Cómo hubieran cambiado nuestras aburridas clases de historia y ciencias naturales si nos las hubieran explicado de esta manera, ¿verdad? Cuatro horas semanales durante los ocho años de la E.G.B… en menos de tres minutos y medio.
Si ya lo decía María –un petó desde aquí- que cuando le hicieron saltar un curso -de tercero a cuarto de E.G.B-, lo único nuevo que tuvo que aprender fueron… ¡los números romanos!.
Deberíamos plantearnos muy seriamente las infinitas posibilidades que el potencial de un niño tiene y como las hacemos desaprovechar en la mayoría de los casos a causa de la monotonía, la poca motivación y la falta de imaginación de los 'educadores'.
Adiós
Hace 4 años
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