domingo, 13 de octubre de 2013

INSTANTES FELICIANOS

Ah, qué buenos estos días escasos otoñales –algo melancólicos a la vez que delicados- donde los rayos de sol ya debilitados nos acarician como a modo de despedida del verano agotado… Qué sensación de tranquilidad absoluta la de apoderarse de un par de libros y escurrirse por sus páginas, una, tras otra, tras otra mientras nos nutrimos de un auténtico desayuno granadino mañanero… Qué delicia el compartir una comida campestre con amigos y sazonarla con un paseo entre esos árboles teñidos ya de rojo, verde y amarillo que adornan esos pueblos blancos impolutos alpujarreños.



Sería maravilloso el poder hacer una fotografía a un día así en las n-dimensiones que tiene: la de los instantes más simples de la felicidad. Aquellos días en los que todo es suave y no querrías estar en ningún otro sitio más que disfrutando con los tropecientos sentidos de una mecedora que es un día primerizo de otoño.

Descartes escribió que la felicidad es un asunto de los sentidos. Ver, oír, tocar, oler, saber con la lengua: ésa es la felicidad. Después, Descartes escribió muchas otras hojas llenas de palabras, lo que es una lástima porque ya había llegado a la verdad en la página 25. Sí, la felicidad más sencilla, y más feliz, es sentir con los sentidos. Pensar con los ojos y la piel y la lengua y las narices y el oído. 

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo. Sabina Berman.

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