miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL PODER DE LA AMABILIDAD


Uno de los poderes que, probablemente, todos tenemos más claro pero no lo ponemos en práctica tan a menudo como debiéramos es el Poder de la Amabilidad –también conocido como el Poder del Buen Humor-.
A la altura de otros superpoderes como el del canto, soplo, hostia, exposición o baile, resulta increíble la cantidad de cosas que se pueden conseguir, simplemente teniendo buen humor, mirando a los ojos, y contestando –a veces a palabras un poco malhumoradas- con una sonrisa y amabilidad.
En muchas ocasiones –y probablemente éste sea el motivo por el que no lo ponemos más en práctica- nos perderá un poco el resorte automático del ojo por ojo, del orgullo propio, del hervor de sangre. Pero, si sobrepasamos esta reacción inicial, y devolvemos algo totalmente insospechado en su lugar, se puede volver la herramienta más poderosa de la que hayamos dispuesto nunca. Tanto tanto, que es capaz de disolver cualquier atisbo de enervamiento de un plumazo.
Sus alcances son inimaginables. Sin ir más lejos, hace unos días, unos funcionarios de eficiencia algo dudosa cuya primera respuesta automática fue un tanto borde –la conocida malafollá granadina-, acabaron siendo totalmente eficaces a la vez que nos reímos a mandíbula batiente, con la consiguiente perplejidad por parte de ellos y del resto de la cola. Asimismo, en otras ocasiones me he librado de pagar ese par de kilogramos maletiles de más en los aeropuertos gracias a la magnitud de este superpoder.
Un poder sencillo, agradable, fácil de ejecutar, con gran repercusión y con beneficios totalmente saludables. Además, es altamente contagiable. Vamos que todo son ventajas. Probadlo, probadlo, y veréis como vuestros alrededores se empiezan a transformar.
Sin duda alguien genial decidió dotarnos de humor, la salvación a todos nuestros conflictos... Un sentimiento extraño que nos permite darle la vuelta a todo, cuando y como deseemos.
Albert Espinosa. El mundo amarillo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

BASADA EN HECHOS REALES

La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.

La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real.

La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas, la vida, proxeneta de la muerte, espléndida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario.

Rayuela. Julio Cortazar

martes, 22 de noviembre de 2011

VIDA DE NUEVO

Me sigue maravillando lo alucinante del mecanismo humano. Que un bichillo con ojos, naricita, boquita y unos mil millones de cosas más, sea capaz de provenir de una célula inicial, del vientre de una madre, del perfecto engranaje que llevamos dentro, me sigue dejando boquiabierta.

Pero lo que me deja todavía más boquiabierta si cabe, es la facilidad con la que esa criaturita exhala aire, busca el contacto con la piel, aprovecha el alimento, se adapta a estar rodeado de un montón de personajes nuevos…

Somos fábricas de crear personitas con todos sus botones, somos mecanismos perfectos, somos seres totalmente alucinantes.

Se nota que ayer repetí en mi papel de tía, ¿no? Todavía me envuelve ese aroma de bebé infinito, proveniente de ese pequeñín llamado Leo que ya se nos ha enganchado al índice, a las entrañas, a las costillas. Un besazo enorme desde aquí preciosito.

También sé, que un hijo tira de tal manera del corazón de quien lo cría que sería imposible o muy difícil que mi padre hubiera olvidado ese lazo invisible y sólido que pese a todo nos une.

Un milagro en equilibrio. Lucia Etxebarría

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL SUFRAGIO UNIVERSAL

Hace unos minutos acabo de venir de ejercer mi derecho al voto. Por mucho que la frase suene mucho más rimbombante que la simple palabra votar, me gusta remarcarla, saborearla, tomar conciencia de todo su significado. El sufragio Universal. Guau.

El día de las elecciones es uno de esos días en los que te puedes perder y maravillar con millones de reflexiones –dejando a un lado las meramente políticas-. Por ejemplo, ¿no es maravilloso que yo, mujer española del siglo XXI, acuda a votar con todo mi derecho, sin ninguna objeción por parte de nadie cuando hace menos de 40 años no hubiera podido hacerlo? ¿No es triste y apesadumbrador pensar la cantidad de países en que todavía muchas mujeres o clases sociales no pueden hacerlo? ¿No es curioso como la población puede movilizarse y organizarse cuando se trata de cambiar una pequeña parte del mundo? ¿No es escalofriante la cantidad de información, arte, creatividad de la que disponemos para expresarnos? ¿No es admirable que a veces existan personas con buena voluntad, ideas y predisposición para hacer las cosas bien? ¿No es alucinante como millones de seres individuales podemos ser a la vez lo más importante y lo más insignificante del Universo? Y la más espasmódica, ¿no es increíble que a pesar de nuestra propiedad humana de equivocarnos una y otra vez, no sólo no nos hayamos estrellado unas cuantos millones de veces ya, sino que además somos capaces de producir un orden que aparentemente funciona?

Ya, ya, que la jornada de reflexión fue ayer. Pero es que los días solemnes como éste dan mucho de sí. Y tampoco he vivido tantos.

Como los demás presidentes de mesa de la ciudad, este de la asamblea electoral número catorce tenía clara conciencia de que estaba viviendo un momento histórico único. Cuando ya iba la noche muy avanzada, después de que el ministerio del interior hubiera prorrogado dos horas el término de la votación, periodo al que fue necesario añadirle media hora más para que los electores que se apiñaban dentro del edificio pudiesen ejercer su derecho de voto, cuando por fin los miembros de la mesa y los interventores de los partidos, extenuados y hambrientos, se encontraron delante de la montaña de papeletas que habían sido extraídas de las dos urnas, la segunda requerida de urgencia al ministerio, la grandiosidad de la tarea que tenían por delante los hizo estremecerse de una emoción que no dudaremos en llamar épica, o heroica, como si los manes de la patria, redivivos, se hubiesen mágicamente materializado en aquellos papeles.

Uno de esos papeles era el de la mujer del presidente. Vino conducida por un impulso que la obligó a salir del cine, pasó horas en una fila que avanzaba con la lentitud del caracol, y cuando finalmente se encontró frente al marido, cuando oyó pronunciar su nombre, sintió en el corazón algo que tal vez fuese la sombra de una felicidad antigua, nada más que la sombra, pero, aun así, pensó que sólo por eso había merecido la pena venir aquí.

Ensayo sobre la lucidez, José Saramago

jueves, 17 de noviembre de 2011

ANARANJADO

Mondantes reflexiones sobre el mundo de los naránjidos. A partir de ahora, habrá que pensárselo dos veces antes de desayunarse un zumito.

domingo, 13 de noviembre de 2011

TECLAS ESTRATÉGICAS

Pongámonos en la situación de que hemos quedado con unos amigos a tomar unas copichuelas en el sitio más céntrico de la ciudad, qué se yo el Zurich de Plaza Cataluña, las cuatro esquinas de Huesca, la Plaza Nueva de Granada, el Miskhas de Davis… Y sólo vemos aparecer a gente y gente en todas direcciones y sentidos. ¿No sería genial tener una tecla de find personal que nos escaneara unos metros cuadrados a la redonda y nos dijera si encuentra o no al amigo y donde?

Otra situación, imaginemos ahora que estamos de farra y en un momento dado tenemos un conocido ataque de sinceridad en el que hablamos más de la cuenta –cada uno de lo que quiera-… ¿Quién no desearía tener un delete para borrar esas palabras instantáneamente? (Algo parecido a lo que ocurría en la genial película de Ethernal Sunshine of the Spotless Mind)

Y la más importante… Imaginaros que estáis hablando con una persona que queréis mucho y de pronto, metéis la pata y decís algo que no sienta bien? ¿No sería maravilloso tener un undo, es decir un “deshacer” y poder volver al momento justo en que esas palabras iban a ser pronunciadas?

Ahora no me digáis que las nuevas tecnologías ya tienen eso, que entonces si que me convierto.

jueves, 10 de noviembre de 2011

NIÑOS ARRUGADOS

¿Quién no ha tenido la ensoñación de volver a plantarnos en la infancia o adolescencia? De dejar de lado las obligaciones, las corazas, las preocupaciones, las seriedades, los malentendidos, las obligaciones, la cuenta de las heridas… De sentirnos niños de nuevo: de cantar, gritar, chapotear, caernos y levantarnos con una sonrisa… De no dar tanta importancia a las cosas que no la tienen, de volver a ser simple, de llenarnos de ilusión…

Ya se que os sabrá a poco, pero a mi, en estas ocasiones, Sigur Ros, me ayuda a viajar un poco en el tiempo. Disfrutadlo.

Sonriendo.
Girando y girando.
Cogiéndonos de las manos,
el mundo entero se vuelve borroso
pero tú aguantas.

Empapados.
Completamente calados.
Sin botas de goma.
En nuestro interior
queremos nacer rompiendo un cascarón.

Viento
y olor de aire fresco en tu pelo.
Me golpeo en la nariz
tan rápido como puedo.

Chapoteando en los charcos,
completamente empapado,
calado.
Sin botas,
y con sangre en la nariz…
Siempre me acabo levantando.

(Traducción libre de Hoppípolla; chapoteando en los charcos de Sigur Ros)

lunes, 7 de noviembre de 2011

RECOMENDACIONES

Hace breves instantes, me he pasado por la muy recomendable y divertidísima Academia de Chimpancés con Hombre Revenido a su cabeza y lo cierto es que todavía no he dejado de desternillarme de la risa.

El origen de mis carcajadas proceden principalmente del descubrimiento de éste otro blog –que previamente había descubierto Hombre Revenido- que, con una idea simple como la de re-bautizar cuadros con gran maestría se nos ha camelado a una inmensidad: El Hematocrítico de Arte. Recordadlo –o si se os olvida, podéis encontrarlo en la columna izquierda de éste blog junto a otras recomendaciones-. A partir de ya mismo, me hago fan absoluta.

Y puesto que de recomendaciones andamos, y ahora poniéndonos un poco más serios –aunque no necesariamente ciencia implique seriedad- estoy ansiosa por devorar y engancharme a este otro blog ganador del Concurso de CPAN en la categoría de blog de ciencia: la Ciencia de la Mula Francis. Por lo que he leído y oído, este blog es de lo más recomendable para aquellos ávidos de conocimiento de la ciencia de una manera divertida.

Ya para ultimar, no dejéis de pasaros por Discurro y sus múltiples proyectos. Y estad atentos, porque me consta que en breve Discurro va a abrir sus puertas a más proyectos si cabe.

Si tenéis más recomendaciones, no dudéis en hacérmelas saber –y ya puestos a todos, que todos salimos ganando-. Lo cierto es que cuando me topo con sitios así, me lleno de energía, optimismo y me hace pensar que en éste, el mundo real, hay mucha más creatividad, arte, ideas y entusiasmo del que somos capaces de imaginar –guiñoles televisivos rancios y previsibles aparte-.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

SACUDIDAS

Y este día va a ser perfecto.
Ni tensiones ni secretos.
Barcelona, en buen tiempo.
Ver amigos siempre que vengo.

Es curioso como con los años me da la impresión que las emociones son menos fuertes, menos pasionales. Ya casi nunca nos ponemos a palmotear, a saltar, a dar volteretas… A cambio, nos sonreimos con satisfacción, nos vamos a dar un paseo o disfrutar una comida con amigos para charlar y reconfortarnos en nuestra buena suerte. Asimismo, en muy raras ocasiones gimoteamos o nos hundimos en un infierno durante semanas sino que, en su lugar, nos llenamos de una tristeza densa como un lienzo.

Aunque esta manera de sentir lo que nos pasa tiene otro sabor, echo de menos esa sensación de euforia o amarga desgracia. Es como si ya conociéramos casi todo el espectro de la vida. Es como si, hubiéramos experimentado lo suficiente como para sentir intelectualmente.

Sin embargo, en muy muy contadas ocasiones, esa profunda manera de regocijarnos vuelve… A mi me ha pasado cuando he visitado una cultura diferente completamente, o cuando por motivos del destino, los minutos se han descalabrado en una manera en que, ni siquiera tu conciencia podía prever.

Lo cierto es que esta semana está siendo tremenda. Y, para guinda, en breves instantes estaré paseando por las calles vibrantes de mi queridísima Barcelona. Y sé que me esperan reencuentros con amigos, reconocimiento de baldosas, arrumacos de pequeñines, pulmones llenos a raudales de ese aire tan tan particular que sólo posee Barcelona. Ya casi rozo con los dedos esa ilusión antigua. Chilla, que tiemble.