domingo, 26 de febrero de 2012

Y PUNTO



Y punto. Lo demás es nimio. La autoconfianza y el esfuerzo que provocan una pasión son la pieza básica y fundamental para conseguir cualquier cosa. Está en nuestra mano. Sólo hay que tenerlo presente. Que no se nos olvide nunca.

(Por cierto, si no habéis esta película, ya estáis tardando. Además de pasearos por un increíble San Francisco, es absolutamente preciosa y motivadora.).

martes, 21 de febrero de 2012

ORGULLOSAMENTE ANTI-ORGULLOSA



Efectivamente, la vida nos da algún cachete de vez en cuando. Algunas veces producen quemazón, otras veces solo algo de picor. Pero lo que no tiene sentido alguno es utilizar el orgullo para protegernos para el siguiente arañazo. Así que: me declaro orgullosamente anti-orgullosa.

No me confundáis, me gusta la palabra orgullo: orgullo de lo que somos, de lo que son nuestros amigos, de lo bien que hemos hecho un trabajo, de lo bien que hemos actuado, que nos hemos tratado. Pero cuando esa sensación eufórica, adquiere un cariz tiznado de tozudez e intransigencia, esa que raya el no-olvido, no-perdono, me cabrea.

Todos tenemos unos cuantos vales para equivocarnos, está escrito en nuestra definición: no somos perfectos. Y como tal, herimos sentimientos, decimos cosas que no quisimos decir, nos creamos opiniones erróneas y muchas cosas más. Pero también, evolucionamos con el tiempo, aprendemos de nuestros errores. El caso es que sino somos capaces de devolver una sonrisa cuando alguien nos pide el perdón correspondiente, nos convertimos en personas egoístas, perdemos grandes futuros y regalamos el derecho de no perdonarnos a cualquiera que hiramos inconscientemente.

Y no digo que haya que poner siempre la otra mejilla, porque en ese caso, llega un punto que nos metamorfoseamos de buena persona a persona tonta. Pero si que es muy recomendable dar votos de confianza, aceptar los perdones sinceros y regalar alegría. Seguro que a nuestra vida y nuestra conciencia le gustamos más sin ese orgullo cancerígeno.


Lo peor fue la desconfianza. No estaba segura, pero tenía la duda. ¿Y si todos los hombres fueran iguales? Los otros, los que había conocido antes que a Manuel, era así (egoístas, cobardes, hijos de puta, en fin), y por eso no se los había tomado en serio. [...] ¿Y si no había un hombre bueno sobre la faz de la tierra? A veces se imaginaba que en algún lugar del mundo había uno (un hombre bueno) haciéndose la misma pregunta. ¿Y si todas las mujeres eran unas putas? ¿Y sino había una mujer buena sobre la faz de la tierra?

El tiempo mientras tanto. Carmen Amoraga

jueves, 16 de febrero de 2012

CUERDAS Y COLORES

De cómo aprovechar bien cada centímetro de una guitarra



O hacerse un traje con colorines



Todo ello aderezado con una gran canción, y mucho arte. Un besazo para Cris desde aquí por la recomendación.

domingo, 12 de febrero de 2012

HOLA, CORAZONES

En los alrededores del día homenaje a la comodidad ñoña, previsible, costumbrista e insípida...

Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto.

... siempre me gusta contraatacar con algo de arte poderoso, auténtico, imprevisible y pasional sobre las subidas, bajadas, terremotos y cataclismos que en realidad son parte meritorias, necesarias y esplendorosas del amor, del de verdad, no del que nos venden.

Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. (de Rayuela, Julio Cortazar)

jueves, 9 de febrero de 2012

EN CLAVE



Todo sería como una inquietud, un desasosiego, un desarraigo continuo, un territorio donde la causalidad psicológica cedería desconcertada, y esos fantoches se destrozarían o se amarían o se reconocerían sin sospechar demasiado que la vida trata de cambiar la clave en y a través y por ellos, que una tentativa apenas concebible nace en el hombre como en otro tiempo fueron naciendo la clave-razón, la clave-sentimiento, la clave-pragmatismo. Que a cada sucesiva derrota hay un acercamiento a la mutación final, y que el hombre no es sino que busca ser, proyecta ser, manoteando entre palabras y conducta y alegría salpicada de sangre y otras retóricas como ésta.

Rayuela. Julio Cortazar

domingo, 5 de febrero de 2012

AUDIOMATÓN CASERO

Hace unos días me regalaron uno de esos cacharrejos en los que puedes cargar infinita música y llevarla contigo allá donde vas.

Lo cierto es que yo nunca he sido de ir con esos aparatejos por la calle, porque creo que la calle también tiene una musicalidad, un sonido, un bullicio, y si, estás escuchando otra cosa, te lo pierdes. Así que yo lo utilizo sobre todo para estar por casa, trabajar, viajar… Y la verdad es que estoy completamente emocionada con él. Es más, tan emocionada, que he decidido realizar un audiomatón adaptado al estilo de aquellos que un conocido periódico realizaba a músicos famosos…

Ahí va el mío, si participáis, además de posiblemente presentarme nuevos descubrimientos, me haréis muy feliz. También podéis proponer o añadir cualquier otra pregunta.

1. El disco que me cambió la vida o me descubrió la música.

Uno de los muchos que hizo eso sería, el Achtung Baby de U2. Fue la primera vez que me enamoré de lo increíble que puede ser la música de calidad.

2. Una canción para el sábado por la noche.

Bailando de Alaska.

3. La canción ideal para un domingo por la mañana.

Sunday Smile de Beirut.

4. La canción ideal para iniciar una revolución.

Time is running out de Muse.

5. La última canción que me ha entusiasmado.

Desperate Man de Tindersticks.

6. La canción que canto en la ducha.

Cualquiera de Bunbury, pero digamos Aunque no sea conmigo.

7. Una canción para alargar la fiesta cuando sale el sol.

Blanco y Negro de Barricada.

8. Un disco o canción para antes de irte de fiesta.

16th & Valencia de Devendra Bahnhart.

9. Un disco para comenzar un viaje en coche.

Uno de los muchos, desde luego, el Hasta luego de Los Rodriguez.

10. La canción más triste del mundo (aunque no lo sea objetivamente).

Estoy entre Donde habita el Olvido de Sabina o Obstacle 2 de Interpol.

11. Un disco o canción que te inspire a la ciudad en la que vives.

Más de una, por ejemplo, Everything in its right place de Radiohead.

12. La canción que más describe el momento en el que vives

La vida te da sorpresas.

13. Una canción que sirva de consuelo.

El Día tonto de Pastora.

Mmm… al acabar esto, me doy cuenta de que muy difícil decir una y sólo una, y todo esto se refiere a éste preciso instante, pero aún así, desempolvad vuestra discografía, veréis que ganas de escucharlo todo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

AUTOESCALANDO



Hay que ver la marejada que se nos viene encima en los períodos de removimiento, de idas y subidas, de replanteamientos, de concesiones, de sorpresas, de heridas, de zurzidos, de charlas, de conocimiento, de re-conocimiento, de planteamientos, de alegrías puntuales, de decisiones, quimeras y bifurcaciones.

Es como si nuestro cerebro nos estuviera pidiendo algo de orden, un par de días a base de verdurita para empezar a hacer buena la digestión de nuevo. Lo verdaderamente importante está, sin embargo, en identificar qué resorte oculto nos ha localizado lo ocurrido y aprender una gran lección de eso.

En efecto, estas épocas -que suelen darse de golpe en los círculos cercanos, ya sea por epidemia o por empatía- son, cuando menos, confusos, algo así como coger un banjo y ponerte a tocar a Bartok en un sitio con guitarras colgando. Eso sí, el resultado nunca deja der ser sorprendente.