Mi padre, Alfonso, es un hombre fantástico. Armado de un tremendo sentido del humor y sin dejar de hacer chistes, ha afrontado todos los problemas de su vida, con fortaleza, coraje y decisión. Aunque con sólo tres años conoció la muerte de su madre en el parto de su hermano y tuvo una vida marcada por la enfermedad, y la desaparición de dos de sus otros hermanos –mi tía Carmen y mi tío Toñín-; el increíble afán de esfuerzo y el afán de superación le dieron motores que le llevaron muy lejos: a luchar por su alegría, por su derecho a labrarse una vida feliz.
Mi padre, con su apariencia seria y su corazón enorme, es uno de los mejores ejemplos que alguien puede tener. A este trabajador incansable, este hombre bueno y voluntarioso que derrocha amabilidad para con quien se cruza con su camino, la vida le ha devuelto amistades muy sólidas, nietos que le adoran, una esposa -mi madre, Carmen- con quien se profesan un amor sólido y unas hijas que le idolatran.
Mi padre, un hombre que siempre ha respetado y apoyado todas nuestras decisiones sin ponerlas jamás en duda, que no ha dudado un minuto en llevarnos a coger un avión o un tren a donde hiciera falta, que nos ha cortado todo el jamón del universo cósmico para que no pasáramos hambre o se ha puesto al mando de una buena jauría de niños insaciables de juegos sólo para divertirlos, nos ha mostrado con su ejemplo cómo a las personas buenas se les abren todas las puertas.
Mi padre, hoy, cumple 70 años y mirándole mientras hago guardia a su lado en una cama de hospital, descubro que la mejor lección que he podido aprender de él –por supuesto, al igual que la estrategia de ese guiñote que domina totalmente- es la de que, a pesar de que las condiciones iniciales puede parecer difíciles, no hay nada que la perseverancia, el buen hacer y el empeño no puedan conseguir.
Feliz cumpleaños, padre. Que seas muy feliz y que la vida te colme de muchos más años de vida, amor y salud.
Adiós
Hace 4 años
Llego tardísimo a comentar, pero no me resisto a hacerlo.
ResponderEliminarMuy bonito.
Esa generación ha sido ejemplar. Y desde el ejemplo es desde donde se enseña de verdad.
HombreRevenido: Gracias, ¡puedes comentar cuando quieras!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. No hay nada como saber hacia donde mirar.
Un abrazo