jueves, 8 de enero de 2015

GOTAS DE TINTA

Ayer aterricé de nuevo en esta Ciudad de las Maravillas en la que tengo mi hogar, mi vida y mi rutina desde hace justo un año. En efecto, tal día como ayer inauguraba uno de mis sueños con un par de maletas y algunas cajas enviadas, y muchas ganas de correr a fundirme en un abrazo con ella.

Esta vez, una Paris momentáneamente entristecida me esperaba, manchada de tinta y sangre, a tan sólo quince minutos a pie de mi casa. Si bien "la muerte es el único destino que todos nosotros compartimos" -como bien decía el gran Steve Jobs-, todos esperamos que la nuestra y la de nuestros seres queridos sea sin violencia, indolora y plácida; sin saber todavía si eso es, en sí mismo, una contradicción.

Por eso, cuando alguien cree que tiene potestad para decidir de esa forma lo que tan íntimamente nos pertenece –en nombre de lo que sea-, no podemos dejar de sentir que un pequeña parte de ese golpe mortal, se nos ha propinado a nosotros, y nos hemos tornado más temerosos, más desprotegidos, menos inmunes a la vida.

No suelo plasmar pensamientos sobre la tristeza. Lo aprendí hace años, cuando no hacía otra cosa. La desazón pasa y un día sale el Sol y miras aquello que se produjo en la sombra y sólo trae escalofríos, nubarrones y ojos húmedos. Sin embargo, hoy hago una breve excepción, no para regodearme con este sentimiento cuando el susto haya pasado, sino para tener bien presente que nadie estamos exentos de nada de aquí hasta nuestra muerte –sea ese período de la duración que sea- pero que, nadie nos podrá arrebatar lo que hasta entonces hayamos vivido, disfrutado y observado con la mirada limpia. Creo que los trabajadores de la revista "Charlie Hebdo" estarían de acuerdo con esto.

4 comentarios:

  1. En toda sociedad que merezca el nombre de civilizada hay conflicto. El gran Comte-Sponville lo decía con claridad: el conflicto es esencial a la democracia, como a cualquier sociedad, pero en la democracia los conflictos se canalizan y se resuelven a través de la convivencia, no necesariamente del acuerdo.

    Un fundamentalista no admite más que una verdad. La suya, naturalmente. El resto, no es que estén en un error, es que están en pecado, delito gravísimo que sólo la muerte puede "remediar". Por eso no se puede hablar con ellos. Los de "Charlie Hebdo" se la jugaron. Y han pagado por ello. Justamente ésa es la razón por la que hay que estar a su lado, porque se atrevieron a ser libres, lo que significa desafiar al disidente, al que tiene armas. Y por eso no hay que entrar en si fue o no pertinente la publicación de las caricaturas de Mahoma. Aquí se trata de defender la libertad, no la propia ideología o convicciones.

    Llevo toda la tarde oyendo raï. A Cheb Hasni lo mataron los mismos que niegan el derecho a vivir al que piensa distinto o hace lo que no nos gusta. Khaled vive amenazado. Pero ellos proporcionan ganas de vivir. Intensamente.

    https://www.youtube.com/watch?v=5dWeeUIZFgA

    https://www.youtube.com/watch?v=8X6OMrRRO00&list=RDN31V3xZjp8E&index=13

    Un abrazo. Entiendo esa tristeza. La supongo similar a la que recorrió las calles de Madrid durante meses, tras aquel 11 de marzo que recuerdo tanto.

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  2. Todavía estoy conmocionada tras esta noticia y cuando lo veo no puedo evitar acordarme de ti. La primera vez que la tuve ante mis ojos pensé... Timonera... Un escalofrío me recorrió el cuerpo y no dejaba de preguntarme si estarías cerca de allí o no...

    Comparto esta tristeza que sientes y comparto el impulso de dibujar y escribir todavía más si cabe en absoluta libertad. La VOZ es algo propio, nos pertenece, y no dejaremos que nada ni nadie nos la arrebate.

    Un fortísimo abrazo, amiga.

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  3. Atticus: Gracias por tus palabras de comprensión y ánimo. Totalmente de acuerdo con ellas. Una siente esa frustración que acontece a veces cuando se intenta dialogar sobre cualquier tema con alguien que no está dispuesto a modificar su opinión ni un ápice, pero multiplicada por mil. ¿Cómo eso posible que una idea y su terquedad asociada acarree tanto dolor?

    Desde luego, las víctimas -las de ahora y las del pasado- y todos los que se atreven a plantar cara y defender el deseo de ser libres se merecen todo mi respeto.

    Yo no viví de cerca los atentados de Madrid, pero aún así fue un duro golpe para todos. Los que estuvisteis presentes, imagino que captaríais una serie de pequeños detalles que encogen el alma irremisiblemente.

    Gracias de nuevo, un abrazo.

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  4. Luz: Gracias por pensar en mí, amiga. Yo también pensé en ti como dibujante. Celebro que al menos, una enorme mayoría de habitantes del mundo, estemos de acuerdo en que la libertad es nuestro derecho más básico y que esto sólo provoque ganas de plantar cara y seguir defendiendo lo nuestro.

    Pero ahí queda lo ocurrido. Y habrá que aprender a vivir con el hecho de que hay personas psicológicamente enfermas que han contagiado a muchas otras.

    Muchas gracias por tus palabras y tus ánimos.

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