RIENDAS DE LA EVOLUCIÓN

Hace poco, conversando con un par de amigos (Carlos, Javi, un beso desde aquí), me quedé petrificada con la carga evolutiva, social y genética que llevamos a cuestas y que casi nunca somos conscientes. Lo dicho, cada día alucino más con lo infinitamente increíbles que somos.

¿Sabíais que el hecho de lo que los humanos hagamos el amor cara a cara –frecuentemente- es un producto de la habilidad de comunicarnos? ¿Sabíais que la hembra humana es la única hembra del mundo animal capaz de llegar a un orgasmo debido a que somos la primera especie que podemos tener sexo sin buscar el objetivo de reproducirnos? ¿Sabíais que las hembras humanas –también- somos las únicas hembras que no nos desaparece el pecho cuando no amamantamos?¿Sabíais que el olor que más nos atrae es el más complementario químicamente al nuestro?

Ale, asimilad esto… La comunicación, la búsqueda del placer y la felicidad ha hecho que superemos las barreras de la evolución genética. Vamos, que si después de esto, todavía no estáis convencidos de que somos capaces de cualquier cosa, yo no se que más necesitáis.