En estos días en el que el insomnio, los nervios en el estómago, la avalancha de pensamientos repetitivos y/o circulares –mayormente inútiles debido a esa propiedad intrínseca de la vida por la que no sirve de mucho prever las cosas con demasiada antelación- y la lista interminable de pequeñas cosas, no me da tregua, voy haciendo uso de mis pequeños placeres al alcance de cualquier bolsillo.
En primer lugar, desgranar una buena cena con amigos mientras hablas abiertamente –maldita manía de evitar hablar de lo que nos duele- de nuestros miedos, es el mejor bálsamo que una puede encontrar. Eso es evidente, y al post anterior me remito.
Además de eso, y en otro orden, hay una retahíla de pequeños rituales que proporcionan algo de paz de espíritu Por ejemplo: leer un rato antes de levantarte de la cama, hacer el esfuerzo consciente de perderse en las callejuelas de una ciudad laberíntica, darte un baño largo con agua muy caliente,
comprarse un CD nuevo y dedicar su 40 minutos a saborear –carátula en mano- las letras que te van desgranando al oído o recuperar una película que ya habías visto y te había encantado y volverla a ver, para recuperar esa magnífica sensación de arte bien hecho.
Para mí, todo eso son magníficas herramientas que te evaden de un plumazo -al menos temporalmente- de los miedos más profundos, pero más absurdos también. Lo que, de alguna manera, te hacen relativizar y te recuerdan –por enésima vez- que al fin y al cabo, nada es tan importante.
Ya que huyes de este país (tú que puedes), y aprovechando este estupendo post, te recomiendo la lectura del libro de Philippe Delern "El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida". Delicioso, amigable, optimista. En la línea de lo que has escrito.
ResponderEliminarMe he sonreído al leerlo porque hoy mi reloj biológico ha dicho hola a las 7:10, hora habitual para ir a trabajar. Pero me he puesto la radio, he cogido el libro de Muñoz Molina con el que estoy disfrutado ("El atrevimiento de mirar")... y dos horas después he vuelto a abrir los ojos con el dulce despertar de un día de fiesta. Largo desayuno mientras veo una película, lista de cosas para hacer hoy (de las que haré pocas y despacio). El sol inunda mi casa.
Todas estas cosas sí son importantes.
Atticus: ¡Muchísimas gracias por las recomendaciones! El libro que me has recomendado tiene una pinta estupenda pero como llevo toda la mañana poniendo mis libros en cajas para abrirlos en algún momento de mi futura vida -o no-, creo que me lo reservo para cuando esté allí...Y de hecho, entonces, lo mismo hasta me atrevo en francés con él.
ResponderEliminarVaya con los relojes biológicos... El mío anda mareadísimo y en mi caso a las 6 ya estaba totalmente lúcida. Pero efectivamente, yo también me he estado un ratejo con las páginas de una recomendación tuya, por cierto, "Jo confesso"... Más tarde hemos coincidido con otro pequeño placer también, el del desayuno. Y el siguiente placer añadido ha sido coincidir contigo en la importancia de días como éstos.
Que sigas paladeando cada minuto.
Jo conffesso"? Llavors, parles català?
ResponderEliminarYo confieso que, aunque lo entiendo bien, y lo leo, no me atrevo a leer en ese idioma algo tan largo y complejo. No obstante, sí he leído "Mirall trencat", de Mercé Rodoreda, del que existe también traducción castellana.
El libro "de la cerveza" te gustará. Y no es complejo; si tu nivel de francés es bueno, merece la pena leerlo en versión original. No obstante, si me lo permites, lo que te recomiendo es que vayas a la orilla izquierda del Sena, te sientes en el Lipps y leas a Camus, ahora que se cumplen 100 años desde su nacimiento. Era su bistro.
El día es magnífico, si no fuera porque los telediarios nos informan de que ha muerto Mandela. Y después salen los de siempre a decirnos que la constitución es algo sensacional y maravilloso; sí, esos mismos que se empeñan en vulnerar todos los derechos "garantizados" en ella. Me parece que me voy a poner una peli mientras plancho. Por cierto, "Invictus", si no la has visto.
Atticus: Clar que si! Vaig viure a Barcelona sis anys! :) De la Mercè Rodoreda me leí hace muuchos años la "Plaça del Diamant", deliciosa, me gustó mucho.
ResponderEliminarTomo noto de la recomendación del Lipps y Camus... Aunque tendrá que ser en castellano, que mi francés es, de momento, limitadito. Lo que sí que me llevo para releer allá es la edición que han sacado de Rayuela por el motivo del 50 aniversario.
Triste lo de Mandela, sí. Pero grande el legado que deja. En general, no veo las noticias porque me deprimen en sobremanera. Además, me fastidia tener que darle importancia a lo que ellos digan. "Invictus" muy apropiada para hoy, ¿no? Yo sigo llenando más y más cajas... ;)