Tendemos a asociar la palabra famosos a artistas, asistentes de realities shows, deportistas, presentadores, y en general, cualquier persona que aparezca en los medios de comunicación. Sin embargo, existe un enorme grupo de personas cuyo trabajo, manera de ser o existencia es mucho más relevante para nosotros que alguien que aparezca en pantalla o cobre en un mes lo que yo en toda mi vida. Por ejemplo, ¿alguien recuerda el nombre del Premio Nobel del último año de Física, Economía, Medicina o Literatura? Curiosamente el de la Paz suele tener bastante más eco en los medios de comunicación, y eso implica directamente una mayor respuesta a la hora de reconocer ese nombre.
Ahora bien, ¿cuánta gente enloquecería si se encontrara a Robert Edwards en un avión? ¿y si alguien les dijera que es médico? ¿y si ese alguien les dijera que recibió el Premio Nobel de Medicina en 2010 por su investigación sobre la fertilización in vitro? Ah, bueno, entonces, quizá ya empezábamos a flipar un poco, ¿no? Supongo que tiene algo que ver con el hecho de que recordamos mejor personas que sabemos quienes son visualmente, o que hemos pasado tiempo con su obra, ante nombres que nos suenan insípidos o demasiados estrambóticos para recordar.
En cualquier caso, cada uno tenemos nuestra propia lista de famosos, es decir, aquellas personas que por algún motivo admiramos y, o no hemos coincidido con ellas, o lo hemos hecho en contadas ocasiones. Bien, yo hoy he intercambiado unas palabras, ideas, conversaciones ¡y unas chuches!, con una de los famosos de mi lista: Ranshid Sunyaev. ¿Os suena de algo? Si no es así, probad a buscarlo en un buscador. ¿Qué? ¿Alucinados? Este señor, junto con su director de tesis, predijo un efecto –conocido como el efecto Sunyaev-Zel’dovich- que se confirmó años después y por el cual podemos detectar cúmulos de galaxias independientemente de su distancia -he de decir que mi tesina investigó propiedades de este efecto-.
Así que yo me quito el sombrero. Más todavía, cuando descubres que es una persona divertida, con mucha energía y sentido del humor. Y más todavía, cuando descubres que la historia de su trabajo está llena de tesón, humildad y cabezonería.
Que la vida nos traiga muchos más famosos de nuestra lista persona. Que nos insufle motivación, alegría y que nos haga extender hasta el infinito el respeto ante la capacidad del ser humano para hacer cosas increíbles.
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