Feliz noche de San Juan a todo el mundo. Que enterremos lo dañino. Que esparzamos lo floreciente.
La inercia del presente era la fuerza que gobernaba a Dionysius Hollfeld. Era un joven sólo preocupado por vivir el presente, por reír cada momento de su vida, por reírse de si mismo, de los demás, de todo y de nada. Las dimensiones de su físico hacían juego con su risa. Sonora, fuerte, expansiva y exagerada. Decidía sin pensar. La balanza de su destino se inclinaba por los contrapesos de la intuición y la inmediatez. En Él no habitaba el drama que a los hombres supone existir. En Él, el peso del destino era liviano. La vida parecía flotar a su alrededor como si la muerte no existiese, como si su risa fuera eterna. No era un exceso de confianza, no era irracionalidad, era, sencillamente, un alegre desinterés.
El coleccionista de sonidos. Gabriel Trias de Bes
Adiós
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario