Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años, puebla un espacio de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
J.L Borges
Es curioso lo que marcan ciertas personas… Cada uno tenemos nuestra lista particular.. Personas, que por una parte, siempre estuvieron allí, y un buen día nos dimos cuenta de su importancia, personas, que en descuido se fueron haciendo un hueco hasta llegar a ser imprescindibles, y personas, que huracanadas, irrumpieron en nuestra vida, sin control, sin decisión, dejándote con los tabiques temblando y con la incertidumbre de quienes somos en realidad.
¿Y quienes somos en realidad? ¿Quienes somos cuando no nos atrevemos a hurgar en las brechas que nos han abierto? ¿Cuando, como marionetas, nos dejamos atrapar entre los hilos? ¿Cuando no somos capaces de enumerar las diferentes maneras de querer y ser querido? ¿Cuando queremos protegernos del cambio y nos creamos una coraza pensando que nos protegerá, pero en realidad nos hace inestables, melancólicos e inciertos?
Curioso es también como cada día despertamos, y la sorpresa puede estar ceñida en el camino. O no. Y qué. Eso ya es una sorpresa. Y cómo de a menudo, desdeñamos momentos rutinarios y previsibles, sin darnos cuenta, que justo allí se esconde el mayor vuelco de nuestra vida.
Y finalmente, misteriosamente curioso es la belleza objetiva de los arañazos y moratones. De la intensidad. Donde tal vez, se resuelven algunas curiosidades.
Y él dijo, deteniéndose debajo de un farol, antes de besarme: ¿No te parece que ahora es siempre? Y fue cuando supe que aquel amor me iba a asesinar lentamente, porque no era para durar. Queda contado lo único que puede transmitirse de una historia de amor: los preliminares. Que es donde estalla su verdadero fulgor.
En estas páginas hay espacio para la reflexión, las bitácoras, los viajes estelares y los terrenales, las experiencias compartidas y todos aquellos instantes que hacen cada sitio, cada momento de nuestra vida, un lugar inolvidable. Bienvenid@.
We do not grow absolutely, chronologically. We grow sometimes in one dimension, and not in another; unevenly. We grow partially. We are relative. We are mature in one realm, childish in another. The past, present, and future mingle and pull us backward, forward, or fix us in the present. We are made up of layers, cells, constellations.
Anaïs Nin
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