domingo, 16 de enero de 2011

EL PODER DEL BAILE

¿Quien no ha pensado nunca en lo absurdo que es bailar pero lo imprescindible que es para nosotros como humanos? Si lo pensamos, el baile no es más que movernos de un lado a otro de manera poco práctica. Es decir, el hecho de que ahora se vaya a la izquierda y no a la derecha no tiene ningún objetivo, ninguna intención…

Sin embargo, la mayoría de nosotros hemos experimentado el chute de felicidad que se produce al estar en medio de una fiesta o bar y escuchar tamaña canción que, aunque hacía tiempo que no escuchabas adoras bailar. Escuchar un ritmo que te parece sugerente, divertido, teatrero o divino, todo vale. Con un par de golpes de ritmo se nos sube la sonrisa a la cara y se libera todo el estrés que se pueda haber acumulado con anterioridad.



Instrucciones para usar este poder marchoso. Grabémonos todos nuestro CD (o CDs) de canciones bailongas. Pongámonoslo a discreción, en especial en momentos de bajón. Dejemos que nuestros cuerpo se mueva. Si hace falta bailar en el salón de casa, pues se baila. Faltaría más. A raudales. Es terapéutico. Es la mejor manera de alejar las tristezas de una patada, traer carcajadas, complicidades y hacer que la humanidad fluya.

2 comentarios:

  1. Ahora solo falta que bailes!! Yupi!!! cuando vuelva esto sera lo mas de lo mas!!! jajaja
    Se feliz y a bailar!! :)
    bsazo!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo/a: En realidad yo bailo desde tiempos ancestrales. A todas horas y en cualquier lugar. De hecho, creo que aprendí a bailar antes que a andar.

    ¡Besos y bailes!

    ResponderEliminar