funciona sin la participación fundamental de algo más básico: el pomo.

No sólo eso, en el mundo tiene que haber fábricas de pomos, chavales que hayan ido a la Universidad con el dinero que sus padres ganaban haciendo pomos, diseñadores de pomos de última generación, y me atrevería a decir, que incluso existe una amplia teoría sobre qué pomo es más adecuado para qué puerta y porqué. Cosas que una enorme proporción del mundo jamás se planteará.

De esto se desprenden dos grandes consecuencias: la primera, como bien comentaba Juano no hace mucho -un abrazo desde aquí-, nada es tan importante, algo que importa a un puñado de personas en el mundo no puede ser tan importante. Sin embargo, y ahí va la segunda, cualquier grande empresa o gran proyecto –cerrar una puerta, léase con el sentido que guste- necesita de pequeños y modestos pasos sin importancia aparente.

jueves, 18 de noviembre de 2010

AUTÉNTICOS

Corren buenos tiempos para los auténticos. No se si es que en un efecto cadena, es decir, unos van haciendo que otros aparezcan, o simplemente es que hay más. El caso es que últimamente no paro de toparme con gente que tiene ideas, sueños y energías propias, y por lo tanto se definen a ellos mismos de una manera única, particular e incomparable.

Como consecuencia, una característica común de la gente auténtica, es la fidelidad a sus principios. Ellos se piensan muy bien quienes son, definen cada detalle, les gusta esto y no lo otro, tienen opiniones que no contrastan con su alrededor, sino que las creen porque se las han demostrado a sí mismos. En definitiva, son gente que creen en si mismos. Son gente grande.
Existen auténticos de todos los tipos. En este blog, hemos repasado algunos de ellos: Concha Buika, Jose Antonio Labordeta, Katie Makkai, Lhasa, Ray Bradbury… entre muchos otros.

Aquí tenéis otro gran ejemplo. Os invito a revisar esta entrada de hace un par de meses sobre Muse. Ved de nuevo el vídeo –siempre os ganareis una gran canción para el cuerpo y para vuestro día-. Bien. Ahora, observad detenidamente este otro



¿Qué? ¿No notáis nada raro? ¿No? Venga, va… Daros una segunda oportunidad… Fijaros en el batería… ¿No os encanta su técnica? ¿Esa manera de tocar mientras orienta las batutas hacia la cámara? Ahora, fijaos en el bajo y la guitarra y el teclado… ¿Veis algún cable?

¿Qué pasa aquí? El autenticismo en su pleno esplendor. En este programa de televisión italiana, se obligó a los Muse a tocar en playback, y ellos, -como buenos auténticos con, además, unos de los mejores directos del mundo- no reaccionaron negándose o quejándose, no. Lo hicieron de la mejor manera que tienen de proclamar al mundo que el playback por si mismo es un concepto absurdo. Así es, como Matt Bellamy, el cantante. teclista y guitarrista se convirtió en batería, Dom Howard, el batería, hizo sus pinitos como cantante y bajista y Chris Wolstenholme, el bajista, debutó con el teclado y la guitarra… Mientras sonaba una canción cuyo estribillo proclama They will not force us. They will stop degrading us. They will not control us. We will be victorious. (No nos obligarán. Dejarán de degradarnos. No nos controlarán. Ganaremos).

Todo ello con una buena dosis de humor, originalidad y un buen rato –y con un público totalmente sordo y ciego-. Mil veces más efectivo que el discurso más concienzudo. Desde aquí, un abrazote a todos los que hacéis de cada paso que dais en cualquier aspecto de vuestra vida, algo con auténtico sello propio. Eso es lo que cambiará el mundo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

PURÉ DE LETRAS

Arturo Pérez Reverte recogió en el Semanal este texto hace ya algunos años. Aterroriza el tremendo parecido del resultado a la realidad. Todavía amedrenta más que seamos capaz de leerlo del tirón sin conocimientos previos de Euskera.

Este texto apocalíptico, justo en el momento en que la Real Academia de la Lengua se moderniza, confirma el hecho de que la evolución del lenguaje no podría reflejar mejor el de la sociedad. Cruelmente real.

Según el plan de los señores académicos -expertos en lanzada a moro muerto-, la reforma se llevará a cabo empezando por la supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo komienzo, todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante se eskribirá kasa, keso, Kijote. También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos: "El sapato ke kalsa Sesilia es asul", y desapareserá la doble c, reemplasándola la x: "Mi koche tuvo un axidente". Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a los hermanos hispanoparlantes por su extraña pronunsiasión de siertas letras.

Se funde la b kon la v, ya ke no existe diferensia entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual desapareserá la v y beremos kómo obbiamente basta kon la b para ke bibamos felises y kontentos. Lo mismo pasará kon la elle y la ye. Todo se eskribirá kon y: "Yébame de biaje a Sebiya, donde la yubia es una marabiya". Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia.

La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. Se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho, y no tendremos ke rompernos la kabesa pensando kómo se eskribe sanaoria. Así ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

Para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: "El rrufián de Rroberto me rregaló una rradio". Asimismo, para ebitar otros problemas ortográfikos, se fusionan la g y la j para ke así jitano se eskriba komo jirafa y jeranio komo jefe. Aora todo ba kon jota de kojer. Por ejemplo: "El jeneral korrijió los korreajes". No ay duda de ke estas sensiyas modifikasiones aran ke ablemos y eskribamos todos kon jenial rregularidad y más rrápido rritmo. Orrible kalamidad del kasteyano, jeneralmente, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana desaparese kon la rreforma: aremos komo el ingles, ke a triunfado unibersalmente sin tildes.

Kedaran eyas kanseladas en el akto, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo: "Oserba komo komo la paeya". Las konsonantes st, ps, bs o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aproximarnos a la pronunsiasion ispanoamerikana y para mejorar ete etado konfuso de la lengua. Tambien seran proibidas siertas asurdas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano: "¿Ke ora da tu rrelo?", "As un ueko en la pare" y "Erneto jetiona lo aorro de Aguti".

Por supueto, entre eyas se suprimiran las eses de los plurales: "La mujere y lo ombre tienen la mima atitude y fakultade inteletuale". Yegamo trite e inebitablemente a la eliminasion de la d del partisipio pasado y kanselasion de lo artikulo, impueta por el uso: "E bebio te erbio y kon eso me abio". Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, kedando suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa ke Birjilio, Tasito y lo otro autore latino rrechasaban, kateyano karesera de artikulo. Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo en ikatola, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresultan ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko de la lengua epañola ke an desidio aser rreforma klabe para ke nasione ipanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Serbante y Kebedo.

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Ata ai podiamo yega. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ipanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio y e korason bibifikante de lengua epañola unibersa.

jueves, 11 de noviembre de 2010

DE OCA A OCA

A todos nos ha pasado el tener una imagen predefinida en la cabeza del tipo de persona que nos gusta como pareja, con una buena lista de características, de los pies a la cabeza, pasando por el cerebro… Y de pronto, sin venir a cuento, te vas a fijar en alguien que no tiene ni el más remoto parecido con lo que nos habíamos planteado el día de antes… Y conforme más experiencias, más se suele acentuar la diferencia….

A este fenómeno, yo le llamo el Random Walk. Este termino se usa para generar una distribución de puntos matemáticamente. Básicamente, se parte de unas condiciones iniciales y a partir de allí, el siguiente punto queda determinado por una dirección aleatoria, y el siguiente, por la probabilidad condicionada de lo que has avanzado antes, más otra dirección aleatoria… En fin, como la vida misma.

Generalmente, partimos de alguien que siempre nos ha gustado, con todas esas características fabulosas que nos encandilan… Cuando la relación se rompe –en el mundo real, siempre hay rozamiento- normalmente solemos reajustar nuestras preferencias –aunque a veces ni lo percibamos-. Nos quedamos con todo lo que nos sigue pareciendo bueno, pero tendemos a buscar más bien lo contrario a lo que nos ha hecho dejar a esta persona… Así, la segunda persona, será parecida en algunos aspectos, pero completamente diferente en otros, la tercera, vendrá direccionada o contradireccionada por los dos anteriores… y así sucesivamente. De modo que, finalmente nuestras elecciones vienen condicionadas con todo lo vivido anteriormente… Si os paráis dos minutos a pensarlo en primera persona, os daréis cuenta que podéis trazar el camino de vuestras relaciones… El Random Walk. Aquí podéis ver cómo ha sido el mío hasta ahora



Y por si alguien se quiere agenciar este otro…



La gracia del asunto es que idealmente –es lo que mola de las matemáticas- cuando llevemos un número muy grande de relaciones fracasadas –toquemos madera, o no- y este número tienda a infinito…. podremos predecir nuestro próxima relación con fiabilidad. Menos mal, que en la realidad, existe el bendito factor sorpresa.

domingo, 7 de noviembre de 2010

ARTE SIN FRONTERAS

Una de las maravillas de este mundo tan enormemente diverso es que, a pesar de vivir a muchos millones de kilómetros, una puede pasar un par de horas con escalofríos incesantes al escuchar el cante jondo de Concha Buika –un pura sangre de origen africano, con acento español al hablar en inglés y una voz rasgada totalmente agitanada-.



Esta mujer indescriptible, con grandes dotes teatrales y una voz profundamente parecida a Chavela Vargas, cruzó medio mundo sólo para contarnos secretos tan importantes y valiosos, llorarnos de parte de una mentirosa a un cobarde, mantener esa sonrisa interna o mezclar de manera indiscriminada armonías de jazz, palos de flamenco, ritmos cubanos o sonidos guturales. Auténtica y apasionada. ¡Bravo Concha!.

viernes, 5 de noviembre de 2010

CINCO LETRAS

Hace unos días, una buena amiga –un besazo desde aquí Ade- me envió este texto sobre la Amistad. La verdad es que me caló muy hondo porque esculpe tanto de lo que muchas veces ha pasado por mi mano, corazón y mente, pero no se ha llegado a solidificar en palabras.

Desde aquí, una vez más, de una manera diferente en la boca de Rosa Montero: gracias a todos los que realmente hacéis que la amistad verdadera exista en mi vida. Vosotros sabéis quienes sois. Gracias.

Llevo meses intentando escribir un artículo sobre la amistad y siempre me detiene el miedo de no estar a la altura. De que mis palabras no logren merecerse a mis amigos. Las loas a la amistad son un lugar común demasiado común: todo el mundo se calienta la boca hablando de ello (yo también lo he hecho). “Lo más importante en la vida son los amigos”, gorjean alegremente los concursantes más descerebrados de los reality shows o las contertulias más malvadas de la telebasura. Amigos y amistad son hermosas palabras que el uso y el abuso han desgastado.

Lo de la amistad es como el amor. Todo el mundo cree saber de ello, todos nos consideramos grandes conocedores del asunto, expertos en los sentimientos y en la pasión, cuando, en realidad, son dos materias complejas e infinitas, profundos rincones del ser que uno sólo empieza a entender cuando madura. De jóvenes, de muy jóvenes, amigos y amores te llegan fácilmente, son una lluvia cálida y revuelta, confusa, ligera, amontonada. De joven, de muy joven, en realidad no escoges, aunque lo creas. Te haces amigo y te enamoras de lo primero que pasa. Porque necesitas querer. Somos así, y esa necesidad es conmovedora.

Y luego vas viviendo y te vas haciendo. Con suerte, y con esfuerzo, es posible que empieces a conocerte un poco. Y también vas encontrando a tu gente, a esas personas que se convertirán en tu mundo, en tu territorio. La única patria que reconozco son mis amigos. Es una patria exigente. La amistad requiere atención, entrega, riego constante. Hay que invertir muchas horas en cultivarla. Ahora que soy mayor, sé con toda certidumbre que es el mejor destino que puedes dar a tu tiempo. Es una de las cosas que he aprendido.

Digan lo que digan los animosos partidarios del optimismo vital, envejecer es algo bastante desagradable. Envejecer es perder; pierdes a la gente querida que se muere; pierdes capacidades físicas y, sobre todo, pierdes futuro: con lo hermosa que es la vida, cada vez se te queda más chica por delante. Pero con los años también ganas un par de cosas muy valiosas: sin duda experiencia, y si te lo trabajas, sabiduría, que es la suma del conocimiento intelectual y de la madurez emocional. Pero, sobre todo, ganas ese pasado común con los amigos. Crecer con los amigos, envejecer con ellos, ir trenzando a la espalda, con esos testigos de tu vida, años y años de una biografía compartida, es algo absolutamente maravilloso. Con los años, con los muchos años (yo tengo amigos activos desde hace tres décadas), las amistades se profundizan y agigantan. Alcanzan un nivel de emoción y de veracidad indescriptible.

Porque, con los años, las amistades se prueban de verdad. El tiempo puede herir; hay momentos en los que el tiempo se vuelve salvaje, y muerde y desgarra como una bestia furiosa. Y en esos tránsitos penosos de tu vida, en la angustia, en los problemas, en la desolación y la incertidumbre, los verdaderos amigos acuden a tu rescate. Con tal generosidad, con tal facilidad afectuosa, que realizan auténticas proezas como si en realidad no les costara nada (la última proeza sobrehumana que han hecho mis amigos por mí ha sido ayudarme en un traslado de domicilio y montarme la casa, prácticamente ellos solos, en cinco días). Los amigos te salvan literalmente la vida y lo hacen sin esperar nada, sin alardear de nada, por el puro placer de dar. Modestamente grandiosos.

A veces he jugado a imaginar cuáles serían mis últimos pensamientos antes de morir. Cómo sería el balance de mi existencia. Durante muchos años he supuesto que esas memorias ardientes y finales estarían compuestas por recuerdos de mis amores más apasionados, de la infancia y la familia, quizá de algunos momentos de mi escritura. Pero ahora sé que en ese recuento final brillarán como islas de luz algunos momentos mágicos con mis amigos. Esos regalos de cariño que me han dado, tan inmensos que siento que es imposible merecerlos. Eso también es la verdadera amistad: la sensación de estar felizmente en deuda con los otros. Por todo eso que ya hemos vivido, y por todo lo que todavía viviremos, gracias. Muchas gracias.


Rosa Montero. Maneras de Vivir

lunes, 1 de noviembre de 2010

PICADILLO

Me interesan mucho los momentos de rompida de hielo en las relaciones personales. Generalmente nos forjamos una idea preconcebida de una persona basada en una apariencia física y unas cuantas conversaciones quizá no muy representativas. En algunas ocasiones, ya sea por timidez que tensa las cuerdas, o por alguno de los pequeños traumas que todos llevamos almacenados, forjamos un muro invisible y apantallado que nos entorpece la comunicación. Este muro, además, tiene el poder de crecer con el tiempo, ya que suele provocar nerviosismo, inseguridad y desconfianza retroalimentada.

Sin embargo, si somos afortunados, suele aparecer un momento glorioso en que, por una determinada causa –generalmente suele ser el bendito alcohol o una fiesta llena de gente con ganas de pasar un buen rato-, aparece un buen machete que tritura la roca y nos hace relajarnos, soltar tonterías y mostrar nuestro lado más auténtico de manera que, la timidez se derrite y surge ante nuestros ojos una nueva faceta que encapsular al que estuvo al otro lado del muro. A veces encontramos una misma afición, otras un sentido del humor parecido, otras una simpatía innata, otras una admiración mezclada con compañerismo. En cualquier caso, todo se torna un baile fluido, relajado y suave. Una misma lengua.



Adoro esos momentos de rotura en los que se derrochan guiños compartidos y te preguntas cómo el cerebro puede provocar espejismos en forma de ideas preconcebidas. En mi caso, guardo mi lista persona de roturas de hielos con infinito cariño. Siempre me han proporcionado felicidad y personas auténticas. Muchas me han regalado una amistad larga y duradera. Un brindis con hielo pulverizado.