Después de un fin de semanas de recargar pilas con conciertos, amigos, risas, cafés, música, locura, sobrinines, ciudades preciosas, gorgoritos y reencuentros, con la mecha prendida con la energía acumulada, con los músculos todavía doloridos, con la voz en proceso de recuperación, puedo afirmar que ha ocurrido de nuevo: el tiempo se ha dilatado y esas apenas 72 horas han dado lugar a pliegues temporales que se ocultaban en el segundero.
Una vez más, la combinación explosiva de buenos amigos y buena música ha actuado de bálsamo contra la tristeza, el cansancio y la rutina. De nuevo, afirmo con rotundidad que soy extremadamente afortunada, que pese a todo, esta vida merece la pena, que por mucho que pasen los años, hay cosas que permanecen intactas.
Adiós
Hace 4 años
Cuando todos los productos que metes en la coctelera son pata negra... solo puede salir algo sublime!!!
ResponderEliminarSalmonella!!! ;)
Empanini of the year: ¡Batido de pata negra! Delicioso, ¡efectivamente! :) Ya cuento los días para el siguiente...
ResponderEliminarBesos con pasos de Franco Batiatto.