miércoles, 23 de julio de 2014

DE TU VENTANA A LA MÍA



No se si os he contado que éste, mi pequeño territorio francés, consistente en 25 metros cuadrados supercucos en pleno barrio del Marais alto, está situado frente a frente a la fachada de un hotel. La verdad es que nunca había vivido delante de uno, y mucho menos en pleno barrio gay de Paris, y cuanto menos, no puedo dejar de tener visiones bastante interesantes.

No hay día que pase sin que algún nuevo personaje me sorprenda. En el poco tiempo que llevo viviendo aquí he visto varias anatomías masculinas y femeninas, algún que otro episodio sexual –derrapando entre arrumaco subido de tono a gemidos de lo más vanaglorioso-, más de alguna pose delante de un espejo empañado con vaho de la ducha, vecinos temporales durmiendo a pierna suelta, simpáticos inquilinos temporales saludándome e incluso haciéndome fotos… entre otros.

Con este cuadro, una no puede sino adoptar un rol compartido entre protagonista de la ventana indiscreta y antropóloga del género humano –en concreto el género guiri-. Más de un día me he quedado pensando que habrá pasado con aquella pareja que justo después de hacer el amor se quedaron dormidos; por donde andará aquel tipo tan bien dotado que amaneció entre las penumbras una mañana temprano o a qué se dedicaran esos jóvenes con pinta de bohemios que cada dos o tres semanas, aparecen en la misma habitación.

En fin, la vida es impredecible, así que quien sabe si un día yo seré huésped de ese hotel y seré la que salude a mi futuro sustituto; si intimaré con uno de esos actores de ese plató improvisado o si, simplemente nos desvaneceremos en nuestro cruce de caminos. Lo que si que está claro es que el calor, además de esa humedad pegajosa y ese ansia de cervezas heladas, nos trae espectáculos únicos e inimaginables.

3 comentarios:

  1. No sé si has visto "La ventana indiscreta", pero lo que describes es algo parecido, sólo que más "sugerente". Siéntate ante la ventana y escribe historias. En cada una de las parejas (o no) que veas hay una.

    Por cierto, y ahora que hablo de películas, me viene a la cabeza "Dans la maison", inspirada en una obra de teatro de Juan Mayorga. Su escena final es un homenaje a "La ventana indiscreta". Si no me falla la memoria está ambientada en París.

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  2. Me ha parecido una entrada genial. He estado viendo el video que has seleccionado, leyendo tus palabras , el comentario de Atticus y... No deja de maravillarme la capacidad expresiva del cuerpo humano. ¡De un único gesto podrían escribirse libros enteros! Ahora... Solo te digo una cosa... Cuidadín si algún día eres huésped porque... Jejeje... Otros podrían estar observando... Jajajaja...
    ¡Un saludo!

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  3. Atticus: Ja, ja, claro que he visto "La ventana indiscreta". De hecho, por eso referencio ese episodio de los Simpsons en su honor. Lo de escribir historias me llevaría una vida entera... me suele pasar mucho en el metro, me quedo mirando el músico que canta, o la madre con el niño.... ¡y zas! :) (Desgraciadamente, 24 horas por día no dan para mucho).

    Y sobre tu recomendación, me la apunto, no la conozco. ¡Muchas gracias!

    Luz: ¡Muchas gracias! Sí, a mí también me maravilla la grandeza de nuestra expresividad. Somos tan pequeños y tan grandes a la vez. Infinitesimales e infinitos.

    Y, efectivamente, a partir de ahora, cuidadín con los hoteles... Aunque, no te creas, yo a veces, también tengo la opinión de la observada soy yo.

    ¡Gracias por comentar y hasta pronto!

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