domingo, 25 de enero de 2009

A LAS PUERTAS DE LA FILOSOFÍA

¿Alguien se ha preguntado alguna vez el porqué la raza humana -al menos la del primer mundo- decide expresarse abiertamente en el cuarto de baño? Realmente, es la mar de entretenido ir a cualquier lavabo público en un restaurante, bar, cine, instituto... En mi caso, hasta la fecha, me había encontrado reflexiones de tres tipos básicamente:

- Reflexiones filosóficas: sobre la vida, el amor muchas veces aliñadas con citas varias. Creo que la que se lleva la palma es la del Principito de Antoine de Saint-Exupéry: Los hombres cultivan 5000 rosas en un mismo jardín y no encuentran lo que buscan. Sin embargo, lo que buscan podría encontrase en una sola de esas rosas –por supuesto la gran mayoría, con formato de mensaje de texto y millones de k, x o tx.

- Cursiladas a lo Jennifer x Jonnatan encerrados en un corazón o nube y/o combinadas con lamentaciones sobre lo horrible que es que el que quieres no te quiera como querrías que te quisiera...

- Sexo: Sobre todo en forma de arte abstracto, con algún piropo ejemplar, a veces hasta poético y de vez en cuando, combinados con insultos varios dedicados al ex de turno.

Sin embargo, ayer, en los restrooms -que no es una habitación para descansar sino el nombre de los lavabos en los USA- del cine, encontré una nueva variante a las inscripciones portalísticas:

- Las Matemáticas: prácticamente la dos terceras partes de la puerta estaba ocupada por… ¡¡Un desarrollo de Taylor de la función exponencial en toda regla!! Con simplificaciones y todo... ¡Vamos, esta persona en un examen de cálculo diferencial, hubiera sacado un 10!

Todavía sigo alucinada, no dejo de hacerme numerosas preguntas: ¿porqué va alguien a los baños de un cine a hacer matemáticas?, ¿estamos ante un nuevo Galois?, ¿qué es lo que mueve la mente humana a desarrollar la función exponencial durante ...?, ¿será éste el secreto por el cual la ciencia avanza tan rápido aquí?. Es bien cierto que si hubiéramos dedicado todas las horas que hemos ocupado de una forma u otra en los cuartos de baño, podríamos habernos sacado la carrera sin dificultad.

Si alguien no se ha puesto ya manos a la obra, sería interesante descubrir la estrecha relación que guarda la relajación que se experimenta en el cuarto de baño con la filosofía o la ciencia. Quizá resulte que en esta era que nos ha tocado vivir, estemos demasiado empachados de comunicación y necesitemos nuestro espacio para sacar lo que llevamos dentro.

2 comentarios:

  1. Jajaja, hay que tener una diarrea muy abundante (como la del chiste) para dedicarse a desarrollar cualquier función mediante una serie de Taylor en la puerta del baño.

    La verdad es que siempre se encuentran frases de lo más ingeniosas en estos lugares. ¿Tendrás razón y será la relajación?

    ¡Saludos!

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  2. Ender Muab'Dib: Si, como mínimo desarrolló la exponencial que es facilita y no le dio por... qué se yo, la tangente hiperbólica.

    ¡Quién sabe! Quizá hemos estado perdiendo el tiempo yendo a la biblioteca tantos años, cuando los verdaderos poemas estaban... tan cerca de nosotros, ;).

    ¡Encantada de la visita!

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