Se trata de un tipo bastante alto y fornido, con el pelo a lo afro, negro hace unos años, hoy con bastantes canas, y unos ojos grandes y azules que adornan su cara negra. Con esta descripción se podría decir que es una persona muy bella, pero no es así. Este hombre, un ser cuanto menos curioso entre los Davisianos –caracterizados por sus uniformes de sudadera y chandal con el logo de la Universidad- suele encontrarse en los últimos meses en la misma esquina de las calles 3 y C en Davis, ya sean las 7 de la mañana o a las 11 de la noche, llueva, truene o relampaguee. Siempre está de pie y algunas veces mira hacia al infinito fijamente, simulando una estatua de arte moderno traída directamente de algún museo parisino, y otras mueve su cabeza lentamente en todas direcciones, como tratando de escudriñar todo lo que pasa en el corazón de la ciudad.
Yo he tenido dos interacciones con el, la primera, hace unos cinco meses, en el Central Park de Davis –en aquel entonces todavía no se había asentado en su esquina habitual-, en la que vino y nos preguntó si le podíamos escribir en un cuaderno ajado una definición de la palabra compassion. La segunda fue hace cuatro días, esta vez en su esquina preferida, donde me preguntó blandiendo su cuaderno, si de nuevo, le podía dar una definición de la palabra... compassion.
Realmente estoy intrigada. Siempre he pensado que si todos hacemos lo mismo o cosas muy parecidas en el mundo, éste no avanza o lo hace mucho más despacio. Además, olvidarnos de lo que haga la mayoría ayuda y mucho a ser personas creativas, originales y sin ataduras. Estoy convencida, que este personaje tiene algo en mente relacionado con la compasión en el mundo, que no nos está contando, pero veremos sus frutos en un tiempo. O tal vez no. No importa. Lo cierto es que voy a echar de menos el día en que atraviese ese cruce y esa silueta constante deje de estar allí.
Adiós
Hace 4 años
Bueno, captar la atención auténtica de alguien, provocarle un sentimiento o una reflexión, puede ser la misión de toda una vida. Nada es intrascendente en el universo (y si no, todo lo es).
ResponderEliminarHombreRevenido: ¿Te refieres a alguien en particular, o en general? Porque si es en particular, me parece que este objetivo de una vida puede ser como jugar a la ruleta rusa... Es bastante difícil prever lo que la otra persona en cuestión ha vivido, cómo es... -a veces ni uno mismo lo sabe- y por lo tanto, como puedes provocar su atención.
ResponderEliminarNada es intrascendente... depende para qué o para quien, ¿no? Yo más bien diría, siempre hay montones de cosas que nos son intrascendentes a nivel personal...
Uff... Tengo la mañana filosófica. Un besazo
Si que es inquietante... espero nos mantengas informados...
ResponderEliminarC. Dubitatus: Lo haré sin duda. Es inquietante, pero lo estoy cogiendo cariño... ¡Mua!
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