San Francisco -mi ya tercera ciudad favorita oficialmente- y yo ya nos hemos despedido oficialmente. Con dolor en mi alma y en mis costillas, le he dicho adiós a una de las ciudades más geniales del mundo por las que nunca estaré los suficientemente agradecida de haberla considerado como mi vía de escape durante casi tres años.
Con sus rincones empinados, su luz blanquecina, su guiño soleado que siempre me ha regalado, su brisa del pacífico, sus símbolos
hitchcocktianos y esa atmósfera inigualable entre bohemia e intelectualidad, probablemente sea el sitio donde más me he reencontrado en Estados Unidos. Reconocerme en esas calles llenas de bullicio y actividad, en ese anonimato a pequeña escala, embriagarme de toda la alegría innata que desprenden sus baldosas, en esa inquietud que late orgullosa por todo lo que merezca la pena.
Si algo me ha enseñado la vida es que nunca se debe decir nunca, así que espero no volver nunca a pasearte, San Paquito, me romperías el corazón. Ten por seguro que te voy a echar infinito de menos.
joo, k pena..
ResponderEliminargracias por poder haber kompartido kontigo y TRi, unos dias maravillosos. Las imagenes, k rekuerdos..
Espero volver a reunirnos ahi algún día asi k Hasta pronto S. Paco!!
Un recuerdo entrañable se lleva uno de esa visita, a esa gran ciudad.
ResponderEliminarAbrazo
Que bien que la capacidad de amar personas y ciudades sea infinita... Recuerda que San Francisco vivira siempre dentro de ti, junto a Barcelona, Paris, Granada, Huesca...
ResponderEliminarPronto me contaras sobre las cuestas de San Francisco mientras subamos las cuestas del Albayzin...
Fuerza y Alegria !
Anónima: Si, San Francisco guarda recuerdos inimaginables... ¡El vuestro es increíble! Me lo dijo el otro día... :) Un besote.
ResponderEliminarJose Jaime: Totalmente. ¡Si has estado sabes de lo que hablo! Más abrazos.
Manu: Si... Y qué bien lo sabes tú. Si, nosotros, los de antes, ya no somos los de ahora... Gracias por recordármelo, hombre fuerza. Te veo pronto en otra calle empinada. Un besote.
En breve San Paco se quedará atrás (físicamente) pero no sufras jefa, que nuevos lugares maravillosos te esperan… y haremos lo suyo para rencontrarnos en ellos¡¡¡
ResponderEliminarPor cierto, dale un abrazote a Bono de mi parte ;)
Muaaaaa
Tri: Si, San Francisco se quedará atrás, pero un buen pedazo de ella en mi... Espero que haya más lugares maravillosos, en cualquier caso, cuenta con esos reencuentros allá donde sea.
ResponderEliminarSi, ¡a Bono le veo este martes! :)
Besos.
Son las ciudades o somos nosotros? es la propia ciudad o es nuestro reflejo? es ella o es nuestro estado emocional? para mi Edinburgo es melancolía destilada, ensueño, una mirada profunda a tu yo más íntimo; Granada es un guiño, una sonrisa, una incitación a no tomarse las cosas demasiado en serio; París es ligera, cristalina, como una pompa de jabón; NY es un latido, ruido y vida constante; Dublín es como un abuelo, una vuelta a casa y a lo simple. Son las ciudades o las gentes que las habitan? o es que es la misma cosa?
ResponderEliminarSaul Bellow decía que no se podía ser objetivo ante una ciudad en la que se ha invertido una carga emocional muy grande; pero, quién quiere ser objetivo? Amémoslas y llevémoslas con nosotros donde quiera que vayamos!
Un abrazo muy largo!
Cristina: Preciosa… Me ha encantado tu reflexión, ¡mil gracias! Creo que estás en lo cierto, es muy difícil separar donde acaban las personas y empieza la ciudad…. Creo también, que es una combinación de ambas, incluyendo también nuestro estado personal…
ResponderEliminarEn mi caso, no soy capaz de encontrar el núcleo que hace las ciudades ser lo que son… Pero si que estoy segura que se quedan un trocito mío y yo de ellas… Y después de eso, yo intento llevar ese trocito a otras ciudades preciosas para que así al final cada uno de nosotros acabemos siendo una ciudad –o ciudadanos de las ciudades- de nuestra vida.
En breve nos contaremos lo mejor de nuestras ciudades en una vieja conocida. Otro abrazo gigante.