domingo, 26 de octubre de 2014

LA CIUDAD HABITADA



Hace unos días vino de visita Aldée, una amiga francesa que vive en Brasil, en Río de Janeiro concretamente -un besazo desde aquí-. Al preguntarle qué es lo que más echaba de menos de Francia, lo primero que dijo fue: la cultura. Y sí, que puede sonar un poco a tópico, pero estoy muy de acuerdo con ella.

¿En qué lugar del mundo puedes comenzar una semana cualquiera, leyendo esta maravilla de artículo escrito por Vargas-Llosa sobre su pasado y sus nostalgias en París? ¿O tener, dos días después, el honor de asistir a una tesis de egiptología en la Sorbonne y conocer a arqueólogos, egiptólogos y muchas otras personas interesantísimas con las que en un momento se acaba discutiendo sobre el arte y la vida? ¿O estar invitada, dos días después, a visitar gratis el Museo Picasso de Paris recién inaugurado por el mero hecho de vivir en el barrio? Es bien cierto que yo no comprendo demasiado la pintura, que de todos los artes es el más desconocido para mí, pero reconozco que, esta vez disfruté como una enana.

Quizá si que existan otras ciudades en las que se respira arte y creatividad tanto como en esta, pero yo no he tenido la suerte de habitarlas. Aquí es… como si una pudiera alimentarse tan sólo este afán de cultura, con esa pequeña obra de arte diaria, incluso en le metro, incluso en el bar de la esquina.

No todo el mundo vive esta ciudad como yo, está claro. Hay gente que le molesta la distancias, el tráfico, el metro o los franceses. Cada uno somos diferentes y casi cualquier opinión es respetable, pero todos deberíamos hacer un esfuerzo por encontrar aquel hábitat natural donde campamos más a nuestras anchas. En mi caso, casi con toda certeza, estoy en el mío.

6 comentarios:

  1. Hoy he llevado a Madrid a una amiga que tiene que ganarse la vida duramente allí. Yo intentaba que viera las cosas maravillosas que tiene esa ciudad, y le decía justamente eso, que sólo con lo que hay que ver llenaría varias vidas. Muchas de las exposiciones son gratuitas, en el Museo del Prado no hay que pagar a partir de las 18 h., igual que en el Reina Sofía desde las 19 (sábados 13:30). Las presentaciones de libros, conferencias, cursos... Mucho es gratuito o muy barato. Estos años he conocido el Teatro de la Puerta Estrecha y el Teatro de la Guindalera, maravillas "alternativas", pero de excelente trabajo.

    Vivo no muy lejos y voy cada mes o dos meses. Siempre pienso que debería ir más a menudo. De modo que te entiendo y entiendo a tu amiga. Además, creo que los franceses están muy orgullosos de ser un pueblo que ama la cultura en general y la suya en particular. Yo me declaro en esto absolutamente afrancesado, filogabacho y hasta me emociono al escuchar La Marsellesa en "Casablanca". De momento, me conformaré con ir al cine (maravillosa "Relatos salvajes") y cuando puedo a los acontecimientos culturales que llegan a mi ciudad (la semana pasada buen teatro de Juan Mayorga, la próxima jazz).

    En medio de esta mediocridad, todo eso es un oasis de belleza, un milagro.

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  2. Atticus: Fantástico que estés a tiro de piedra de una gran ciudad con Madrid. Yo no tengo la suerte de conocerla en profundidad, pero todo lo que me contáis de ella me lleva a intuir que nos llevaríamos bien.

    Celebro que compartas mi admiración a a la admiración de la cultura francesa. Creo que desde pequeña me atrajo ese pueblo porque, cada vez que llegaban a veranear en sus coches con matrícula amarilla -crecí a dos horas de la frontera-, aparecían familias enteras hablando lenguas melodiosas, con muchas cosas diferentes a las nuestras, pero siempre libros y más libros.

    Disfruta de esos oasis de belleza. A veces, insospechadamente, pueden esconder un tremendo descubrimiento.

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  3. Chin chin por Paris con Caipiflash!!! ;)
    À+!!!!

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  4. Tricia: ¡Ja,ja! ¡Chin chin! Siempre que paso por la épicerie donde compramos los flash me acuerdo... ¡Besos!

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  5. Mi queridísima urbanita :)
    Me alegra tanto que hayas encontrado tu lugar, no te puedes ni imaginar. Creo que hay pocas cosas comparables a la felicidad, el sobrecogimiento y el consuelo que da la cultura (voy a incluir la ciencia dentro de la cultura también); sólo la naturaleza y el amor. ¿Qué más se puede pedir?
    Mil besos y deseando ya! esa visita parisina

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  6. Cristina: Muchas gracias bonitiquiña. Sabes bien de lo que hablo. Muchas veces hemos compartido instantes de paralización cultural que nos han proporcionado infinidad de emociones, así que si una encuentra una fuente de estos momentos, ¿cómo no vibrar de felicidad?

    ¡Qué ganas de que los compartamos juntos en pocas semanas.! Abrazote.

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