Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años, puebla un espacio de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
J.L Borges
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Acabo de ver esta charla de Sheryl Sandberg en la que analiza porqué hay tan pocas mujeres en los altos puestos de trabajos del mundo.
Los que me conocéis, sabéis que en general desconfío de charlas puramente feministas porque generalmente se centran en destacar virtudes o defectos y en visualizar a los hombres como enemigos. Yo creo que esto es erróneo. Hoy día, afortunadamente, hay muchos hombres que también consideran esta desigualdad de sexos en la sociedad un problema por el que luchar para llegar a un balance igualitario. Hay muchos que se exasperan ante el apocamiento de novias, amigas, madres o hermanas.
Además, personalmente, creo que aunque físicamente somos diferentes en algunos aspectos, tenemos mayores diferencias en otras posibles particiones de la sociedad (gente que viaja o no, gente que escucha o no, gente pesimista o optimista) que en el hecho de que seamos hombres o mujeres.
Esta charla sin embargo, está formulada desde un punto de vista objetivo y nada decantado hacia el feminismo. Ella expone la percepción de las diferencias que la sociedad nos ha impuesto en cuanto a separación de sexos y sugiere las siguientes tres guías o temas de recapacitación para un cambio en nuestras futuras generaciones.
1. La mujeres sistemáticamente subestimamos nuestras capacidades: Mientras que los hombres atribuyen sus éxitos a si mismos, las mujeres lo hacen a factores externos. No sólo eso, sino que además, para los hombres el éxito es sinónimo de simpatía y para las mujeres les resulta lo contrario.
2. Hagamos de nuestras parejas una pareja “real”: Aunque hoy día las tareas de las casas parezcan más repartidas que antes, todavía la mujeres siguen llevando hasta tres veces más trabajo de la casa que el hombre. Lo dicho, problema de los dos.
3. No lo dejes antes de que te vayas: Este punto es interesante. Ella argumenta que las mujeres ante un instinto de maternidad dejamos de poner demasiado esfuerzo y pasión en lo que hacemos ante la futura perspectiva de un parón. Sin embargo, como ella dice, cuando llegue, llegará y tan sólo serán unos meses no tan difíciles de recuperar. Así que no anticipemos con demasiada antelación, ya que nos arriesgamos a perder la motivación y si eso ocurre, perderemos las ganas de luchar por nuestro trabajo.
Recordemos, que obviamente todo es cuestión de mayorías y no significa que no haya mujeres que no hayan decidido salir allá fuera a valorarse. Sin embargo, nunca está de más recordar que tan sólo tenemos una vida -seamos del sexo que seamos- y deberíamos vivirla de la mejor manera posible.
En estas páginas hay espacio para la reflexión, las bitácoras, los viajes estelares y los terrenales, las experiencias compartidas y todos aquellos instantes que hacen cada sitio, cada momento de nuestra vida, un lugar inolvidable. Bienvenid@.
We do not grow absolutely, chronologically. We grow sometimes in one dimension, and not in another; unevenly. We grow partially. We are relative. We are mature in one realm, childish in another. The past, present, and future mingle and pull us backward, forward, or fix us in the present. We are made up of layers, cells, constellations.
Anaïs Nin
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