domingo, 16 de mayo de 2010

CON LAS GANAS



Recuerdo aquella tarde de viernes en Granada, en la que acudimos a aquel acto benéfico en el centro cívico del Zaidín en el que diversos cantautores y un grupo de teatro granadinos nos regalaron su fantástico producto local…

Puedo rememorar cuando aquella chica –Zahara- salió al escenario y empezó a cantar. Aparentemente, nadie estaba demasiado atento a cómo sonaría aquello. Sin embargo, todos enmudecimos, se nos cortó el aliento y acariciamos el estupor que provoca el vello erizarse cuando aquella canción comenzó a sonar. Fue algo universal. En aquel teatro había un amplio abanico de gusto musicales, desde los amantes del heavy, hasta el flamenco más ancestral.

Y sin embargo, esta chica con una simple guitarra y su voz, supo parar el tiempo aquella tarde a todos y cada uno de los que estábamos allí. En mi caso, me regaló un billete de ida y vuelta a Granada desde cualquier lugar del mundo. Cada vez que escucho su voz, me transporto a aquella ciudad extraña, mestizaje de culturas, caracteres y escenarios. Y reproduzco cada uno de los momentos en que aquella voz aterciopelada contribuyó con su banda sonora a la mía.

Hoy día, por lo que parece, Zahara se está empezando a conocer -al menos en el ámbito nacional-, cosa que no me extraña en absoluto, pero que me regocija profundamente. Espero que llegue un día en que el mundo entero compartamos el hipnotismo que fabrica.

Cada uno de nosotros sigue perdiendo algo muy preciado. Oportunidades importantes, posibilidades, sentimientos que no podrán recuperarse jamás. Esto es parte de lo que significa estar vivo. Pero dentro de nuestra cabeza, porque creo que es ahí donde debe de estar, hay un pequeño cuarto donde vamos dejando todo esto en forma de recuerdos. Seguro que es algo parecido a las estanterías de esta biblioteca. Y nosotros, para localizar donde se esconde algo de nuestro corazón, tenemos que ir haciendo siempre fichas catalográficas.

Kafka en la Orilla. Haruki Murakami

2 comentarios:

  1. A mí me acabas de regalar un billete de ida y vuelta a la Amazonía… Gracias chiquitina ;)

    ResponderEliminar
  2. C. Dubitatus: Jeje, el poder de teletransporte de la música... Me alegro que hayamos estado en la misma franja horaria por unos minutos... ¡Mua!

    ResponderEliminar