lunes, 14 de marzo de 2011

ARRIBA



Si somos artesanos de nuestra vida diaria, si somos orfebres de la propia travesía, cuando se presente la hora de hacer cuentas con nosotros mismos el balance personal será siempre ascendente; porque habrá habido espíritu de superación, retos y afanes vigorosos, resistencia al desaliento y fuerza ante la adversidad. Un hombre vale y se mide por su capacidad para desestimar y relativizar las batallas perdidas, con la mirada puesta en las metas e ilusiones trazadas. Sin pesimismos paralizantes. El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas.

La ilusión de vivir. Enrique Rojas

No hay comentarios:

Publicar un comentario