domingo, 27 de abril de 2014

COMPORTAMIENTO COSMOLÓGICO



Hoy, preparando una clase de cosmología, donde tengo que explicar el Principio Cosmológico -es decir la hipótesis por la cual el universo es isótropo y homogéneo a gran escala y por lo tanto, no ocupamos un papel señalado ni privilegiado en el Cosmos-, he caído en la cuenta de que, salvo muy raras excepciones, nosotros, como Humanidad también cumplimos ese principio a nivel interno.

Todos hemos pasado por esa fase de egocentrismo absoluto donde nos hemos creído más especiales, capaces de apreciar la belleza en un aspecto completamente particular, ser más buena persona, simpático o guapo que nadie. Sin embargo, al final, ese sentimiento mezcla de superioridad y benevolencia que nos invade cuando creemos que alguien se equivoca, esa creencia de nuestra capacidad de valorar cuando una persona hace o no, lo correcto porque nosotros sabemos más o eso ya lo hemos pasado es... bastante común en el ser humano. Todos creemos ser más sabios, tener más experiencia o simplemente haber vivido más que el vecino. Y no nos damos cuenta de que, si bien lo sitios y el momento son diferente, las experiencias que una persona adulta puede haber vivido a lo largo de su vida son extremadamente predecibles -lo queramos o no, vivimos inmersos en una misma sociedad-.

Durante los casi catorce años que estuve tocando en un cuarteto de bodas, puedo contar un sinfín de parejas “especiales” que querían hacer una boda “diferente” y el resultado era… exactamente la misma boda, más o menos hortera, larga o divertida, pero con las mismas ideas originales que todas las demás.

Con esto no digo, que no existan cosas auténticas como las esencias personales, el arte o ciertos pensamientos, y que no valga la pena cultivar lo que tenemos en el interior. Si que creo que deberíamos ponerle un poco de humildad –yo la primera- al hecho de que nuestra riqueza cultural, personal o sensorial no es única y puede ser encontrada en muchos otras personas. Con sus ventajas y desventajas.

2 comentarios:

  1. Esto... ¿Isótropo y homogéneo? Joé, luego dicen de la filosofía... Un día lo explicas a los mortales, a los analfabetos científicos y a los curiosos con escaso fundamento.

    Respecto a las experiencias más o menos únicas... interesante. Da mucho de sí. Creo, como dices, que nos parecemos, que nuestras experiencias y vivencias son muy similares. Por eso leemos alguna vez algún clásico (Platón, Aquino, Kant...) y nos decimos eso de "esto es lo que yo quería decir"; esto es, alguien ha pensado antes y mejor, pero lo mismo. Porque nos obsesionan los mismos asuntos y vibramos con los mismos estímulos. Soy aficionado al cine "indie" y en no pocas ocasiones me sorprendo emocionado ante una peli iraní o japonesa. Estamos hechos de la misma "materia".

    Sin embargo, no siempre, no exactamente. Cada experiencia es única e irreductible, es nuestra, es extraordinaria. Nadie puede saber que siento como no pueden dolerle mis muelas. El momento en que contemple un cuadro, ame a una mujer o sueñe sólo es mío. Ni siquiera puedo repetirlo porque será otro (yo ya no seré el mismo que ayer, que antes). Eso es maravilloso, por impredecible; a mí me produce vértigo y me sigue maravillando este sol del que voy a disfrutar y que ya no es el mismo de ayer. Me sobrecoge "La casa de Asterión" cada vez que lo leo, me golpea el alma. Y, naturalmente, alguien, en el otro lado del mundo, leerá lo mismo... y sentirá algo similar: un golpe en su corazón; pero será en el suyo.

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  2. Atticus: En realidad, la cosmología está muy cerca de la frontera con la filosofía, si... Un universo isótropo sería aquel en que parece lo mismo en cualquier dirección y homogéneo, aquel en que parece lo mismo en todos los lugares.

    Y respecto a tu reflexión, tremendamente de acuerdo, no podría haberlo expresado mejor. Por supuesto que cada experiencia es diferente a la de los demás, en tanto que es nuestra, y aunque sólo sea porque eso nos limita, a nosotros y a nuestros contactos a formar parte del "universo conocido", resulta ser la única manera de experimentar y disfrutar con la vida, el arte y la naturaleza.

    Lo que yo quería resaltar, es que no somos originales ni mucho menos en eso. He escuchado demasiadas veces lo de "es que yo soy muy rara/raro, soy diferente, un incomprendido..." Y ahí es donde discrepo, ante este sentimiento de "pensamiento único", nada de eso. Sea lo que sea lo que a uno le hace sentir así, hay muchos otros antes que ya lo han sentido, precisamente porque nuestros estímulos son los mismos.

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