domingo, 6 de mayo de 2012

LIBROS TEXTUALES

Recuerdo con nitidez aquel libro de lengua que teníamos en cuarto de EGB. Ese libro, tenía unas cuantas lecciones y todas ellas comenzaban con una lectura sobre temas varios… ¿Os suenan?

En mi caso, con esas lecturas, me llegué a enganchar a la poesía tras quedarme sin aliento tras leer la cosas más preciosa que había leído en mi vida, la Canción Desesperada de Neruda, me entró el gusanillo de la naturaleza con una lectura sobre el parque natural de las tablas de Daimiel, me dí cuenta por primera vez que en este mundo existían cosas tan alucinantes como géiseres en Islandia, aluciné con las elaboradas técnicas de refrigeración en unos baños turcos en Sofía… Y no, no me lo estoy inventado, recuerdo con precisión la distribución de la página, las fotografías -en algunos casos-, los dibujos –en otros-…

Y es más, no soy la única a la que le marcaron estas lecturas… Años después, he comentado esto con amigos con los que compartimos esas clases y algunos de ellos, también las recuerdan con la misma claridad…

Resulta alucínate nuestra capacidad de retención y absorción en la niñez, ¿no? Probablemente, hoy día no seríamos capaces de extraer la misma curiosidad de un simple libro de lengua… Sin embargo, ese libro fue capaz de incrustarse en nuestras mentes frescas, flexibles y sedientas de ser estimuladas…

Es tan tan importante ser estimulado adecuadamente antes de formarte como individuo con opiniones y carácter… Que tengamos conocimiento de cosas increíbles de este mundo como el arte, la naturaleza o el conocimiento, sólo puede hacernos crecer con las ganas de comérnoslo, de calzarnos nuestras botas de exploradores y andar a enfrentarnos a ese País de las Maravillas que todavía no conocemos…

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