Así de divertidos querría yo que fueran los gimnasios... A estos, si que me apuntaría, sobre todo en estos días en que necesitas, por ejemplo, ejercitar el músculo de la risa, o bien, olvidar por un ratito, las preocupaciones, las prisas y las agonías y a cambio, disfrutar del humor, de la composición de algo absurdamente inútil tan solo para morirte de la risa… Ale, ¡un bailecito y como nuevos!
Adiós
Hace 4 años
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