lunes, 8 de abril de 2013

REGALIBROS



Ni uno, ni dos, ni tres… Ocho libros me han caído este año para mi cumpleaños: ¡ocho! Eh, yo encantada, ¿eh? Adoro leer, aunque cada vez me cuesta más encontrar la manera de hacerlo… De hecho, me encantaría tomarme un mes entero de vacaciones en la playa para devorar un poquito de este porrón de páginas intactas, estas miles de páginas, esos kilos de palabras.

Como de momento ando de la mano con Don Quijote de la Mancha –si, lo sé, ya tocaba- no tengo que tomar todavía la decisión de cual será el siguiente, seguramente lo decidiré en función a mi estado de humor de ese instante –aunque miedo me da ese Sant Jordi que se asoma en el horizonte-.

Las páginas impolutas que me esperan tienen los siguientes nombres y apellidos: “El tango de la Guardia vieja” de Pérez-Reverte, “Diario de Invierno” de Paul Auster, “Baila, baila, baila” de Haruki Murakami, “Palmeras en la nieve” de Luz Gabás, “Maldito karma” de David Safier, “El cuaderno de maya” de Isabel Allende, “Feynman” de Ottaviani y Myrick y “Maus” de Art Spiegelman. He de decir que estos dos últimos son cómics y que estas Navidades me hice con un ejemplar de “La historia interminable” por aquello de viajar un poco al pasado. Resultado: no acabo mi lista de lectura en un buen puñado de días. No se cual será el orden que la secunde, pero la diversión está garantizada.

Y así, comprobó que lo que no era más que un objeto inerte de tinta y papel, cobraba vida cuando alguien pasaba sus páginas y recorría sus líneas, proyectando allí su existencia, sus aficiones, sus gustos, sus virtudes o sus vicios. No hay dos libros iguales porque nunca hubo dos lectores iguales. Cada libro leído es, como cada ser humano, un libro singular, una historia única y un mundo aparte. 

La reina del sur. Arturo Pérez-Reverte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario