miércoles, 16 de diciembre de 2009

VAMOS QUE NOS VAMOS

Ya se vislumbra en el horizonte… Vacaciones, descanso, amigos, juergas, risas, abrazos, recuerdos, calles antiguas, acentos conocidos… Me parece increíble que en unas horitas esté sobrevolando este enorme país rumbo a esa tierra que me ha acogido durante años y que ahora simplemente visito. Una no sabe muy bien quién es ya, a donde pertenece cuando decide exiliarse… Al final todas las costumbres se hacen ajenas y extrañas. Las distancias se hacen estrechas y gigantes. Pero entre toda esta dualidad marañosa y todo este caos, siempre queda la certidumbre de que beberemos el tiempo en forma de cafés larguísimos, arrumacos repartidos, conversaciones despiadadas y brindis chispeantes. Chin, chin. Allá vamos.


El exilio tiene algo de abandono y de espantos diminutos, de expectativas inalcanzables, de flor de un día. La claridad se va poniendo oscura y nos extrañamos a nosotros mismos hasta que la oscuridad se vuelve clara. No es fácil acostumbrarse a los cambios de ruta; menos aún a dialogar con los que están. Las fronteras, el humo, las aduanas, los sabios que no saben, la esperanza dormida. Obligado o voluntario, el exilio también tiene algo de patria; segunda patria, claro. Y cuando nos propone su alrededor de prójimos, entramos en su gracia. Y damos gracias.

Mario Benedetti. Vivir adrede.

4 comentarios:

  1. Venga, va. Que ya sabemos que no te fuiste, que has estado escondida en un sótano todo este tiempo. ¿No crees que ya es hora de salir a la calle?

    Aquí te esperamos, en la entrada del pueblo, pasando frío pero sin soltar la pancarta y las banderitas.

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  2. amiga!!
    Que tengas un buen viaje!! nos vemos el sabado!!
    muxus

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  3. que ganas de verte¡¡¡¡¡
    Muaaaaaaaa

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  4. HombreRevenido: Si, hombre, ya se ha enterado todo el mundo... Con lo bien que había disimulado...

    Frío hace bastante fuera del sótano, si... Pero que alegría volver a ver todos los rinconcillos oscenses...

    Clavelina: ¡¡Si!! ¡Vistas y celebradas! ¡Qué ganas tenía! ¡Felicidades otra vez pequeñaja!

    C. Dubitatus: ¡Y yo! A cafetear muchos estos días, ¿eh? ¡Mua!

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