sábado, 29 de noviembre de 2008

TORMENTAS

Creo que es una tendencia natural de la raza humana el concebir las cualidades de las cosas como invariables en el tiempo. Pensamos que las personas que amamos, con todo aquello de que nos enamoramos, han permanecido congeladas en el tiempo. Y nos encontramos confusos cuando ya no nos provocan los mismo.

Pero es que las lluvias que pasamos separados nos amasaron y los soles de después nos modelaron. Y cada gota que nos curtió o cada rayo que nos levantó fue diferente. Como resultado, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tu cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces, la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir atravesándola paso a paso.

...

Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma persona que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena.

Kafka en la Orilla. Haruki Murakami

4 comentarios:

  1. ¿"kafka en la orilla" no es justo el libro que tenías en tu mesilla la 2ª vez que estuve por granada? que viaje ¿eh? estuvo lleno de mensajes..
    gracias por compartir con nosotros tu sabiduría¡¡
    Un bsito tontaa¡¡jejeje
    C.Dubitatus

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  2. C. Dubitatus: Si, creo que si. Recuerdo que me comentaste que tu hermano se lo estaba leyendo también... Esto no es sabiduria, esto son aprendizajes de la vida... Muchos besos!!

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  3. jeje, yo le debo descubrir ese libro a nuestra Silbi, y lo que tú has escrito en el blog, lo tengo yo escrito en uno de mis cuadernos :)
    Besos Begoñiña

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  4. Nollagin: ¡Qué ilusión verte por aquí! Nuestra Silbi es la que me lo descubrió a mi. No me extraña nada que nos fijáramos en lo mismo... ¡Un besote!

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