martes, 22 de junio de 2010

ALEPH

Bien podemos decir que nuestro cuerpo es un solo instrumento, o infinitos. Que alguien dijo que ya estaba todo escrito. Se equivocaba. Que hay una multitud de modos de ser único. Que a cierta edad, los impulsos que nos sorprendan, ilusionen o muerdan no se agotan. Son innumerables.

Basta activar nuestros sentidos microscópicos y macroscópicos



La memoria del tiempo

está llena de espadas y de naves

y de polvo de imperios

y de rumor de hexámetros

y de altos caballos de guerra

y de clamores y de Shakespeare.

Yo quiero recordar aquel beso

con el que me besabas en Islandia.


Gunnar thorgilsson, Jorge Luis Borges

2 comentarios:

  1. Que grande es siempre Borges....

    invoco de nuevo el aleph...

    vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.

    Jorge Luis Borges....

    De vez en cuando miro por un Aleph que hay en un callejon del albayzin y veo que te va bien... y que te ira bien... y sonrio pensando en ti...

    Un abrazote !

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  2. Manu: Si... ¡Que vivan los grandes!

    ¿Qué será que nos hizo vivir lo mismo aunque sea por escrito? Estuve dudando entre poner el poema o un fragmento del Aleph...

    Ese Aleph albayzinero ya lo había visto yo muchas veces... Pero conectaba con Paris...

    Infinitos besotes

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