sábado, 31 de diciembre de 2011

ASOMANDO

Se acaba el año… De nuevo, ya estamos a 31 de Diciembre… Día de balance, de sopesar todo lo que ha dado de sí el año. De lo tremendamente bueno que nos ha dado por un lado, de los disgustos, errores y ostias convertibles en lecciones por el otro. Un día de saborear la fortuna de todo el año, de sentirse dichosa, de guarecerse en la nueva persona que en que el año transcurrido nos ha modelado.

En mi caso, quizá la palabra más representativa de este año sea cambio, renovación… Qué deciros, ha habido sorpresas, descubrimientos, trabajo, reencuentros, satisfacción, sonrisas y alegría… En resumen, yo lo clasifico como un año tremendo, año de despegue, de luz y de felicidad. Como siempre, gracias.

Espero que en vuestra reconstrucción –sea consciente o inconsciente- también haya mucha alegría y entusiasmo por abalanzaros hacia el 2012. Que éste, el año nuevo, sea como mínimo tan chispeante y salao como éste. Chin chin.

En el buzón de tiempo hay alegrías que nadie va a exigir, que nadie nunca reclamará y acabarán marchitas añorando el sabor de la intemperie y sin embargo, del buzón de tiempo saldrán de pronto cartas volanderas dispuestas a afincarse en algún sueño donde aguarden los sustos del azar.

Buzón del tiempo. Mario Benedetti

lunes, 26 de diciembre de 2011

SIN MÁS



Ahí va un corto que os dejará, como a mí, sin aliento. Gracias Manu por la recomendación. Un abrazote desde aquí.

Y que vivan los que han vivido y lo demuestran al mundo.

jueves, 22 de diciembre de 2011

ENORME GRATITUD

Ayer fue uno de esos días preciosos llenos de regalos insospechados y llenos de belleza… Desde el principio, todo empezó deliciosamente, conforme avanzaba el día los minutos iban desgajando sorpresas cada vez más y más superables… Día de esos redondos, en los que querrías ser capaz de no cerrar los ojos nunca por si acaso le da a la fortuna cambiar su rumbo en ese instante…



(Gracias Ade, por recordarme este pedazo fragmento, un besote desde aquí)

En cualquier caso hoy, las sonrisas permanecen… Hoy, día de la lotería nacional, la fortuna dinerIl se va a gente cercana y querida… Grañén, Jaca, enhorabuena.

Hoy, algo adormilada, aneblada y con un nudo de nervios que produce la alegría de los regalos de la vida, tengo una gran cantidad de gratitud dentro de mí que quiero expulsar al mundo. Me siento tremendamente afortunada y sin jugar a la lotería. Gracias a todos y cada uno de vosotros, que hacéis de ésta, mi vida, un lugar increíble.

viernes, 16 de diciembre de 2011

MÍNIMOS CUADRADOS



Resulta difícil encontrar en este mundo personas con similares rangos de lecturas, escuchas, peliculeo -aunque éstas tengan gustos diferentes-, si bien es cierto que una vez encuentras a un número crítico de ellas, estas apariciones crecen exponencialmente.

Cuando das con unas de ellas, y abres esa caja repleta de conversaciones extensas discutiendo las emociones provocadas, los acuerdos, desacuerdos, escalofríos y desatinos resultantes por puro deleite, recuperas esa sensación mezcla de euforia, de nerviosismo, de sorpresa compartida, de sabor artístico en los goznes, de descubrimiento prematuro. Una de las más emocionantes que existe.

Que la vida nunca deje de darnos momentos así.

Hans y Sophie pasaban de los libros al catre y del catre a los libros, buscándose en las palabras y leyéndose los cuerpos. Así, sin proponérselo, fueron alcanzando un idioma común, reescribiendo lo que leían, traduciéndose mutuamente. Cuanto más trabajaban juntos más se daban cuenta de lo parecidos que eran el amor y la traducción, entender a una persona y trasladar un texto, volver a decir un poema en una lengua distinta y ponerle palabras al o que sentía el otro. Ambas misiones se presentaban tan felices como incompletas: siempre quedaban dudas, palabras por cambiar, matices incomprendidos.

El viajero del siglo. Andrés Neuman

domingo, 11 de diciembre de 2011

JAQUE MATE

¿Y quién no ha jugado, luchado, reído o fingido consigo mismo?

jueves, 8 de diciembre de 2011

SENTIDOS ENGAÑOSOS

Hace un par de semanas tuvimos unas cuantas charlas impartidas sobre expertos de Neurología, Física y Comunicación con motivo de la Semana de Ciencia. Es increíble cuanto se absorbe ante una hora de un discurso ameno y bien explicado de un tema en el que tienes nociones muy vagas.

En una de estas charlas, impartida por el neurólogo y divulgador Xurxo Mariño, escuché hablar por primera vez de un efecto totalmente sorprendente: el efecto McGurk. Aquí va un ejemplo. Poned el video, cerrad los ojos y escuchad lo que dice.



Bien, ahora abrid los ojos y volvedlo a escuchar.

¿Qué? ¿Sorprendente, eh? Efectivamente, la primera vez –con los ojos cerrados- nos da la impresión que el personaje está diciendo BA-BA, mientras que en el segundo –ojos abiertos- parece que dice GA-GA… Es decir, que lo que vemos, no siempre tiene porqué ser lo que oímos.

Este efecto fue descubierto en 1976 por McGurk y MacDonald y fue publicado en un artículo en la prestigiosa revista Nature con el sugerente título de Hearing lips and seeing voices (Escuchando labios y viendo voces). Cuando visualizamos los sonidos, la información que recogemos visualmente y la que recogemos auditivamente se unifican y juntas, se ayudan para reconstruir la información. Por eso, cuando miramos el vídeo estamos indirectamente leyendo los labios de esta persona y por eso escuchamos otro sonido.

Otra curiosidad es que, además, este efecto sigue produciéndose aunque ya sepamos de su existencia. Podéis volved a hacer la prueba cuantas veces queráis que el cerebro seguirá actuando supeditado a los sentidos, aún sabiendas de cual es la información correcta.

Sólo en cada uno de nuestros cerebros hay tantas conexiones de neuronas como estrellas en nuestra galaxia: millones de millones –si, aún contando las que se pierden en las resacas-. Es evidente que nuestro propio cerebro es muy capaz de engañarnos. Lo dicho, que somos seres completamente alucinantes.

sábado, 3 de diciembre de 2011

EXISTIENDO

Tomar las llaves, las unas para cerrar las puertas unos días, las otras para poner en marcha un motor. Viejos y grandes amigos, alegría, conversaciones, horas, cañas, abrazos y naturaleza en el horizonte.

Parar el tiempo unos días sólo para ser, para existir, para remolonear entre la ausencia de obligaciones y el descubrimiento de lugares inexplorados, para inspirar profundamente y sentirnos afortunados.



Yo conozco los ríos. Yo conozco ríos tan antiguos como el mundo, y más viejos que el flujo de la sangre en las venas humanas. Mi alma es tan profunda como los ríos. Yo me bañé en el Éufrates, en la aurora de la civilización. Yo construí mi cabaña a orillas del Congo, y sus aguas me cantaron una canción de cuna. Yo vi el Nilo, y construí las pirámides. Yo escuché el canto del Mississippi cuando Lincoln viajó hasta Nueva Orleans, y vi sus aguas volverse doradas al atardecer. Mi alma se volvió tan profunda como los ríos.

El negro habla de los ríos, Langston Hughes

miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL PODER DE LA AMABILIDAD


Uno de los poderes que, probablemente, todos tenemos más claro pero no lo ponemos en práctica tan a menudo como debiéramos es el Poder de la Amabilidad –también conocido como el Poder del Buen Humor-.
A la altura de otros superpoderes como el del canto, soplo, hostia, exposición o baile, resulta increíble la cantidad de cosas que se pueden conseguir, simplemente teniendo buen humor, mirando a los ojos, y contestando –a veces a palabras un poco malhumoradas- con una sonrisa y amabilidad.
En muchas ocasiones –y probablemente éste sea el motivo por el que no lo ponemos más en práctica- nos perderá un poco el resorte automático del ojo por ojo, del orgullo propio, del hervor de sangre. Pero, si sobrepasamos esta reacción inicial, y devolvemos algo totalmente insospechado en su lugar, se puede volver la herramienta más poderosa de la que hayamos dispuesto nunca. Tanto tanto, que es capaz de disolver cualquier atisbo de enervamiento de un plumazo.
Sus alcances son inimaginables. Sin ir más lejos, hace unos días, unos funcionarios de eficiencia algo dudosa cuya primera respuesta automática fue un tanto borde –la conocida malafollá granadina-, acabaron siendo totalmente eficaces a la vez que nos reímos a mandíbula batiente, con la consiguiente perplejidad por parte de ellos y del resto de la cola. Asimismo, en otras ocasiones me he librado de pagar ese par de kilogramos maletiles de más en los aeropuertos gracias a la magnitud de este superpoder.
Un poder sencillo, agradable, fácil de ejecutar, con gran repercusión y con beneficios totalmente saludables. Además, es altamente contagiable. Vamos que todo son ventajas. Probadlo, probadlo, y veréis como vuestros alrededores se empiezan a transformar.
Sin duda alguien genial decidió dotarnos de humor, la salvación a todos nuestros conflictos... Un sentimiento extraño que nos permite darle la vuelta a todo, cuando y como deseemos.
Albert Espinosa. El mundo amarillo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

BASADA EN HECHOS REALES

La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.

La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real.

La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas, la vida, proxeneta de la muerte, espléndida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario.

Rayuela. Julio Cortazar

martes, 22 de noviembre de 2011

VIDA DE NUEVO

Me sigue maravillando lo alucinante del mecanismo humano. Que un bichillo con ojos, naricita, boquita y unos mil millones de cosas más, sea capaz de provenir de una célula inicial, del vientre de una madre, del perfecto engranaje que llevamos dentro, me sigue dejando boquiabierta.

Pero lo que me deja todavía más boquiabierta si cabe, es la facilidad con la que esa criaturita exhala aire, busca el contacto con la piel, aprovecha el alimento, se adapta a estar rodeado de un montón de personajes nuevos…

Somos fábricas de crear personitas con todos sus botones, somos mecanismos perfectos, somos seres totalmente alucinantes.

Se nota que ayer repetí en mi papel de tía, ¿no? Todavía me envuelve ese aroma de bebé infinito, proveniente de ese pequeñín llamado Leo que ya se nos ha enganchado al índice, a las entrañas, a las costillas. Un besazo enorme desde aquí preciosito.

También sé, que un hijo tira de tal manera del corazón de quien lo cría que sería imposible o muy difícil que mi padre hubiera olvidado ese lazo invisible y sólido que pese a todo nos une.

Un milagro en equilibrio. Lucia Etxebarría

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL SUFRAGIO UNIVERSAL

Hace unos minutos acabo de venir de ejercer mi derecho al voto. Por mucho que la frase suene mucho más rimbombante que la simple palabra votar, me gusta remarcarla, saborearla, tomar conciencia de todo su significado. El sufragio Universal. Guau.

El día de las elecciones es uno de esos días en los que te puedes perder y maravillar con millones de reflexiones –dejando a un lado las meramente políticas-. Por ejemplo, ¿no es maravilloso que yo, mujer española del siglo XXI, acuda a votar con todo mi derecho, sin ninguna objeción por parte de nadie cuando hace menos de 40 años no hubiera podido hacerlo? ¿No es triste y apesadumbrador pensar la cantidad de países en que todavía muchas mujeres o clases sociales no pueden hacerlo? ¿No es curioso como la población puede movilizarse y organizarse cuando se trata de cambiar una pequeña parte del mundo? ¿No es escalofriante la cantidad de información, arte, creatividad de la que disponemos para expresarnos? ¿No es admirable que a veces existan personas con buena voluntad, ideas y predisposición para hacer las cosas bien? ¿No es alucinante como millones de seres individuales podemos ser a la vez lo más importante y lo más insignificante del Universo? Y la más espasmódica, ¿no es increíble que a pesar de nuestra propiedad humana de equivocarnos una y otra vez, no sólo no nos hayamos estrellado unas cuantos millones de veces ya, sino que además somos capaces de producir un orden que aparentemente funciona?

Ya, ya, que la jornada de reflexión fue ayer. Pero es que los días solemnes como éste dan mucho de sí. Y tampoco he vivido tantos.

Como los demás presidentes de mesa de la ciudad, este de la asamblea electoral número catorce tenía clara conciencia de que estaba viviendo un momento histórico único. Cuando ya iba la noche muy avanzada, después de que el ministerio del interior hubiera prorrogado dos horas el término de la votación, periodo al que fue necesario añadirle media hora más para que los electores que se apiñaban dentro del edificio pudiesen ejercer su derecho de voto, cuando por fin los miembros de la mesa y los interventores de los partidos, extenuados y hambrientos, se encontraron delante de la montaña de papeletas que habían sido extraídas de las dos urnas, la segunda requerida de urgencia al ministerio, la grandiosidad de la tarea que tenían por delante los hizo estremecerse de una emoción que no dudaremos en llamar épica, o heroica, como si los manes de la patria, redivivos, se hubiesen mágicamente materializado en aquellos papeles.

Uno de esos papeles era el de la mujer del presidente. Vino conducida por un impulso que la obligó a salir del cine, pasó horas en una fila que avanzaba con la lentitud del caracol, y cuando finalmente se encontró frente al marido, cuando oyó pronunciar su nombre, sintió en el corazón algo que tal vez fuese la sombra de una felicidad antigua, nada más que la sombra, pero, aun así, pensó que sólo por eso había merecido la pena venir aquí.

Ensayo sobre la lucidez, José Saramago

jueves, 17 de noviembre de 2011

ANARANJADO

Mondantes reflexiones sobre el mundo de los naránjidos. A partir de ahora, habrá que pensárselo dos veces antes de desayunarse un zumito.

domingo, 13 de noviembre de 2011

TECLAS ESTRATÉGICAS

Pongámonos en la situación de que hemos quedado con unos amigos a tomar unas copichuelas en el sitio más céntrico de la ciudad, qué se yo el Zurich de Plaza Cataluña, las cuatro esquinas de Huesca, la Plaza Nueva de Granada, el Miskhas de Davis… Y sólo vemos aparecer a gente y gente en todas direcciones y sentidos. ¿No sería genial tener una tecla de find personal que nos escaneara unos metros cuadrados a la redonda y nos dijera si encuentra o no al amigo y donde?

Otra situación, imaginemos ahora que estamos de farra y en un momento dado tenemos un conocido ataque de sinceridad en el que hablamos más de la cuenta –cada uno de lo que quiera-… ¿Quién no desearía tener un delete para borrar esas palabras instantáneamente? (Algo parecido a lo que ocurría en la genial película de Ethernal Sunshine of the Spotless Mind)

Y la más importante… Imaginaros que estáis hablando con una persona que queréis mucho y de pronto, metéis la pata y decís algo que no sienta bien? ¿No sería maravilloso tener un undo, es decir un “deshacer” y poder volver al momento justo en que esas palabras iban a ser pronunciadas?

Ahora no me digáis que las nuevas tecnologías ya tienen eso, que entonces si que me convierto.

jueves, 10 de noviembre de 2011

NIÑOS ARRUGADOS

¿Quién no ha tenido la ensoñación de volver a plantarnos en la infancia o adolescencia? De dejar de lado las obligaciones, las corazas, las preocupaciones, las seriedades, los malentendidos, las obligaciones, la cuenta de las heridas… De sentirnos niños de nuevo: de cantar, gritar, chapotear, caernos y levantarnos con una sonrisa… De no dar tanta importancia a las cosas que no la tienen, de volver a ser simple, de llenarnos de ilusión…

Ya se que os sabrá a poco, pero a mi, en estas ocasiones, Sigur Ros, me ayuda a viajar un poco en el tiempo. Disfrutadlo.

Sonriendo.
Girando y girando.
Cogiéndonos de las manos,
el mundo entero se vuelve borroso
pero tú aguantas.

Empapados.
Completamente calados.
Sin botas de goma.
En nuestro interior
queremos nacer rompiendo un cascarón.

Viento
y olor de aire fresco en tu pelo.
Me golpeo en la nariz
tan rápido como puedo.

Chapoteando en los charcos,
completamente empapado,
calado.
Sin botas,
y con sangre en la nariz…
Siempre me acabo levantando.

(Traducción libre de Hoppípolla; chapoteando en los charcos de Sigur Ros)

lunes, 7 de noviembre de 2011

RECOMENDACIONES

Hace breves instantes, me he pasado por la muy recomendable y divertidísima Academia de Chimpancés con Hombre Revenido a su cabeza y lo cierto es que todavía no he dejado de desternillarme de la risa.

El origen de mis carcajadas proceden principalmente del descubrimiento de éste otro blog –que previamente había descubierto Hombre Revenido- que, con una idea simple como la de re-bautizar cuadros con gran maestría se nos ha camelado a una inmensidad: El Hematocrítico de Arte. Recordadlo –o si se os olvida, podéis encontrarlo en la columna izquierda de éste blog junto a otras recomendaciones-. A partir de ya mismo, me hago fan absoluta.

Y puesto que de recomendaciones andamos, y ahora poniéndonos un poco más serios –aunque no necesariamente ciencia implique seriedad- estoy ansiosa por devorar y engancharme a este otro blog ganador del Concurso de CPAN en la categoría de blog de ciencia: la Ciencia de la Mula Francis. Por lo que he leído y oído, este blog es de lo más recomendable para aquellos ávidos de conocimiento de la ciencia de una manera divertida.

Ya para ultimar, no dejéis de pasaros por Discurro y sus múltiples proyectos. Y estad atentos, porque me consta que en breve Discurro va a abrir sus puertas a más proyectos si cabe.

Si tenéis más recomendaciones, no dudéis en hacérmelas saber –y ya puestos a todos, que todos salimos ganando-. Lo cierto es que cuando me topo con sitios así, me lleno de energía, optimismo y me hace pensar que en éste, el mundo real, hay mucha más creatividad, arte, ideas y entusiasmo del que somos capaces de imaginar –guiñoles televisivos rancios y previsibles aparte-.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

SACUDIDAS

Y este día va a ser perfecto.
Ni tensiones ni secretos.
Barcelona, en buen tiempo.
Ver amigos siempre que vengo.

Es curioso como con los años me da la impresión que las emociones son menos fuertes, menos pasionales. Ya casi nunca nos ponemos a palmotear, a saltar, a dar volteretas… A cambio, nos sonreimos con satisfacción, nos vamos a dar un paseo o disfrutar una comida con amigos para charlar y reconfortarnos en nuestra buena suerte. Asimismo, en muy raras ocasiones gimoteamos o nos hundimos en un infierno durante semanas sino que, en su lugar, nos llenamos de una tristeza densa como un lienzo.

Aunque esta manera de sentir lo que nos pasa tiene otro sabor, echo de menos esa sensación de euforia o amarga desgracia. Es como si ya conociéramos casi todo el espectro de la vida. Es como si, hubiéramos experimentado lo suficiente como para sentir intelectualmente.

Sin embargo, en muy muy contadas ocasiones, esa profunda manera de regocijarnos vuelve… A mi me ha pasado cuando he visitado una cultura diferente completamente, o cuando por motivos del destino, los minutos se han descalabrado en una manera en que, ni siquiera tu conciencia podía prever.

Lo cierto es que esta semana está siendo tremenda. Y, para guinda, en breves instantes estaré paseando por las calles vibrantes de mi queridísima Barcelona. Y sé que me esperan reencuentros con amigos, reconocimiento de baldosas, arrumacos de pequeñines, pulmones llenos a raudales de ese aire tan tan particular que sólo posee Barcelona. Ya casi rozo con los dedos esa ilusión antigua. Chilla, que tiemble.

domingo, 30 de octubre de 2011

LÓGICA APLASTANTE

Ahí va un resumen:

Si viviera en China, tendría hijos chinos. Si viviera en Rusia, Prusia, India, Irlanda, España, Islandia, Groenlandia, Tailandia, Japón, Brooklyn, Oakland, también.

MORALEJA: Si quieres algo, sólo tienes que ir a por ello. Estés donde estés.

CURIOSIDAD: Si mil millones de chinos dieran un salto de un metro a la vez, la Tierra se saldría de su órbita para siempre.

jueves, 27 de octubre de 2011

LARALA

Como ya hemos mencionado en alguna ocasión, hay dos tipos de canciones, los que te enganchan por su melodía y los que te enganchan por la poesía de su letra. Los primeros son capaces de hacernos escuchar la misma canción más de cien veces seguidas por tal de volver a sentir ese cosquilleo cuando llega ese acorde; lo segundos, también son capaces de hacernos escuchar la canción tan sólo por la tensión preliminar antes de aquellas palabras con las que se te eriza la piel.

Aquí va una evolución histórica de algunas canciones míticas –fantásticamente interpretadas- que no tienen letra. Una reivindicación algo carnavalesca de las canciones del primer grupo para mostrarnos su desnudez y su esplendor.

domingo, 23 de octubre de 2011

BRAVA

Me llena de orgullo y satisfacción… el poder decir que cuento entre mis amigos, a tantos que siguen sus sueños a pesar de las adversidades, a pesar de que mucha gente no lo apruebe o los tache de idealistas, aquejados de locura transitoria o algo peor…

Y no hablo únicamente por su propia satisfacción personal o por la consciencia de que cuando haces lo que te gusta, lo que quieres, lo que disfrutas, lo que no se siente como un trabajo sino que no ves el momento de volver a ponerte con ello… eres más feliz y la vida cobra todo el sentido del mundo –ya lo decía Sir Ken Robinson-; sino porque además el mundo se llena de actos de una calidad tremenda, todo lo que se hace está cuidado al límite con un mimo y dedicación que sólo puede provenir de una pasión inmensa por lo que haces y por lo tanto, todos salimos beneficiados. Los unos porque hacer lo que realmente quieren les hace feliz, los otros porque disfrutar de lo que se ha hecho en un estado así, nos hace feliz y nos impulsa a hacer lo mismo.

Gracias a todos los que intentáis ser así. Desde aquí un beso a Inma, ese pedazo de valiente que dejó lo que era -medianamente- seguro por ir en busca de su propia felicidad. Un ejemplo a seguir.

Si tenéis ocasión de ir a ver esta pedazo obra ¿Porqué John Lennon lleva falda?, no lo dudéis ni un segundo, os garantizo la mejor de las calidades.

jueves, 20 de octubre de 2011

FALSO PILAR

Lo malo de las desgracias muy grandes, de las que nos parten en dos y parece que no van a poder soportarse, es que quien las padece cree, o casi exige, que con ellas se acabe el mundo, y sin embargo el mundo no hace caso y prosigue, y además tira de quien padeció la desgracia, quiero decir que no le permite salirse como quien abandona un teatro, a no ser que el desgraciado se mate.

Los enamoramientos. Javier Marías

domingo, 9 de octubre de 2011

¿HAY ALGUIÉN?

Hace ya algún tiempo siento un gran incomodidad ante la presencia física vacía que cada vez tiene más y más gente.

Si, me estoy refiriendo a la gran falta de respeto que me parece usar el móvil o las nuevas tecnologías cuando se ha quedado con otra persona para tener un encuentro cara a cara y más aún si además, sólo se ha quedado con una y solo una. Ala, ya lo he dicho.

Nadie estamos exentos de estar inmersos en el mundo de las mil y una maneras de comunicación varias –algunas superficiales a más no poder, otras algo menos- pero cuando disponemos del valioso tiempo de alguien, quien nos está regalando su presencia y nos dedicamos a establecer un “contigo o sin ti” con alguien más a través de un aparato compuesto de chips y plástico, es que en realidad no estamos disfrutando tanto de esa presencia. La parte buena es que esto es un método infalible para identificar de un golpe certero la gente a la que, en realidad, no le importas demasiado.

Como comentaba hace unos días Elvira Lindo en un fantástico artículo publicado en el País, de nada sirve decir “cuánto te hecho de menos”, “qué ganas tengo de verte”, “tengo que contarte tantas cosas”, si después te van a mira un par de veces a los ojos, vas a tener que esperar media hora a que la otra persona cuelgue el teléfono mientras escuchas una retahíla de palabras que no te incumben proclamadas entre guiños desconocidos para ti –eh, que también se puede decir, “te llamo más tarde”- o todo lo que te tienen que contar implica enseñar cosas que se guardan en un cacharro con teclas.

Lo que más me aterra de todo esto, es que estamos perdiendo el gran placer de entablar una conversación con todos sus ingredientes: miradas, expresiones, tonalidades… a costa de nuestra “buena educación” que nos hace callarnos y no exigir el valor de nuestro tiempo presencial.

jueves, 6 de octubre de 2011

AUSENCIAS

La mayoría de los hombres trabajamos para seguir viviendo, sin que sepamos muy bien para qué existimos, y realizamos nuestra tarea honestamente, pero sin demasiada vehemencia. Otros trabajan por ambición , pues aunque tiene lo suficiente para sobrevivir, desean tener más para superar a sus vecinos [...] ; estos hombres y mujeres son los que levantan las fábricas, los que edifican las ciudades, los que gobiernan los estados. Pero hay una clase especial de hombres que sienten en los más profundo de su corazón un ansia incontenible; una borrachera nubla pero, a la vez, agudiza su entendimiento, y una fuerza más poderosa que las convenciones sociales y que la sensata prudencia les arrastra a cometer locuras. Esta clase de hombres son los que perturban el mundo, o bien lo salvan, los que provocan las revoluciones, o los que las ahogan en sangre; los que producen las obras de arte, o los que las destruyen. Si son capaces de morir por lo que brota de su alma, dan origen a los mártires, a los ateos, a los místicos; si son capaces de matar por ello, serán terroristas, conquistadores o dictadores.

Lorenzo Mediano. La escarcha sobre los hombros.

lunes, 3 de octubre de 2011

MEMORIA

Aquellos que penséis que no os ocurre nada emocionante en vuestra vida –lo cierto que conozco a bastante poca gente en ese caso- haced un experimento, tomad una fecha al azar y pensad, ¿donde estaba yo hace, por ejemplo… tres años? Es más, ¿qué me ha pasado en estos tres años pasados? ¿cuánta gente diferente he conocido y re-conocido? ¿cuántos sitios nuevos he explorado? ¿cuántas veces me ha sorprendido, emocionado, dañado, aliviado la vida? Seguro que en un plumazo se os quita cualquier atisbo de parón.

Si eso yo lo pienso yo, resulta que hace tres años estaba prácticamente empezando una nueva etapa de mi vida en un sitio muy diferente, California. Con la intención de no perderme detalle y ser consciente de lo que le pasaba a mi vida, nació este blog, que hoy cumple 3 añitos ya. Y lo cierto es que al echar la vista atrás, me mareo del vértigo.

Vosotros que, a la par que yo, habéis sido testigos de ese acelerón de mis segundos, habéis visto como la vida me ha zarandeado, me dado alguna que otra palicilla, me ha dejado boquiabierta, me ha regalado música, arte, amor y alegría, me ha dado ganas de pegarle un pellizco, una mordida, una nalgada a la vida, me ha enseñado poderes maravillosos, sitios inimaginables, personas que ya se han quedado para siempre, reencuentros esplendorosos… Gracias.

Empezamos la ruta hacia nuestro cuarto año. Esta vez en un sitio antiguo, pero con espíritu. Os espero.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

AL VOLANTE

Ayer me di mi primer paseo con el que ya es mi segundo coche, Quillito, después de mi adorado adorado Leoncito.

Lo cierto es que aún con el manojo de nervios que me aprieta en el estómago cada vez que me siento en un coche desconocido, al girar la llave del motor, sentí como volvía a mi la sensación de libertad, de despojo de ataduras y preocupaciones y me convertía en una persona más libre, independiente y poderosa. Todo ello acompañado de una sensación de niñez, euforia e ilusión pura que pocas veces se recupera cuando los años comienzan a acumularse.

Y justamente por eso, porque la vida siempre tiene algo que enseñarte –solo si tu quieres-, recordé que tus miedos, tus mayores miedos pueden acabar volviéndose tus aliados si tienes las agallas de enfrentarte a ellos y cantarle las cuarenta –como en el Guiñote-. Casi nunca son tan feroces como parecen. Porque al tomarlos de la mano, nos hacemos más livianos, más ligeros y siempre, siempre, flotamos más alto.

domingo, 25 de septiembre de 2011

DOMINGO DE RESACA


Porque la bebida tiene esa virtud: el ponerte en contacto con lo mas escondido de ti misma, lo que hasta entonces no podías o no querías ver. Es un catalizador emocional que trae a la superficie los posos más estancados.

Un milagro en equilibrio. Lucia Etxebarría

jueves, 22 de septiembre de 2011

SABOR TEMPORAL

Deberíamos saber apreciar y aprovechar cada segundo de nuestro valioso tiempo de principio a fin –yo la primera-. De hecho, sólo deberíamos hacer cosas que queramos hacer, cada uno las que elija. Se nos olvida que somos libres, con todo lo que eso implica. Sólo en muy contadas ocasiones, la vida nos agita con algo irrecuperable, pero precisamente por eso, la plenitud de los instantes cobra todavía más sentido. El resto, en realidad, no es importante. Casi nada lo es.

Treinta y seis horas –contesté- no necesitaba mirar el reloj. Era el tiempo que tardaba la Tierra en dar una vuelta y media sobre su eje. En este lapso, repartirían dos veces la edición matutina del periódico y una vez la vespertina. El despertador sonaría dos veces, los hombres se afeitarían dos veces. Las personas con suerte tal vez hicieran el amor dos o tres veces. Treinta y seis horas no daban para más. Era la diecisiete milésima trigésima tercera parte de la existencia de un ser humano con una esperaza de vida de setenta años. y cuando hubieran transcurrido estas treinta y seis horas, algo, quizá el fin del mundo, llegaría.

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Haruki Murakami

domingo, 18 de septiembre de 2011

SOL Y SOMBRA

Septiembre es un mes muy particular… Por un parte simboliza la energía renovada, las ganas de ponerse manos a la obra, de comenzar cosas con buen pie, de arreglar aquello que nos estorba, de tachar aquellas cosillas pequeñas con las que nunca nos poníamos de la lista-de-cosas-a-hacer, de apuntarse a millones de actividades, de asistir a cualquier acto público…

Por otra, sin embargo, también representa los últimos coletazos de verano… Los últimos días de verano, de playa –mucho más vacía y confortable-, de sol, de descanso, de estar al aire libre, de broncearnos –curiosa palabra-, de quemar las noches, de estirar los días que comienzan a acortarse sin ningún tipo de piedad, de reencontrarnos con viejos amigos en vinos infinitos, de conocer a gente fresca y sin problemas…

Y la ciudad de Granada en la que puedes deslizarte de un día de verano resplandeciente y caduco en el mar, a un otoño tibio y razonable en alta montaña en un chasquido de dedos, resulta ideal para permanecer en este limbo contradictorio y adictivo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA VENTANA INDISCRETA

En mi nuevo despacho –a pie de calle- estamos a menudo con la ventana abierta por aquello de que no se acumule el olor a humanidad. Eso provoca que –lo queramos o no- escuchemos cada pedazo de conversación de todo aquel que pasa por la calle. Vamos es como una especie de feisbuk –gracias por las risas, Manu- desde el punto de vista marujil.

Se podría hacer una tesis de antropología tan solo analizando lo que se escucha… Por ejemplo, un hecho irrefutable es que, a la gente en este país, le gusta criticar. Me atrevería a asegurar que al menos, el 50% de las conversaciones traen alguna frase del tipo: alguien me dijo que la vieron justo cuando o escuché que le decían eso y me giré...

Otro punto destacable es el tonillo ácido de vacile permanente que tienen, en su mayor parte, los hombres… Frases como ¿Pues no me viene ahora el chico este y me dice que no puede? o ¿A mi me va a decir la niña esa que debería comer menos?.

Una población que da mucho juego son los adolescentes… La niñas suelen tener temas primordiales que giran, en su eterna mayoría, sobre niños. Así, conversaciones del palo Me dijo que me llamaría el sábado y al final, el capullo no … o Miraaaa qué cosa tan bonita me ha escrito…. Los chicos, por su parte, también lo hacen, no nos engañemos, desde luego con un tono mucho más despectivo y varonil -no vaya a ser que los confundan con nenazas-: La tía esa que está superbuena... Si, hombre, ¡la que le tocaste el culo el otro día! Sin embargo, hay otro tema que es casi equiparable al de las nenas: el bendito fútbol: ¡Qué crack el Casillas! -Tampoco hemos descubierto nada-.

Sin embargo, lo más divertido con diferencia, es la gente qué va con niños pequeños por la calle: abuelos, padres, tíos, cuidadores… Hasta ellos se pueden clasificar. Por una parte, están los educadores, los que dicen… ¿Y cuanto son 5+3? ¿Y 5+8?..., por otra, están los que recuerdan a los niños los lazos familiares… A ver, ¿donde vive yaya? ¿Y tía? ¿Quién es mamá? ¿Y papá? y, como no, están aquellos que usan el conocido idioma de los niños: el bobalicón. ¡¡Ay, mi niño, guapetón , ayayaya!! ¡Pero es que es guapo, guapo! –¿qué se supone que contesta a eso el niño?-.

Si seguimos trabajando en ello, quizá descubramos algún caso digno de una novela policiaca. El caso es que a eso de las 12 tenemos que cerrar que empieza a apretar el calor y se nos acaban las prácticas. Todo se andará.

lunes, 12 de septiembre de 2011

REAPRENDIÉNDONOS


(I hope all is well with you
I wish the best for you
When no one is around love will always love you
[…]
Never give up no never give up
If you're looking for something easy
You might as well give it up)


No importa qué diga la sociedad,
los que nos rodean, las normas, las leyes,
la justicia o sus compañeros.

Nos resistimos a las adversidades.
Luchamos con uñas y dientes,
cuando, en ocasiones, sólo vienen
a mecernos.

En extrañas y únicas ocasiones,
la vida nos impulsa a reaprender
a los que firmemente compartimos
un amor transformable,
que no se crea ni se destruye.

A recorrer un largo, largo camino,
lleno de adversidades,
mas rebosante de luz y fuerza.

Y al final,
en el último segundo,
descubrimos
el valor incalculable
del querernos
de todas las formas,
de todas formas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

OLISQUEANDO

No se si lo habéis notado, pero las ciudades –como las personas- desprenden olores característicos. No siempre, solamente en ocasiones. A veces el aroma dura unos segundos, otras se mantiene durante semanas, y en muy raras ocasiones, se nos mete entre los sueños y no se desagarra nunca.

Barcelona tiene un perfume totalmente característico de humedad. Se desprende sobre todo en las noches gélidas o lluviosas de invierno, o en las de verano… Huesca tiene un aroma a vino rancio… Granada es más como a café algo quemado… París rezuma fragancia a leña… En San Francisco se respira el olor a hierba mojada… En fin, cada uno tenemos nuestra lista particular. Supongo que algunas más objetivas que otras.

Las personas, por supuesto, también tienen un olor permanente. Basta con pasar una noche con alguien para que ese olor te acompañe todo el día. Por no hablar el de nuestros padres o hermanos. El caso es que éste es más indescriptible es quizá más sutil, o más mezcla, o menos inclasificable.

Lo cierto es que, si por un motivo totalmente casual, nos cruzamos con un olor evocador de otros tiempos, personas o lugares, tengamos por seguro que nos transportará automáticamente. Por unos instantes, nos dejará perplejos, indecisos y melancólicos. Algo ciertamente cercano al transporte espacio-temporal.

Cleopatra huele a canela, pero no siempre. Por la mañana huele a sudor dulce, a sábanas que se enredan en las piernas que no quieren abandonar el sofá cama tan temprano (las seis), a enfado con la vida, que empieza demasiado pronto y que la arroja a los brazos de una realidad fría y solitaria. A mediodía huele a sudor amargo, a lejía, a amoniaco perfumado, a estropajo, a comida barata tomada de pie, en el metro o en el autobús, o apoyada en el banco de la cocina para no perder tiempo. Por la tarde es cuando huele a canela. Y a cansancio, y a tobillos hinchados, y a huevos, y a leche, pero sobre todo a eso, a canela.

El tiempo mientras tanto. Carmen Amoraga

martes, 6 de septiembre de 2011

AMOR PASIÓN

Escucha, para apostar por el amor pasión se necesita ser valiente, muy valiente, valiente hasta rozar la locura. Porque el amor pasión es peligroso y brutal, porque el amor pasión es asocial, porque conduce a la soledad, a la marginación. La pasión es siempre transgresora. Cuanto más prohibida, menos honorable, más imposible sea esa pasión, más agudeza posee, mayor intensidad […]

Esto es lo que más me irrita del amor pasión: esa necesidad de consumir el tiempo que media entre un encuentro y otro, esos deseos de dormir indefinidamente hasta poder volver a verle. Al amor pasión le entregas todo tontamente, hasta la propia vida; tus días, tus horas, tus minutos sin él parecen vacíos e indignos de ser vividos. Es una repelente y enfermiza obsesión. En el amor pasión estás poseída por otro yo infinitamente más estúpido que el tuyo real, que queda relegado al último rincón de la conciencia.

La función Delta. Rosa Montero

domingo, 28 de agosto de 2011

BAILEMUNDEANDO

Supongo que recordaremos y habremos visto alguna vez –la publicidad nunca es gratuita- este fantástico vídeo de Lotus Flower, el primer single del último álbum de Radiohead.

Este vídeo desde luego, no pasó desapercibido porque, además de señalarnos un cambio de estilo importante en su trayectoria, Thom Yorke –el cantante de Radiohead- se atrevió a marcarse una coreografía de lo más interesante sin ningún atisbo de pudor. He escuchado muchas críticas a este baile, a mi me parece magnético. En serio, creo que es lo más elocuente y ensimismante que he visto en mucho tiempo. Si creéis que no, intentad imitarle.

También recordaréis que hace un tiempo os hablé del poder del baile. De lo increíble y maravilloso es escuchar una canción, sentir que esta te atrapa, te va inundando y te nuble los sentidos para acabar moviéndote a sus ordenes sin control. Un orgasmo de calidad.

Bien, hace un par de días di con el proyecto de un chico que no sólo comparte y conoce bien este superpoder, sino que lo lleva a la práctica, traspasándonos parte de esta energía que él produce y que nos hace latir las entrañas. Se llama Davey y lleva desde 2007 grabando coreografías improvisadas delante de sitios emblemáticos del planeta. Cada una con una canción diferente de sus favoritas. Desde aquí, agradecimientos infinitos este enorme proyecto para llevar el buen humor, la alegría y el baile de viaje por el mundo. Mi más humilde respeto.

Sugerencia desde aquí: Cada día cuando os levantéis poneros a bailar mientras os ducháis, vestís u os miráis al espejo. Si os da algo de pereza, entonces pasad al plan B: entrad en el blog de Davey, DaveyDanceBlog, dadle al “Random” (esquina derecha de su blog), y dejar que durante unos minutos la sensación de dejarse fluir os embargue -además, la cara de la gente que pasa por allí no tiene precio-. Os lo aseguro, mejorarán nuestros días, todo nos saldrá bien, estaremos deslumbrantes y la vida nos mostrará su faceta simple. Si no está usted satisfecho, le devolvemos su energía.

miércoles, 24 de agosto de 2011

DESCENDIENDO

Como raza humana, sabemos que nuestro último sentido está en nuestra descendencia, en perdurar lo que somos, en traspasar todo lo bueno que somos, que hemos aprendido y conseguido a aquellos que estarán a nuestro cargo y dependerán de nosotros durante un buen número de años: nuestros hijos.

Quizá por eso, existe una inmensa mayoría que ve en los hijos una inmensidad de alegría -nublada quizá por alguna que otra noche en vela sin importancia- y un amor incondicional –siempre he escuchado que un hijo no sabe lo que sus padres le quisieron hasta que fueron padres-. Sin embargo, sólo en una ocasión escuché a alguien, con toda su valentía, decir algo diferente -Guille, un beso desde aquí-: un hijo está indefenso, tiene toda una vida de desubicado sufrimiento y desorientación por delante en la que, ni siquiera la gente que más le puede querer, podrá hacer nada para evitarlo. En una palabra: impotencia.

Es cierto que también le quedan muchos amigos, besos, risas y experiencias que vivir, pero… seguramente a nadie le gustaría volver a tener quince años de nuevo, ¿no es cierto? El crecimiento y fortaleza que hoy día hemos conseguido es un trofeo demasiado valioso.

Recuerdo que aquello me dió mucho que pensar: la imposibilidad de pasar una herencia de vida a nuestros hijos. La imposibilidad de crear una personita con todos nuestros errores, lecciones y deslices superados y aprendidos. Al contrario, crear una personita con una gran página en blanco lista para llenar de futuros errores a cometer y enmendar. Lo mismo que hemos hecho nosotros día tras día.

Los hijos dan mucha alegría y todo eso que se dice, pero también dan mucha pena, permanentemente, y no creo que eso cambie ni siquiera cuando sean mayores, y eso se dice menos. Ves su perplejidad ante las cosas y eso da pena. Ves su buena voluntad, cuando tienen ganas de ayudar y de poner de su parte y no pueden, y eso te da también pena. Te la da su seriedad y te la dan sus bromas elementales y sus mentiras transparentes, te la dan sus desilusiones y también sus ilusiones, sus expectativas y sus pequeños chascos, su ingenuidad, su incomprensión, sus preguntas tan lógicas y hasta su ocasional mala idea. Te la da pensar en cuánto les falta por aprender, y en el larguísimo recorrido al que se enfrentan y que nadie puede hacer por ellos, aunque llevemos siglos haciéndolo y no veamos la necesidad de que todo el que nace deba empezar otra vez desde el principio. ¿Qué sentido tiene que cada uno pase por los mismo disgusto y descubrimientos, más o menos eternamente?

Javier Marías. Los enamoramientos.

domingo, 21 de agosto de 2011

CON JOTA DE JOTA

Como siempre que vengo de pasar unos días en Huesca –especialmente en fiestas-, se me engancha un espíritu jotero -literalmente-en el cuerpo del que cuesta deshacerme. Creo que una de las sensaciones de más arraigo que tengo en el cuerpo es ese escalofrío atravesándome la espina dorsal cuando escucho el discurrir de una jota.

Aunque a priori, las jotas puedan parecer algo de otro tiempo, antiguo, aburrido, gastado..; encierran una gran poesía, una gran carga emocional, un desnudarse el alma cada uno con sus temas y los de su tiempo, que rara vez he vuelto a ver reproducido en cualquier otro cante.

Así, hace unos días, mientras gente de tres, incluso cuatro generaciones distintas se nos humedecían los ojos con el canto profundo y hermoso de un baturro de pura cepa, acaricié con todos los poros de mi piel la definición de arte, en las venas, en la sangre y en la atmósfera. La Jota de Aragón.

La música que arropaba misteriosamente todo cuanto hacíamos o decíamos. Fue entonces cuando intuí que todos nuestros movimientos, incluso los sentimientos, se producían mágicamente dentro de alguna sinfonía. Esa que luego, a retazos, reconocemos con los años, de donde brotan la añoranza o la memoria.

Ana María Matute. Paraíso inhabitado.

miércoles, 17 de agosto de 2011

ATRÁS


(Run fast for your mother, run fast for your father
Run for your children, for your sisters and brothers
Leave all your loving, your loving behind
You cant carry it with you if you want to survive)

Les anunció que el síndrome del duelo duraba como máximo dieciocho meses. Les explicó que eso no quería decir, ni mucho menos, que pasado ese tiempo la ausencia dejara de doler, pero sí que aceptarían ese dolor. Les dijo que al principio llorarían todos los días, que cada vez llorarían un poco menos, que un día se darían cuenta de que no habían llorado, que de pronto su recuerdo les traería paz y no tristeza, que pensarían en las cosas buenas que había hecho por ellos, que se conformarían, que se repondrían.

El tiempo mientras tanto. Carmen Amoraga

domingo, 14 de agosto de 2011

DESFASE TEMPORAL

En nuestra vida cruzan diariamente miles de personas. Algunas de estas interacciones son antiguas, aparecieron hace años, meses o tal vez días, y se quedaron en ella, gracias a una conexión mutua, esfuerzo y unas reglas no escritas con tintes de amor, amistad, coleguismo o -en una escala de mayor a menor clase-, simple conocimiento.

Desafortunadamente, muchas de estas interacciones no se dieron en el momento adecuado. Algunas llegaron cuando todavía no estábamos preparados para afrontar ésta o aquella faceta de la vida o de las personas y, muy a pesar, hizo que personas que años más tarde podrían haber ocupado una amplia casilla en nuestra vida, tan sólo hayan pasado a una categoría media de conocido, cuando no de olvidado. De la misma forma, también hubo gente que llegó a nuestra vida antes de tiempo y los relegamos a la desaparición de nuestra vida.

El único consuelo a este desfase horario es pensar que todos estos potenciales futuros amantes, amigotes o conocidos que llegaron en una mala hora, nos proporcionaron una visión telescópica con la que no contábamos. Con ellos aprendimos –en ocasiones, por desgracia, a cambio de comodines valiosísimos- a ser más pacientes, a entender, a compartir, a cuidar, a controlarnos, a respetar, a aclarar malentendidos… En definitiva, fueron parte del manual práctico para la vida, un aprender a vivir en esta vida agotadoramente sutil; tremendamente simple a grandes rasgos, complicadísima a nivel de microescala.

En parte gracias a ello y en parte, gracias a nuestra intuición –calibrada con nuestro tiempo local- hemos podido tener millones de interacciones fructíferas, valiosísimas y –tal vez a modo de consuelo- mucho más increíbles que lo que hubiera sido con las interacciones desfasadas en el tiempo.

Reencontrarte con algunos de los adelantados cuando ya hace tiempo que tomamos un buen número de bifurcaciones diferentes en nuestros camino y reconocer aquella esencia que podría haber sido una interacción de primerísima clase causa un remolino de congoja y frustración. La misma que sentimos cuando acabamos una película y queremos verla de nuevo para captar todos los detalles, ahora que sabemos el golpe final. La de desear que esta vida de ahora, fuera tan sólo una de las opciones en un Elige tu propia aventura.

Llegamos demasiado tarde a un mundo demasiado viejo.

Arturo Pérez-Reverte. La carta esférica

martes, 9 de agosto de 2011

HOGAR



Ahh Home. Let me come home

Home is wherever I'm with you.


Ese olor, el verde albahaca, las parrillas colgantes, las compras a última hora de combustible para el cuerpo, los rituales invencibles, el cansancio mezcla de expectación, ilusión y delirio que vendrá, el blanco deslumbrante, las ganas del reencuentro, los himnos consabidos y repetidos hasta la médula, las horas infinitas, el ensuciamiento matutino, los excesos preconcebidos y celebrados, los brindis multitudinarios, los dedicados a modo individual, la euforia compartida, la ilusión sin parangón… Si, una vez más, es San Lorenzo. And I’m at home.

¡Viva San Lorenzo!

jueves, 4 de agosto de 2011

¿DIGAME?

Cuando te paras a pensar la cantidad de gente anónima con la que has tenido una kilométrica conversación telefónica sobre impuestos, tarifas, billetes de avión, transferencias y otras palabrejas que nos hemos inventado para tener una supuesta calidad de vida, y escasamente recuerdas sus nombres –en la mayoría de los casos falso- por ya no decir sus caras, opiniones o posiciones en la vida, me entra un vértigo absurdo al contemplar esa perspectiva extraña que la realidad nos enseña a veces.

Hace mismísimos segundos he colgado tras una hora y media de palique con un chico que me ha explicado el despiadado mundo de las maravillas –parafraseando a Murakami- de los ahorros de jubilación en los EEUU –tema apasionante donde los haya-. El chico me ha mirado doscientas opciones, ha sido amabilísimo, nos hemos reído, cabreado y desconcertado juntos… Al final, hemos colgado con un efusivo: gracias, de nada, suerte con todo, igualmente, tú también, que vaya genial, gracias hasta pronto, hasta pronto, adiós… Vamos, que en más de una ocasión, he llamado colega o conocido a alguien con mucho menos…

Y diréis, ya, eso es la práctica que tienen los estadounidenses en venderse… Y claro que algo de eso hay, pero eso no quita para que –artificialmente o no- se cree una conexión con una persona que con toda probabilidad nunca más volverás a contactar –en el caso que llames otra vez, te atenderá otra persona diferente con propiedades similares de afabilidad extrema- y que ha tenido noción de tu existencia durante un lapso de tiempo del orden de un montón de ceros por ciento de su vida.

Lo cierto que conforme más miro a este ángulo muerto más me doy cuenta que es una ilusión del maldito egocentrismo humano. Olvidad que tropezasteis con esto.

Me gusta por ejemplo ir en las diligencias y observar a los desconocidos que viajan conmigo, me gusta inventar sus vidas, adivinar por qué se van o por qué llegan. Me pregunto si pasará algo que nos una por azar o si nunca volveremos a cruzarnos, que es lo más probable. Y como seguramente no volveremos a cruzarnos, pienso que esa intimidad es única, que podríamos seguir callados o confesarnos cualquier cosa, yo qué sé.

El viajero del siglo. Andrés Neuman

lunes, 1 de agosto de 2011

RESALAO

Tras un fin de semana lleno de luz, agua salada, playas y calas preciosas, unas buenas risotadas por los motivos más inverosímiles, y unos cuantos litros más de agua en tus órganos, todo se ve con una perspectiva mucho más simple.

Tengas o no tengas un problema, tengas o no tengas aquello que buscas, tienes millones de maneras de que actuar, pero la preocupación –es decir ocuparte del asunto antes de hora- , sólo provoca una pérdida de minutos valiosos. No sirve de nada. Es tiempo malgastado y malvivido. Por si tenéis alguna duda, aquí va una pequeña demostración a modo de algoritmo irrefutable.


La gran ventaja del mar era que podía pasar horas mirándolo, sin pensar. Sin recordar, incluso, o haciendo que los recuerdos quedasen en la estela tan fácilmente como llegaban, cruzándose contigo sin consecuencias, igual que luces de barcos en la noche. Aquello sólo pasaba en el mar, porque éste era cruel y egoísta como los seres humanos, y además desconocía, en su terrible simpleza, el sentido de palabras complejas como piedad, heridas o remordimientos. Quizá por eso resultaba casi analgésico. Podías reconocerte en él, o justificarte, mientras el viento, la luz, el balanceo, el rumor del agua, obraban el milagro de distanciar, calmándonos hasta que ya no dolían, cualquier piedad, cualquier herida y cualquier remordimiento.

La reina del sur. Arturo Pérez-Reverte.

jueves, 28 de julio de 2011

RUIDOSO

Como ya hemos hablado en alguna ocasión, Sabina sabe como nadie, narrar los hechos más cotidianos de la manera más rotunda. Hoy me ha revelado, a modo de susurro en el oído su versión de los hechos. De su gran sabiduría y genialidad con forma de poesía de voz rasgada me quedo con dos de sus hipótesis: demasiado ruido no nos deja escuchar el auténtico ruido y todos los finales, son el mismo repetido.



Ella le pidió que la llevara al fin del mundo,
él puso a su nombre todas las olas del mar.
Se miraron un segundo
como dos desconocidos.
Todas las ciudades eran pocas a sus ojos,
ella quiso barcos y él no supo qué pescar.
Y al final números rojos
en la cuenta del olvido,
y hubo tanto ruido
que al final llegó el final.
Mucho, mucho ruido,
ruido de ventanas,
nidos de manzanas
que se acaban por pudrir.
Mucho, mucho ruido,
tanto, tanto ruido,
tanto ruido y al final
por fin el fin.
Tanto ruido y al final...

Hubo un accidente, se perdieron las postales,
quiso Carnavales y encontró fatalidad
porque todos los finales
son el mismo repetido
y con tanto ruido
no escucharon el final.
Descubrieron que los besos no sabían a nada,
hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.
Se pisaron las pisadas,
se apagaron los caminos,
y con tanto ruido
no se oyó el ruido del mar.

domingo, 24 de julio de 2011

SIN CONTEMPLACIONES

Creemos que somos capaces de contemplar todas las posibilidades en nuestra mente limitada y la realidad, en la gran mayoría de los casos nos devuelve una lección maravillosa de humildad en que nos recuerda -a modo de colleja cariñosa-, que en la vida hay, como mínimo, tantas posibilidades como personas o interacciones y que casi nunca no hay nada escrito. Que al final, lo que se deletrea depende de nuestra propia imaginación, esencia y modelaje.



Olvidé un detalle importante: que en el amor, y en el jazz, el placer depende de la sorpresa, de lo inesperado, de la improvisación. El momento sublime de un concierto o de una relación es precisamente ése en el que todo se descalabra, en el que lo previsible se hace imprevisible, y es entonces cuando se cumplen las armonías y los actos que segundos antes resultaban inimaginables. La capacidad para convocar lo inesperado que hizo único a Miles, la capacidad de sorprendernos que hace memorable a un amante, ese darle la vuelta a la realidad como si fuera un calcetín para presentarnos otra completamente distinta, para maravillarnos con algo con lo que ni remotamente habíamos contado.

Una historia de amor como otra cualquiera. Lucia Etxebarría

jueves, 21 de julio de 2011

VERTIENTES



Una simple decisión en la vida, puede tener versiones completamente diferentes no ya por otros, sino por uno mismo. Dependiendo en lo que le demos importancia a las cosas. Por ejemplo, una puede tomar su decisión de comprar yogures basándose en su necesidad de calcio, en su observación de la nevera vacía –como nos cantaban los Ojos de Brujo- o en una apetencia innata. Las tres son explicaciones validas. Las tres han sido valoradas y evaluadas por uno mismo. Las tres justifican el mismo hecho. Creemos que tomamos una decisión basándonos en una de estas opciones, pero la realidad es que las decisiones suelen estar tomadas en base a una combinación -lineal- de todas las opciones posibles.

Con cosas algo más sofisticadas que los yogures –o no-, pasa exactamente lo mismo, una puede tomar cualquier decisión en su vida remilgándose en su capacidad de cuidarse a si misma o bien, en la necesidad física de sustitución, o, tal vez en el reconocimiento del impulso innato e incapaz de controlar. La excusa que elijamos es lo que nos tranquiliza o no en mayor o menor conciencia nuestro acto valiente, exacerbado o ruinoso. Cada uno tomamos como oficial la que nos define más en un momento dado, aunque eso pueda cambiar con el tiempo. En el fondo, si somos del todo honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta que somos capaces de justificarnos casi todo, esquivar lo que no queremos ver en un momento dado y ser estrictamente severos en otros. En realidad, deberíamos darnos permiso y aceptar que somos seres mucho más complejos como para actuar movidos por un solo resorte. Somos multitud de facetas en un solo recipiente.

Ella sembró en mi cabeza la idea de que la realidad no es sólo como se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica, y si a uno se la antoja, es legítimo exagerarlo y ponerle color, para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido.

Cuentos de Eva Luna. Isabel Allende.

jueves, 14 de julio de 2011

SOBRE RUEDAS



Tras casi un mes arrastrando mis maletas por toda la geografía española, estoy empezando a ver el lado no-romántico de ese objeto con ruedas. Tener que planear que es lo que te vas a poner en los próximos dos, tres, siete o diez días y ser consistente con eso es agotador. Dormir en una cama diferente cada pocos días es muy cansado. Tener tu vida encerrada entre plásticos y sólo tener energía para poder desempolvar la superficie es realmente incómodo.

Por suerte, una siempre tiene multitud de amigos, casas, favores, proyectos y planes como para que las cosas fluyan y salgan bien. Al fin y al cabo, uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida. A pesar del cansancio, las cosas fluyen, se enmarañan y cambian de forma y estado. Y eso es bueno. Que las cosas cambien es excelente. De mover tu vida y reinventarla por toda la geografía mundial sólo puede salir algo bueno. Un besazo a todos los que habéis colaborado.

viernes, 8 de julio de 2011

ROTURA DEL RECUERDO



Tal vez el amor fuera el enriquecimiento más alto, un dador de ser; pero sólo malográndolo se podía evitar su efecto bumerang, dejarlo correr al olvido y sostenerse, otra vez solo, en ese nuevo peldaño de realidad abierta y porosa. Matar el objeto amado, esa vieja sospecha del hombre, era el precio de no detenerse en la escala, así como la súplica de Fausto al instante que pasaba no podía tener sentido si a la vez no se lo abandonaba como se posa en la mesa la copa vacía.

Rayuela. Julio Cortazar

martes, 5 de julio de 2011

MR. DUPLICITY



En esta época en que vivimos en que nuestros amigos, hermanos y alrededores no deja de reproducirse –que le vamos hacer, es lo que tiene tener entre 20 y 40 años-, yo me planteo en lo genial que es tener hermanos/as para jugar, divertirte y también para que te vayas acostumbrando a que nadie, ni tan siquiera tú, es tan importante en este mundo. Sin embargo, considero una gran jugarreta que el destino te de un hermano gemelo. Si con un hermano/a ya tienes que pasar por una constante comparación, en el caso de los gemelos, esa equiparación tiende a infinito. Eso es algo que siempre había pensado, pero estos días con más motivo.

Resulta que una noche hace unas semanas, conocí a un chico con el que tuvimos una conversación absurdamente divertida. Una de esas sensaciones de dejar fluir el buen rollo sin necesidad de conocer mucho más de esa persona. Bien, mi sorpresa una semana después cuando lo volví a ver y al saludarlo me respondió muy fríamente, pero mi sorpresa creció monumentalmente cuando unos metros más allá había una réplica exacta de él, que esta si, me saludaba con efusividad. Efectivamente, eran clones de la naturaleza: gemelos. Pero además, gemelos que estudiaron lo mismo, trabajaban en lo mismo, vivían en el mismo sitio y hasta hace poco vivían juntos. Al menos llevaban peinados diferentes. Paradojas del azar. Paradoja de los gemelos.

El caso es que imagino que debe ser algo alucinante tener a alguien tan parecido a ti que te comprenda tan tan bien –a veces incluso más de lo que te conoces a ti mismo- que a veces asuste. Sin embargo, algo completamente fastidioso –por decirle suavemente- es que desgraciadamente, pierdes tu propia personalidad, la gente ya no te valora como persona y ente individual, sino como pareja de personas. Yo ya no soy capaz de distinguir con quien conecté aquella noche. Cuando ahora veo a uno de ellos, saludo con algo de precaución, hasta que o bien, me devuelven el saludo sin efusividad o bien, nos enzarzamos en una conversación con mucha más conexión. Lo cierto es que siento lástima hacia ellos. Son personas únicas, diferentes, interesantes, amenas y divertidas. Sin embargo, están destinados a ser unos siameses unidos por un lazo invisible para el resto de los mortales. Desde aquí mis condolencias hoy, en el cumpleaños de ambos.

(En relación con esta entrada, si no habéis visto todavía esta película, Never let me go, os la recomiendo fervorosamente –basada en una novela del mismo nombre que no he tenido ocasión de leer-. Se trata de una joya preciosa que os romperá el corazón.)

jueves, 30 de junio de 2011

LIGEROS



Uno de los motivos principales por los que siempre me he caracterizado por ponerme objetivos algo dispares y de carácter imposible e ir a por ellos, es por la sensación de yata –que diría mi sobrinín- también conocida como la losa de encima. Es algo parecido a lo que –imagino- que debe sentir un alpinista… Sabes a priori que lo pasarás mal, que andarás escasa de sueño, que te perderás algunos eventos importantes, que dejarás de disfrutar al 100% de algunos detalles de la vida… pero cuando llegues a la cima, y veas el paisaje, todo eso habrá valido la pena, y no por el simple hecho de haberlo conseguido, no sólo eso. Sino también por haber tenido el ímpetu imperecedero para hacerlo. Sea cual sea el resultado.

Lo curioso del caso es que estos días de reencuentro –físico o telefónico- con mucha de la gente que me vitamina y me llena de energía, no paro de darme cuenta que todos y cada uno de ellos son gente capaces de las hazañas más grandes por un objetivo irreal. En otras palabras, gente auténtica.

Como comentábamos hace unos días con una gran amiga en un bareto del Raval barceloní, podemos sentirnos bien afortunados de habernos formado entre gente sencilla y simple, con una gran capacidad de mantener activa la lucha por su felicidad, sean sueños reales o no.

viernes, 24 de junio de 2011

CENICERO FLOTANTE



Tras un buen porrón de años sin celebrar el auténtico Sant Joan -aquel que tiene lugar a la orilla del mar, te aromatiza con un buen olor a leña y brasas y te envuelve una ensordecedora metralla de petardos a tu alrededor-, me he vuelto a reencontrar con las noches extremadamente cortas, los amigos antiguos, recientes y nuevos, las placetas de Gràcia, las conversaciones apasionantes, la coca, el cava, el añorado sentido del humor y los deseos memorables…

Lo cierto es que este año he pedido mis buenos deseos con mucha precaución. Tengo tantas cosas buenas, que apura un poco pedir más. Así que este año, propongo el intercambio de deseos. Mis deseos ahora mismo están flotando por aire y mar en busca de una persona que los merezca para cumplirse. De la misma forma, ahora mismo, cuando me despabile y salga a la calle, un deseo sin dueño podría instalárseme en un rincón recóndito, sin que yo me de cuenta y provocar algo tan fantástico que ni siquiera podría haber imaginado de su existencia. Es la magia de Sant Joan: de entre las cenizas se crea algo maravilloso.

lunes, 20 de junio de 2011

VAGAMUNDO



Uno ama su tierra, pero si te has marchado siendo joven, ya no puedes vivir sin la tierra que te ha acogido. Cuando uno viaja, se convierte en un ser extraño: no estás a gusto en tu patria, pero cuando estás fuera la echas de menos. Te quedas sin alma al irte, y no la recuperas al regreso. Te vas y deseas volver, regresas y quieres escapar. Es una contradicción irresoluble.


Vagabundo en África. Javier Reverte

miércoles, 15 de junio de 2011

HASTA SIEMPRE



Good-bye my Fancy!
Farewell dear mate, dear love!
I'm going away, I know not where,
Or to what fortune, or whether I may ever see you again,
So Good-bye my Fancy.

Now for my last--let me look back a moment;
The slower fainter ticking of the clock is in me,
Exit, nightfall, and soon the heart-thud stopping.

Long have we lived, joy'd, caress'd together;
Delightful!--now separation--Good-bye my Fancy.

Yet let me not be too hasty,
Long indeed have we lived, slept, filter'd, become really blended
into one;
Then if we die we die together, (yes, we'll remain one,)
If we go anywhere we'll go together to meet what happens,
May-be we'll be better off and blither, and learn something,
May-be it is yourself now really ushering me to the true songs, (who
knows?)
May-be it is you the mortal knob really undoing, turning--so now finally,
Good-bye--and hail! my Fancy.

Walt Whitman

domingo, 12 de junio de 2011

OJOS NUEVOS

Hace unos días pensaba en lo extraño que va a ser a partir de ahora ir a comprar a supermercados donde los cajeros no sean encantadores y te pregunten cómo va todo, o pedir un bocadillo en un bar sin tener que pasar un cuestionario de 15 preguntas, o tener una conversación sobre artículos, congresos o departamentos con cualquier persona que te encuentres en un bar, o volver a la picaresca para sacar unas pelillas de más, o pedir excusas cada vez que toques a alguien, o trabajar sin esa atmósfera de optimismo constante que te hace escuchar un “¡buen trabajo!" cada diez minutos, o dejar de ir a tomarme un café con un libro y nada más a un sitio público, o dejar de ver sonreír a la gente por la calle… En fin, si veis este vídeo os podréis hacer una idea de lo que hablo (no os resistáis a la tentación de ver éste otro después).



En fin, no se si voy a necesitar un curso de “educación para la ciudadanía” de nuevo. Lo que está claro es que me llevo un porrón de cosas geniales que este país y su gente tiene, y me apunto otras diferentes que aquí no tienen y me hace valorar más lo que ya tenía antes –véase por ejemplo la poca empatía con los músicos que los estadounidenses pueden tener en un concierto de rock-.

Éste es una de los factores de la magia de viajar, quedarte con lo bueno de los sitios nuevos, valorar lo que no sabías que era bueno de los sitios antiguos.