jueves, 19 de febrero de 2009

DE CRISTAL

Ahora mismo acabo de llegar de uno de los conciertos más alucinantes que he estado en mi vida: Philip Glass. Si queréis saber lo que ha tocado aquí tenéis la información. Por si no lo sabéis, este hijo ilustre de Baltimas es creador de bandas sonoras de películas tan fantásticas como Las Horas, El Ilusionista, o el Show de Truman entre muchísimas otras.

Durante las dos horas que ha durado el concierto, he tenido la sensación que se me ha olvidado respirar. Es como si el tiempo se hubiera parado y sólo hubiera aquel chelo profundo gimiendo en medio del escenario -en las manos de Wendy Sutter- o la combinación perfecta de sus manos magistrales al piano con la cuerda rasgada del chelo y la delicadeza de la percusión a cargo de Mick Rossi.

Os lo juro: todo lo demás ha desaparecido. Este hombre es capaz de crear el sonido del agua, el color de las lágrimas, las ansias contenidas. Y cuando escuchas esa cadencia perfecta, como sólo podía ser de esa forma, ese alarido del chelo, esa nota mantenida, te das cuenta de que te encuentras -como si fuera una película- ante un genio, y para colmo, interpretando su propia música.

Os dejo con Closing. No he sido capaz de encontrar la versión con chelo, piano y percusión con la que han cerrado hoy. Está en mi mente, podéis buscarla cuando queráis.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado jefa¡¡
    Muaaaa
    C.Dubitatus
    Pd:Investigaré más sobre Philip...

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  2. C.Dubitatus: ¿No es alucinante, hipnótico, simplemente perfecto? Me alegro que te encante. ¡Así ya tenemos un concierto más a donde ir juntas!. Mil besos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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