Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años, puebla un espacio de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
J.L Borges
Mientras leía en el periódico la triste tragedia que acaba de ocurrir en Haití, ese terremoto de 7.3 grados, me viene un pensamiento recurrente desde hace años. Una vez, de pequeña, maté una mariquita en el patio del colegio y me sentí fatal… Mis compañeros me acusaron de insecticida y procedimos a hacerle un entierro por todo lo alto. Aquel hecho siempre me ha servido para intentar comprender el porqué a una buena persona le puede ocurrir un accidente, por ejemplo. Simplemente consiste en que los pobladores de la dimensión superior den un pisotón sin querer o tropiecen con una piedra –que puede ser equivalente a producir un tsunami o terremoto-.
¿Quién no ha visto a un niño saltando sobre hormigas? ¿O tirando piedras a pájaros? Sin embargo, rara vez veremos un niño tocar las narices de un león, al igual que las desgracias suelen pasar en los territorios más desfavorecidos y pobres.
Me imagino que a todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza, pero ¿cómo podemos estar seguros que nosotros, nuestra civilización somos el tope de la inteligencia? Además de ser un pensamiento bastante prepotente, no podemos llegar a conocer si hay algo más poderoso que nosotros, precisamente por definición. Y cuidado, que no me refiero a marcianos al estilo E.T.E ni nada por el estilo. Simplemente, ¿porqué no? Todo nuestro Universo podría ser una pelotita de golf en cualquier campo de una civilización superior. Desengañémonos. La justicia es un término inexistente.
En estas páginas hay espacio para la reflexión, las bitácoras, los viajes estelares y los terrenales, las experiencias compartidas y todos aquellos instantes que hacen cada sitio, cada momento de nuestra vida, un lugar inolvidable. Bienvenid@.
We do not grow absolutely, chronologically. We grow sometimes in one dimension, and not in another; unevenly. We grow partially. We are relative. We are mature in one realm, childish in another. The past, present, and future mingle and pull us backward, forward, or fix us in the present. We are made up of layers, cells, constellations.
Anaïs Nin
Es injusto pero sí, como muy bien dices: la justicia es un término inexistente… que pena…
ResponderEliminarC. Dubitatus: Si, y cuanto antes nos demos cuenta mejor... Besotes.
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