Desde que tengo uso de razón, siempre había defendido que usar los auriculares enchufados a un dispositivo de música para ir por la calle era una consecuencia más del mundo moderno y desnaturalizado en el que vivimos. Nos aísla y encima, no saboreamos el bullicio de la calle y de la ciudad.
Sin embargo, el otro día había estado trabajando –sentada en una silla- escuchando el mismo disco obsesivamente y, a la salida, como era incapaz de dejar de escuchar el disco en cuestión y tenía que ir a la otra punta de la ciudad, decidí ponérmelo para ir por la calle. ¡No veáis el subidón! No sólo ejercitas
el superpoder del baile mientras vas caminando, sino que te sientes una superatleta capaz de llegar al infinito y más con tanto ritmo.
Así es que como este sencillo mecanismo insuflador de buen rollo a partes iguales se está convirtiendo en una inesperada rutina saludable para cerebro y mente. Ah, ¿que resulta que escuchar música por la calle ya estaba inventado? Redescubierto como placer queda.
Mujer, tanto como "desnaturalizado"... no creo. El mundo humano es desnaturalizado por definición, porque, de lo contrario seguiríamos viviendo en cuevas, comiendo alimentos crudos y golpeando troncos con ramas para hacer "música".
ResponderEliminarYo nunca he sido muy de llevar auriculares, pero últimamente estoy bastante huraño e insociable, y los utilizo como modo de aislarme cuando voy por la calle. Vivo en una ciudad pequeña de provincias, y hay días en los que no deseo ni saludar, así que me encasqueto los cacharros, me quito las gafas (soy miope) y voy en una nube fingiendo que si no veo no me ven y que si no oigo no podrán llamarme. Claro, me arriesgo a que me griten, me tengan por un tipo incivil y, lo que es peor, a que me atropelle un coche o a golpearme contra una farola.
(Aprovecho para decirte que me gusta lo que escribes y cómo escribes; he explorado unos pocos posts y me agradan los temas y el tono que das a lo que escribes. Con tu permiso, volveré por aquí).
Atticus: Yo es que debo ser algo antigua porque para mí que alguien se ponga los cascos (¿y se quite las gafas? Jaja), o se ponga a hablar por el móvil, o mire la información tal en el móvil con todo tipo de tecnologías me sigue resultando extraño… Del hombre de las cavernas a esto ha habido unos cuantos escalones…. Es como salir de fiesta con una escafandra.
EliminarEn cualquier caso, entiendo que en determinados momentos (para obviar el entorno, concentrarse en caminar o en un pensamiento) puede ser una vía de escape fenomenal.
Encantada de que te hayas pasado por aquí (y encima que me digas que piensas volver, ¡muchas gracias!). Yo también me pasaré a pedirte un poquito de sal.