Vaya la que hay liada en Granada con las basuras. Resulta que los basureros han decidido hacer huelga indefinida, y llevan unos cuantos días sin limpiar la ciudad y claro, la ciudad está hecha un Cristo.
Los ciudadanos de a pie, empezamos observando como un día el contenedor no cerraba, luego como alguien había dejado algunas bolsas esparcidas por la calle... Ahora hay que dar auténticos rodeos para solventar montañas de despojos, y eso que es invierno y no huele, que no me lo quiero ni imaginar en verano.
El caso es que este asunto me lleva un tiempo recordando a una novela cualquiera de Saramago: "En una ciudad en la que reina un orden aparente, un buen día, se deja de recoger la basura… Y al principio paraece un mal menor… pero la basura se va esparciendo, va cobrando vida…. Un día te despiertas con la basura rodeando a tu cama…. Se crea una nueva epidemia incontrolable…" Mmmm, guionistas del mundo, os estoy regalando un pastel bien jugoso, ¡aprovechad!.
En el fondo, creo que lo que desorienta mucho es ver algo tan poco frecuente en un mundo “occidental” con condiciones de salubridad y tal y tal. Nos están mostrando descaradamente nuestro consumismo exhacerbado –más aún después de las Navidades-. Y me pregunto: ¿Qué son los residuos sino una muestra de riqueza en forma de despojo de niños ricos? ¿En qué momento empezamos a producir tanta basura? Si somos capaces de producirla, será porque no nos diferenciamos mucho de ella ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario