miércoles, 28 de septiembre de 2011

AL VOLANTE

Ayer me di mi primer paseo con el que ya es mi segundo coche, Quillito, después de mi adorado adorado Leoncito.

Lo cierto es que aún con el manojo de nervios que me aprieta en el estómago cada vez que me siento en un coche desconocido, al girar la llave del motor, sentí como volvía a mi la sensación de libertad, de despojo de ataduras y preocupaciones y me convertía en una persona más libre, independiente y poderosa. Todo ello acompañado de una sensación de niñez, euforia e ilusión pura que pocas veces se recupera cuando los años comienzan a acumularse.

Y justamente por eso, porque la vida siempre tiene algo que enseñarte –solo si tu quieres-, recordé que tus miedos, tus mayores miedos pueden acabar volviéndose tus aliados si tienes las agallas de enfrentarte a ellos y cantarle las cuarenta –como en el Guiñote-. Casi nunca son tan feroces como parecen. Porque al tomarlos de la mano, nos hacemos más livianos, más ligeros y siempre, siempre, flotamos más alto.

domingo, 25 de septiembre de 2011

DOMINGO DE RESACA


Porque la bebida tiene esa virtud: el ponerte en contacto con lo mas escondido de ti misma, lo que hasta entonces no podías o no querías ver. Es un catalizador emocional que trae a la superficie los posos más estancados.

Un milagro en equilibrio. Lucia Etxebarría

jueves, 22 de septiembre de 2011

SABOR TEMPORAL

Deberíamos saber apreciar y aprovechar cada segundo de nuestro valioso tiempo de principio a fin –yo la primera-. De hecho, sólo deberíamos hacer cosas que queramos hacer, cada uno las que elija. Se nos olvida que somos libres, con todo lo que eso implica. Sólo en muy contadas ocasiones, la vida nos agita con algo irrecuperable, pero precisamente por eso, la plenitud de los instantes cobra todavía más sentido. El resto, en realidad, no es importante. Casi nada lo es.

Treinta y seis horas –contesté- no necesitaba mirar el reloj. Era el tiempo que tardaba la Tierra en dar una vuelta y media sobre su eje. En este lapso, repartirían dos veces la edición matutina del periódico y una vez la vespertina. El despertador sonaría dos veces, los hombres se afeitarían dos veces. Las personas con suerte tal vez hicieran el amor dos o tres veces. Treinta y seis horas no daban para más. Era la diecisiete milésima trigésima tercera parte de la existencia de un ser humano con una esperaza de vida de setenta años. y cuando hubieran transcurrido estas treinta y seis horas, algo, quizá el fin del mundo, llegaría.

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Haruki Murakami

domingo, 18 de septiembre de 2011

SOL Y SOMBRA

Septiembre es un mes muy particular… Por un parte simboliza la energía renovada, las ganas de ponerse manos a la obra, de comenzar cosas con buen pie, de arreglar aquello que nos estorba, de tachar aquellas cosillas pequeñas con las que nunca nos poníamos de la lista-de-cosas-a-hacer, de apuntarse a millones de actividades, de asistir a cualquier acto público…

Por otra, sin embargo, también representa los últimos coletazos de verano… Los últimos días de verano, de playa –mucho más vacía y confortable-, de sol, de descanso, de estar al aire libre, de broncearnos –curiosa palabra-, de quemar las noches, de estirar los días que comienzan a acortarse sin ningún tipo de piedad, de reencontrarnos con viejos amigos en vinos infinitos, de conocer a gente fresca y sin problemas…

Y la ciudad de Granada en la que puedes deslizarte de un día de verano resplandeciente y caduco en el mar, a un otoño tibio y razonable en alta montaña en un chasquido de dedos, resulta ideal para permanecer en este limbo contradictorio y adictivo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA VENTANA INDISCRETA

En mi nuevo despacho –a pie de calle- estamos a menudo con la ventana abierta por aquello de que no se acumule el olor a humanidad. Eso provoca que –lo queramos o no- escuchemos cada pedazo de conversación de todo aquel que pasa por la calle. Vamos es como una especie de feisbuk –gracias por las risas, Manu- desde el punto de vista marujil.

Se podría hacer una tesis de antropología tan solo analizando lo que se escucha… Por ejemplo, un hecho irrefutable es que, a la gente en este país, le gusta criticar. Me atrevería a asegurar que al menos, el 50% de las conversaciones traen alguna frase del tipo: alguien me dijo que la vieron justo cuando o escuché que le decían eso y me giré...

Otro punto destacable es el tonillo ácido de vacile permanente que tienen, en su mayor parte, los hombres… Frases como ¿Pues no me viene ahora el chico este y me dice que no puede? o ¿A mi me va a decir la niña esa que debería comer menos?.

Una población que da mucho juego son los adolescentes… La niñas suelen tener temas primordiales que giran, en su eterna mayoría, sobre niños. Así, conversaciones del palo Me dijo que me llamaría el sábado y al final, el capullo no … o Miraaaa qué cosa tan bonita me ha escrito…. Los chicos, por su parte, también lo hacen, no nos engañemos, desde luego con un tono mucho más despectivo y varonil -no vaya a ser que los confundan con nenazas-: La tía esa que está superbuena... Si, hombre, ¡la que le tocaste el culo el otro día! Sin embargo, hay otro tema que es casi equiparable al de las nenas: el bendito fútbol: ¡Qué crack el Casillas! -Tampoco hemos descubierto nada-.

Sin embargo, lo más divertido con diferencia, es la gente qué va con niños pequeños por la calle: abuelos, padres, tíos, cuidadores… Hasta ellos se pueden clasificar. Por una parte, están los educadores, los que dicen… ¿Y cuanto son 5+3? ¿Y 5+8?..., por otra, están los que recuerdan a los niños los lazos familiares… A ver, ¿donde vive yaya? ¿Y tía? ¿Quién es mamá? ¿Y papá? y, como no, están aquellos que usan el conocido idioma de los niños: el bobalicón. ¡¡Ay, mi niño, guapetón , ayayaya!! ¡Pero es que es guapo, guapo! –¿qué se supone que contesta a eso el niño?-.

Si seguimos trabajando en ello, quizá descubramos algún caso digno de una novela policiaca. El caso es que a eso de las 12 tenemos que cerrar que empieza a apretar el calor y se nos acaban las prácticas. Todo se andará.

lunes, 12 de septiembre de 2011

REAPRENDIÉNDONOS


(I hope all is well with you
I wish the best for you
When no one is around love will always love you
[…]
Never give up no never give up
If you're looking for something easy
You might as well give it up)


No importa qué diga la sociedad,
los que nos rodean, las normas, las leyes,
la justicia o sus compañeros.

Nos resistimos a las adversidades.
Luchamos con uñas y dientes,
cuando, en ocasiones, sólo vienen
a mecernos.

En extrañas y únicas ocasiones,
la vida nos impulsa a reaprender
a los que firmemente compartimos
un amor transformable,
que no se crea ni se destruye.

A recorrer un largo, largo camino,
lleno de adversidades,
mas rebosante de luz y fuerza.

Y al final,
en el último segundo,
descubrimos
el valor incalculable
del querernos
de todas las formas,
de todas formas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

OLISQUEANDO

No se si lo habéis notado, pero las ciudades –como las personas- desprenden olores característicos. No siempre, solamente en ocasiones. A veces el aroma dura unos segundos, otras se mantiene durante semanas, y en muy raras ocasiones, se nos mete entre los sueños y no se desagarra nunca.

Barcelona tiene un perfume totalmente característico de humedad. Se desprende sobre todo en las noches gélidas o lluviosas de invierno, o en las de verano… Huesca tiene un aroma a vino rancio… Granada es más como a café algo quemado… París rezuma fragancia a leña… En San Francisco se respira el olor a hierba mojada… En fin, cada uno tenemos nuestra lista particular. Supongo que algunas más objetivas que otras.

Las personas, por supuesto, también tienen un olor permanente. Basta con pasar una noche con alguien para que ese olor te acompañe todo el día. Por no hablar el de nuestros padres o hermanos. El caso es que éste es más indescriptible es quizá más sutil, o más mezcla, o menos inclasificable.

Lo cierto es que, si por un motivo totalmente casual, nos cruzamos con un olor evocador de otros tiempos, personas o lugares, tengamos por seguro que nos transportará automáticamente. Por unos instantes, nos dejará perplejos, indecisos y melancólicos. Algo ciertamente cercano al transporte espacio-temporal.

Cleopatra huele a canela, pero no siempre. Por la mañana huele a sudor dulce, a sábanas que se enredan en las piernas que no quieren abandonar el sofá cama tan temprano (las seis), a enfado con la vida, que empieza demasiado pronto y que la arroja a los brazos de una realidad fría y solitaria. A mediodía huele a sudor amargo, a lejía, a amoniaco perfumado, a estropajo, a comida barata tomada de pie, en el metro o en el autobús, o apoyada en el banco de la cocina para no perder tiempo. Por la tarde es cuando huele a canela. Y a cansancio, y a tobillos hinchados, y a huevos, y a leche, pero sobre todo a eso, a canela.

El tiempo mientras tanto. Carmen Amoraga

martes, 6 de septiembre de 2011

AMOR PASIÓN

Escucha, para apostar por el amor pasión se necesita ser valiente, muy valiente, valiente hasta rozar la locura. Porque el amor pasión es peligroso y brutal, porque el amor pasión es asocial, porque conduce a la soledad, a la marginación. La pasión es siempre transgresora. Cuanto más prohibida, menos honorable, más imposible sea esa pasión, más agudeza posee, mayor intensidad […]

Esto es lo que más me irrita del amor pasión: esa necesidad de consumir el tiempo que media entre un encuentro y otro, esos deseos de dormir indefinidamente hasta poder volver a verle. Al amor pasión le entregas todo tontamente, hasta la propia vida; tus días, tus horas, tus minutos sin él parecen vacíos e indignos de ser vividos. Es una repelente y enfermiza obsesión. En el amor pasión estás poseída por otro yo infinitamente más estúpido que el tuyo real, que queda relegado al último rincón de la conciencia.

La función Delta. Rosa Montero