Ya se vislumbra en el horizonte… Vacaciones, descanso, amigos, juergas, risas, abrazos, recuerdos, calles antiguas, acentos conocidos… Me parece increíble que en unas horitas esté sobrevolando este enorme país rumbo a esa tierra que me ha acogido durante años y que ahora simplemente visito. Una no sabe muy bien quién es ya, a donde pertenece cuando decide exiliarse… Al final todas las costumbres se hacen ajenas y extrañas. Las distancias se hacen estrechas y gigantes. Pero entre toda esta dualidad marañosa y todo este caos, siempre queda la certidumbre de que beberemos el tiempo en forma de cafés larguísimos, arrumacos repartidos, conversaciones despiadadas y brindis chispeantes. Chin, chin. Allá vamos.
El exilio tiene algo de abandono y de espantos diminutos, de expectativas inalcanzables, de flor de un día. La claridad se va poniendo oscura y nos extrañamos a nosotros mismos hasta que la oscuridad se vuelve clara. No es fácil acostumbrarse a los cambios de ruta; menos aún a dialogar con los que están. Las fronteras, el humo, las aduanas, los sabios que no saben, la esperanza dormida. Obligado o voluntario, el exilio también tiene algo de patria; segunda patria, claro. Y cuando nos propone su alrededor de prójimos, entramos en su gracia. Y damos gracias.
Mario Benedetti. Vivir adrede.
Adiós
Hace 4 años
Venga, va. Que ya sabemos que no te fuiste, que has estado escondida en un sótano todo este tiempo. ¿No crees que ya es hora de salir a la calle?
ResponderEliminarAquí te esperamos, en la entrada del pueblo, pasando frío pero sin soltar la pancarta y las banderitas.
amiga!!
ResponderEliminarQue tengas un buen viaje!! nos vemos el sabado!!
muxus
que ganas de verte¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMuaaaaaaaa
HombreRevenido: Si, hombre, ya se ha enterado todo el mundo... Con lo bien que había disimulado...
ResponderEliminarFrío hace bastante fuera del sótano, si... Pero que alegría volver a ver todos los rinconcillos oscenses...
Clavelina: ¡¡Si!! ¡Vistas y celebradas! ¡Qué ganas tenía! ¡Felicidades otra vez pequeñaja!
C. Dubitatus: ¡Y yo! A cafetear muchos estos días, ¿eh? ¡Mua!