Supongo que recordaremos y habremos visto alguna vez –la publicidad nunca es gratuita- este fantástico vídeo de Lotus Flower, el primer single del último álbum de Radiohead.
Este vídeo desde luego, no pasó desapercibido porque, además de señalarnos un cambio de estilo importante en su trayectoria, Thom Yorke –el cantante de Radiohead- se atrevió a marcarse una coreografía de lo más interesante sin ningún atisbo de pudor. He escuchado muchas críticas a este baile, a mi me parece magnético. En serio, creo que es lo más elocuente y ensimismante que he visto en mucho tiempo. Si creéis que no, intentad imitarle.
También recordaréis que hace un tiempo os hablé del poder del baile. De lo increíble y maravilloso es escuchar una canción, sentir que esta te atrapa, te va inundando y te nuble los sentidos para acabar moviéndote a sus ordenes sin control. Un orgasmo de calidad.
Bien, hace un par de días di con el proyecto de un chico que no sólo comparte y conoce bien este superpoder, sino que lo lleva a la práctica, traspasándonos parte de esta energía que él produce y que nos hace latir las entrañas. Se llama Davey y lleva desde 2007 grabando coreografías improvisadas delante de sitios emblemáticos del planeta. Cada una con una canción diferente de sus favoritas. Desde aquí, agradecimientos infinitos este enorme proyecto para llevar el buen humor, la alegría y el baile de viaje por el mundo. Mi más humilde respeto.
Sugerencia desde aquí: Cada día cuando os levantéis poneros a bailar mientras os ducháis, vestís u os miráis al espejo. Si os da algo de pereza, entonces pasad al plan B: entrad en el blog de Davey, DaveyDanceBlog, dadle al “Random” (esquina derecha de su blog), y dejar que durante unos minutos la sensación de dejarse fluir os embargue -además, la cara de la gente que pasa por allí no tiene precio-. Os lo aseguro, mejorarán nuestros días, todo nos saldrá bien, estaremos deslumbrantes y la vida nos mostrará su faceta simple. Si no está usted satisfecho, le devolvemos su energía.