¿Cómo hemos empezado este gran año, el 2013? El mío muy bien, rodeado de amigos, pequeños, familia, vacaciones, arte y aire puro montañés. Con las pilas casi totalmente cargadas e incluso con ganas de volver a mi vida habitual, a comenzar a comérmela con ganas.
Y es que resulta casi mágico el poder reparador de las vacaciones. No hay nada como el descanso, los amigos y el tiempo entre paréntesis para poder darle una buena bocanada a lo que circunda tu vida. Para llamar al pan, pan y a lo demás, tonterías. Y para vestirse de nuevo con tu yo, recuperado y reinstalado, y lanzarse hacia la vida. Vamos que nos vamos.
Adiós
Hace 4 años
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