domingo, 15 de marzo de 2015

AGENDA AL MILÍMETRO



Como bien sabemos todos aquellos que hemos vivido en otro país, una parte importante de la experiencia de vivir en otra sociedad, con otra cultura, es la de saber adaptarte a sus reglas, a sus costumbres; sin juzgarlas, sin plantearte si eso está mejor en tu país que en el suyo –no al menos hasta que las hayas probado-. Es por eso que a muchos nos empiezan a rugir las tripas a eso de las 12h –la hora de comer- aunque toda la vida hayamos comido dos horas más tarde.

Una de esas costumbre intrínsecas a la sociedad francesa es la planificación de su agenda con tres o cuatro semanas de antelación. Al principio cuando llegas, propones hacer algo en un par de días, y descubres asombrada, que todo el mundo que te rodea se ha comprometido ya, que tiene muy claro que es lo que hará ese fin de semana. Vuelves a intentarlo la semana siguiente, y vuelve a pasar lo mismo… Así, hasta que te llega una invitación para ir a cenar a casa de un amigo ¡dentro de un mes y medio! Al principio, piensas que se ha confundido y le preguntas "¿te refieres a este mes, no?" Y descubres, que no, que has oído bien.

A mí lo que más me sorprende, es que esta racionalidad con la planificación del tiempo no se aplica sólo a conciertos, recitales o cualquier acto público que requiera una venta de entrada, no. Cosas tan sencillas como cenar, salir, tomar un café o incluso hablar, necesitan ser reservadas con suficiente antelación.

No se si esto dice algo del carácter de los franceses o no. A mí, cuando menos, me produce una sensación extraña el planear hacer algo que te apetece ahora para dentro de un mes. También es cierto, que a veces, cuando no te apetece algo, es cuando mejor se vuelve la experiencia -supongo que debido al factor sorpresa-.

En cualquier caso, ante esta previsión francesa, no queda otra, que empuñar la agenda y hacer lo que vieres. Así, a lo tonto, abril ya se está llenando.

4 comentarios:

  1. Y luego dicen de los alemanes...

    Desde luego, voy a hacer lo mismo. Ahora mismo apunto en mi agenda: hacer un comentario a Timonera el 26 de abril a las 17:49. Sin falta.

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  2. Atticus: Ja,ja. Estoy segura que tiene un lado bueno tanta organización.

    Perfecto. Me lo apunto en la agenda. :)

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  3. Tomar el timón lo has dicho tú. Que a menudo implica dejar de quejarse y asumir que el presente nos pertenece.

    Un abrazo.

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  4. Vicky: ¡Gracias por tu visita! Sabias palabras. Yo añadiría: dejar de pensar hacer cosas para pasar a hacerlas.

    Un abrazo

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