Ahora que estamos –por fin- en plena temporada veraniega, y recién llegada de la playa, me da por pensar que acudir al reclamo de la playa, el mar, la arena y la sal es algo curioso, cuando menos. Miles de personas se dan cita en una orilla y hacen actividades conjuntas, no necesariamente deportivas, cosa que no pasa en ningún otro sitio relacionado con la naturaleza. Es de los pocos actos masivos entorno a la naturaleza que quedan.
Además, lo llamativo es que diferentes culturas actúan diferentemente cuando playean: aquí, en España, somos mucho de tirarnos en la arena, relajarnos, echarnos un buena siesta, leer, comer, beber, tomar el sol, charlar, escuchar música… En fin, algo así como uno de los mejores oasis de relajación. Por otra parte, en E.E.U.U., rara vez veías a un autóctono relajándose, por el contrario, estaban continuamente haciendo actividades a la orilla o dentro del mar, buceando, nadando, corriendo, jugando en equipos… pero jamás efectuando el panching. Resultaba casi hasta un pelín estresante. La verdad es que no tengo ni idea qué hace el mundo oriental cuando va a la playa, o los rusos, o los africanos... y ahora me muero de curiosidad. Y que viva San Fermín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario