domingo, 3 de marzo de 2013

HUMOR A RAUDALES

Ayer fui a ver La vida de Brian, enmarcado dentro de un homenaje a los geniales Monty Python. Lo cierto es, que aunque era la tercera vez que veía esa película –nada más atractivo que verla si en el colegio de monjas estaba censurada-, no se me fue la sonrisa de la boca en toda la película. Es más, las carcajadas al unísono de toda la sola –casi llena- eran análogas a caminar por la calle y escuchar el gol de un partido de fútbol. En especial, todos salimos del cine cantarrueando el magnífico final, que además de buenrollero nos da una filosofía muy importante de la vida: "Nada es demasiado importante, así que pásatelo bien. "



Hoy, rebuscando un poco en la web, he estado descubriendo numerosos sketches de los Monty, a cual más divertido. Lo cierto es que daban mucha envidia. Un grupo de amigos que se lo pasaban genial haciendo reír al mundo –y con duración indefinida- y que, además, fueron rompedores, desafiaron las normas, se arriesgaron y ganaron. Creo que esto se resume muy bien en el funeral de Graham Chapman, el auténtico Brian.



Ojalá todos vayamos aprendiendo a tomarnos las cosas un poco menos seriamente, a disfrutar más la vida, los amigos y sobre todo, y muy importante, a reírnos de nosotros mismos, condición imprescindible para nuestra salud mental.

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