Una de las cosas con las que hay quitarse el sombrero en Estados Unidos es lo impresionantemente eficientes que son en temas de administración. El mero concepto de plaza fija provoca muecas de incredulidad: ¿Cómo es posible que alguien pueda tener vía libre de por vida para no cumplir con sus deberes laborales? ¡¡Eso es algo imposible!!
Pues no. Es bien posible. Aunque por mucho que expliques su funcionamiento y trates de convencer a los estadounidenses, ellos ponen cara de
seguro-que-hay-algo-que-no-estoy-entiendo, mientras tú piensas para tus adentros que este sistema arcaico no tiene justificación.
Vaya pereza inmensa que me da volver a esas peleas interminables con los funcionarios después de haber estado inmersa en un sistema donde el personal de administración compite entre ellos para ser más productivos, efectivos y amables, donde la compañía de electricidad te regala dinero por ahorrar luz o donde la devolución de la renta ocurre en menos de dos meses. Os lo prometo. No lo he soñado.
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