A la luz de tus antiguos fracasos, tus errores de juicio, tu falta de capacidad para entenderte a ti mismo y a los demás, tus decisiones impulsivas e imprevisibles, tus meteduras de pata en cuestiones del corazón, resulta curioso que al final hayas tenido un matrimonio que dure tanto tiempo. Has intentado averiguar las razones de ese inesperado vuelvo de la fortuna, pero nunca has podido hallar la respuesta. Una noche te encuentra con una desconocida y te enamoras de ella; y ella de ti. No lo mereces, pero tampoco lo desmereces. Simplemente ocurrió, y nada puede explicarlo salvo la buena suerte.
Diario de invierno. Paul Auster
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