Atrás quedaron esos tiempos en que los profesores de lengua te bajaban medio punto por empezar las redacciones con la palabra pues… Pero a veces –en particular, cuando se lleva un tiempo en el exilio- una siente morriña de esas regañinas que nadie entendíamos porque la propia profe comenzaba la bronca con un pues… Para muestra, un botón.
Y aprovechando este ataque de nostalgia –en el que además mis albahaquitas se resisten a brotar- me vienen palabrejos míticos de Aragón como totón, miaja, tozolón, carrañar, animaaaal o, mi frase favorita: Dilene - concreta y concisa-. En fin, ya está, me vuelvo a mis actually y awesome, pero ¡con acento profundo!
Adiós
Hace 4 años
El curso de oregonés es tronchante. Y tan real...
ResponderEliminarHombreRevenido: ¡¡Totalmente!! Está un poco sesgado hacia Chepolandia, pero por lo demás, la vida misma.
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