miércoles, 27 de enero de 2016

VIVOS



Que viva la gente que no se toma la vida demasiado en serio, 
que vivan aquellos que hacen locuras,
que vivan los que nunca les podrán quitar lo bailado,
que vivan las risas que provocan dolor de estómago,
que vivan los caprichos, las niñerías y las corazonadas.

Que viva el amor, el humor y la simplicidad de mente,
que viva el tiempo perdido en una buena conversación o un paseo memorable,
que viva el Sol, la luz y la alegría,
que viva la salud y la sonrisa,
que viva la poesía, el arte y lo auténtico,
que viva la música.

Que vivan las ganas de hacer de todo,
que vivan los grandes amigos, las cartas y los reencuentros,
que vivan los padres, los amantes y los pequeñuelos,
que viva la incertidumbre y la posibilidad de echar la vista atrás
que vivan las vidas que dan grandes rodeos,
que vivan los caminos entrecruzados y las ostias-aprendizaje
que vivan las cicatrices, las arrugas y los nervios primerizos.

Que viva la esperanza, esa copa y esos kilos de más,
que viva el orgullo de sabernos vivos,
que vivan la enorme cantidad de elementos que nos hacen estar vivos.

Que vivan.

jueves, 21 de enero de 2016

BAILANDO CON LENGUAS

Ingredientes: 
superpoder del baile ejecutado con labios, lengua y mucho amor 
y París, la siempre llena de vida, París. 



El simbolismo y el significado son dos cosas distintas. Es posible que ella lograra encontrar las palabras precisas sin usar procedimientos redundantes como el significado y la lógica. Debió de capturar las palabras de los sueños, como si agarrara suavemente por las alas una mariposa que volara por el espacio. Los artistas son capaces de evitar la redundancia. 

Kafka en la Orilla. Haruki Murakami

domingo, 17 de enero de 2016

DIALECTOS CULTURALES


(Un abrazo desde aquí a Manu por el descubrimiento de este vídeo)

En estos días en que no hace mucho venimos de atiborrarnos de comilonas, pasteles, turrones y demás cosas deliciosas –a la vez que saturantes-; una llega a Francia con la idea de ingerir alimentos de color verde y no ver azúcares durante una temporada y, ¿qué se encuentras?. Si, en efecto, el típico Roscón de Reyes (la Galette de Rois) que nosotros comemos el día 6 y punto, y en Francia es la estrella indiscutible en todos los reencuentros míticos con los amigos, los del grupo de trabajo, los de la institución, etc. Y la Galette sólo desaparece de nuestra vista el 31 de Enero. Esto sí que es extender unas navidades y lo demás tonterías.

En relación con el aspecto nutricional y comensal, un elemento de observación curioso y que adoro de los franceses es el tiempo invertido en diseñar las comidas –no necesariamente en fiestas navideñas-. Cuando una prepara una comida para franceses, hay que pensar en qué hacer como aperitivo –algo que vaya con el plato principal- y acompañarlo de un vino acorde –también puede ser champagne-; después se piensa el plato principal con otro vino adecuado y finalmente, el postre viene acompañado de otro vino diferente –éste puede ser preferiblemente dulce o champagne- y variedad de cafés. Al final toda la comida viene a ser una típica comida española de tres platos y postre, pero el hecho de que tengan unas reglas marcadas para cada parte y consideren un preámbulo y una conclusión, me parece muy elocuente; casi, como interpretar una obra de teatro.

Otra extensión temporal algo exagerada que tienen los franceses es que, oficialmente – y no me lo invento- tienen tiempo para desear año nuevo –lo que viene a ser enviar les Voeux de nouveau année- hasta el 31 de Enero también. Esta idea es muy práctica y divertida –aunque algo desconcertante-, y permite felicitar sin prisa, con calma pensar bien cuales son los deseos que quieres para la otra persona. Sin embargo, lo que más me fascina de esta felicitación es la formalidad y la extremada educación –al menos a un nivel más profesional-. El otro día, haciendo los papeleos de mi nuevo trabajo, estuve con secretarios varios que se llamaban entre ellos para pedirse información. Lo que más me sorprendió es que cada vez que se llamaban escuchaba aquello de “Buenos días, para comenzar, déjeme presentarle mis mejores deseos para este año nuevo, que sea un año lleno de éxito y logros profesionales”, a lo que la otra persona respondía una retahíla del mismo estilo y ya después, empezaba el papeleo. ¿Bonito ritual, no?

En fin, que adoro ver como funciona el mundo en otra parte diferente al que conocemos para adoptar luego las costumbres que nos gustan a nuestro mundo particular. Si en E.E.U.U. la diferencias eran realmente abismales; en Francia son mucho más sutiles, son más bien variaciones o dialectos de las nuestras. Todos nos podemos reconocer en muchas de sus consignas y por tanto, reconocernos un país que está muy cerca de nosotros –no sólo geográficamente-.

jueves, 14 de enero de 2016

LA MECHA INTERIOR



Así se inician los hombres de vuelo superior, que no son los que siempre vencen, sino los que saben levantarse; aquellos que tienen capacidad de reacción, que saben aprender, anotar, fijarse bien en los hechos y distinguir lo que es importante de lo que es accesorio. La vida enseña más que muchos libros. Abrir bien los ojos y tener una cierta capacidad de síntesis es fundamental. Un hombre así está siempre ardiendo. Es muy difícil poder con Él; incluso en los peores momentos cuenta con un rescoldo latente debajo de las cenizas que le empuja a guerrear, a seguir en la brega, a volver a empezar. Si el sufrimiento es la forma suprema de aprendizaje, la voluntad es la llave que hace que nuestros sueños se conviertan en realidad.

La ilusión de vivir. Enrique Rojas

domingo, 10 de enero de 2016

LA FICHA CLAVE DEL PUZZLE

Como ya os anuncié hace poco, hace unos pocos días me fui a descubrir un país todavía desconocido para mí, allá en las Escandinavias muy cerquita de la Suecia que descubrí el pasado septiembre.

Este país, Dinamarca, aparentemente un penacho de tierra pequeñita al norte Alemania y a la puerta de los países escandinavos, tiene una personalidad propia bastante apabullante. Por ejemplo, en Copenhagen he descubierto que la ciudad es pequeña, andable, bonita y muy coqueta, que en los últimos días del año puede llegar a hacer un frío potente con sus rachas de viento cuando en el resto de Europa parece verano, que los niños daneses van con mono de esquiar como si fuera su segunda piel, que la tienda Illum –una tienda preciosa de cosas para la casa- está por todos lados como si fuera el Desigual nuestro, que esas latas de metal con galletas de mantequilla que todos hemos comprado alguna vez, son, efectivamente galletas danesas, que aunque Dinamarca parece pequeña, resulta que Groenlandia y las Islas Faroe también pertenecen a ella, lo que aumenta su extensión considerablemente, que los fines de semanas ordas de suecos invaden Dinamarca con sólo cruzar un puente.

Que el icono representativo de Dinamarca es, cómo no, la Sirenita de Copenhague. Que sin embargo ésta, siempre rodeada de turistas se encuentra en una roca al borde del Mar Báltico con un telón de fondo lleno de naves industriales y no mide más que una persona, que las casas danesas carecen de ascensores casi en su totalidad, que los daneses tienen por costumbre esperar a sus familiares en el aeropuerto con banderitas de su país, que absolutamente todos los habitantes de este país –desde los ancianos a los niños- hablan un ingles de lo más correcto, que las bicis abundan por doquier –cosa no sorprendente en los nortes de Europa-, que hay tantas, que hasta a veces ni se molestan en candarlas. 

Que los daneses comienzan el año dando un saltito a las 12 –imaginad combinar esto con 12 uvas-, que a eso de las 6pm el día 31, la reina hace un discurso con notas que va pasando –y a veces traspapela-, que los programas de nochevieja distan mucho del ballet de televisión española nuestro, ahí hay niños angelicales cantando en coros, que quizá sea por eso que todo el mundo se echa a la calle a lanzar todo tipo de petardos y fuegos artificiales de manera kamikaze como si no hubiera un mañana, que la cifra de heridos por fuegos artificiales es parte de la temática de año nuevo –este año fue bastante positivo, sólo 74-, que hacer una cena de nochevieja con daneses, japoneses, alemanes, rusos, húngaros, franceses y españoles es análogo a un concursos de tapas internacionales de nivel guía Michelin, que sin embargo los niños multiculturales pueden sufir de un ataque de bananen de nivel máximo.

Que el museo más conocido de Dinamarca, se llama Louisiana y se encuentra al borde del mar y con vistas a Suecia, que en su interior suceden exposiciones donde todo se llena de bolos y colores, que cuenta la leyenda que un pingüino regordete llamado Louise hallado en mi mochila misteriosamente viene de allí, que las máquinas de cafés de varios tipos abundan en las casas danesas, que las panaderías deberían ser nombradas patrimonio de la Humanidad porque allí se encuentran los panes más alucinantes y más apetitosos que una pueda probar, que eso sí, todo –desde los panes hasta la pasta de dientes- es carísimo.

Que explorar –aunque sean pocos días- un país desconocido en plenas celebraciones anuales es toda una experiencia. Un abrazo desde aquí a Jonas, Hiroko y Rodolphe por compartir esta experiencia conmigo.

martes, 5 de enero de 2016

CENTROS DE ROTACIÓN


Ya estamos de vuelta, inaugurando una nueva extensión del 2015, un nuevo hogar y un nuevo sitio de trabajo. Celebrando que todo esto tenga como escenario esta ciudad de vida. Desde aquí, un abrazo a Ana, Patricia, Jara y Bea por este descubrimiento.

París espera con la pasión dominada de quien ha amado mucho 
y se ofrece aún generosamente para reconfortar gestos atormentados,
gente perseguida por el empeño de vivir
incluso en las tardes frías de noviembre.
París nos asalta de modo resuelto y es inevitable pensar
que tal vez en el próximo portal, en cualquier esquina,
aguarda un instante que nos hará otros, que nos tocará
como siempre hemos esperado
para ser mejores y más hermosos.

París es la espesura cambiante de la vida
y esconde en cada uno de sus pliegues reductos de los siglos,
un esfuerzo acumulado por dar con la palabra que explique cada gesto,
por añadir un punto de hermosura a cada minuto de desesperación.
Porque la vida adquiere aquí
la consistencia de que carece en otros lugares,
otorga un impulso que aleja nuestra endeble condición
de sí misma, como si la belleza alguna vez apresada
proporcionara un doble fondo al alma, una nueva piel
que tienta la inmortalidad incluso en los días breves del otoño.

París, José Domingo Dueñas