jueves, 28 de enero de 2010

CARPE DÍEM



¿Y quién no ha querido alguna vez hacer esto? Olvidarse de la conciencia y de los errores, aprovechar el momento, disfrutar de las cosas conforme vienen, saber detectar cuando las cosas fluyen y tomar conciencia de ello … Simplificar todas las complicadas normas que nos rodean, dejarnos llevar, sentirnos vivos, disfrutar el momento…

En el peor de los casos, siempre podemos tomar el siguiente tren. En el mejor de los casos podemos ganar recuerdos, personas, vivencias … para toda la vida.

¿Sabes cual es un error en el que siempre incurrimos? El de creer que la vida es inmutable, que una vez metidos en unos raíles hemos de recorrerlos hasta el final. En cambio, el destino tiene mucha más fantasía que nosotros. Justamente cuando crees encontrarte en una situación que no tiene escapatoria, cuando llegas al ápice de la desesperación, con la velocidad de una ráfaga de viento cambia todo, queda patas arriba, y de un momento a otro te encuentras viviendo una nueva vida.

Donde el corazón te lleve. Susanna Tamaro

martes, 26 de enero de 2010

LA MEJOR

Aquí va esta preciosidad en estado puro. Música perfecta convertida en éxtasis de poesía. Poesía profunda transformada en música apasionada. Uno de esos momentos en los que el ser humano crea una obra de arte. Un motivo para levantar los brazos y gritar al mundo que una vez quisimos ser La Mejor.



Once I wanted to be the greatest
No wind of waterfall could stall me
And then came the rush of the flood
Stars of night turned deep to dust

Melt me down
Into big black armour
Leave no trace of grace
Just in your honour
Lower me down
To culprit south
Make 'em wash a space in town
For the lead
And the dregs of my bed
I've been sleepin'
Lower me down
Pin me in
Secure the grounds
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
Two fists of solid rock
With brains that could explain
Any feeling

Lower me down
Pin me in
Secure the grounds
For the lead
And the dregs of my bed
I've been sleepin'
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
No wind of waterfall could stall me
And then came the rush of the flood
Stars of night turned deep to dust


Cat Power. The Greatest.

viernes, 22 de enero de 2010

RETO A DUELO

Existe un deporte –si, uno sólo- que siempre me ha encandilado: la esgrima. Desde la sonoridad de sus sílabas, hasta la elegancia de sus movimientos –de hecho, ballet y esgrima ambos parten de las mismas posiciones-. Y si algo tiene este país, es que aquí puedes probar cualquier cosa que se te antoje, aunque sea lanzamiento de jada, que también. Así que, hace dos días empecé mi clase de fencing –que no, no es clase de vallado, como muchos creen-.

Nuestro profesor, Dough, es todo un espadachín del siglo XVIII en versión estadounidense. Nos recibió con su coleta de pelo grisáceo y su barrigón inmenso, atusándose ese bigote y con un discurso grandilocuente y rimbombante, como todo caballero que defienda su honor a golpe de espada.

La clase fue intensa –¿quién hubiera dicho que fuera tan cansado mantener las piernas dobladas y los brazos en posición de ataque?- y lo que queda promete. De momento ya sabemos avanzar, retroceder, atacar y defendernos. ¡Y todo eso en 75 minutos! ¿Qué más se puede pedir? Me encanta.

Dough insistió en que lo practiquemos a todas horas, porque como el recalcó, en la esgrima no hay nada natural –me da cierto aire a la famosa frase de la fama cuesta- y que, por ejemplo, cuando vayamos al baño o a buscar el coche, avancemos en posición de ataque. Posiblemente lo haga. Si me veis algo raro próximamente, tomad el florete y defendeos. ¡En garde!

lunes, 18 de enero de 2010

EXTINCIÓN



Lo sabían los tres.
Ella era la compañera de Kafka.
Kafka la había soñado.
Lo sabían los tres.
El era el amigo de Kafka.
Kafka lo había soñado.
Lo sabían los tres.
La mujer le dijo al amigo:
Quiero que esta noche me quieras.
Lo sabían los tres.
El hombre le contestó: Si pecamos,
Kafka dejará de soñarnos.
Uno lo supo.
No había nadie más en la tierra.
Kafka dijo:
Ahora que se fueron los dos he quedado solo.
Dejaré de soñarme.


Ein Traum, Jorge Luis Borges

viernes, 15 de enero de 2010

JUSTICIA N-DIMENSIONAL



Mientras leía en el periódico la triste tragedia que acaba de ocurrir en Haití, ese terremoto de 7.3 grados, me viene un pensamiento recurrente desde hace años. Una vez, de pequeña, maté una mariquita en el patio del colegio y me sentí fatal… Mis compañeros me acusaron de insecticida y procedimos a hacerle un entierro por todo lo alto. Aquel hecho siempre me ha servido para intentar comprender el porqué a una buena persona le puede ocurrir un accidente, por ejemplo. Simplemente consiste en que los pobladores de la dimensión superior den un pisotón sin querer o tropiecen con una piedra –que puede ser equivalente a producir un tsunami o terremoto-.

¿Quién no ha visto a un niño saltando sobre hormigas? ¿O tirando piedras a pájaros? Sin embargo, rara vez veremos un niño tocar las narices de un león, al igual que las desgracias suelen pasar en los territorios más desfavorecidos y pobres.

Me imagino que a todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza, pero ¿cómo podemos estar seguros que nosotros, nuestra civilización somos el tope de la inteligencia? Además de ser un pensamiento bastante prepotente, no podemos llegar a conocer si hay algo más poderoso que nosotros, precisamente por definición. Y cuidado, que no me refiero a marcianos al estilo E.T.E ni nada por el estilo. Simplemente, ¿porqué no? Todo nuestro Universo podría ser una pelotita de golf en cualquier campo de una civilización superior. Desengañémonos. La justicia es un término inexistente.

martes, 12 de enero de 2010

COMPARECIENDO



Esta última semana, tras un buen empacho de tumbos entre aeropuertos con horas y horas de retraso, recorriendo la anatomía de diversas ciudades de EEUU, gastando pañuelos de papel como si fueran cigarrillos, envolviéndome en todas las inimaginables prendas de abrigo que arrastraba en la maleta, aparecí dando tumbos en las empinadas calles de San Francisco… Y de ahí al que se está convirtiendo mi hogar. Tras esta pequeña tregua, empecemos a comernos el año nuevo.