Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años, puebla un espacio de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
J.L Borges
Pensaba yo ahora mismito, que la gran mayoría somos muy poco conscientes de que tenemos una baraja completa en las manos y nos limitamos a usar un par o tres de cartas, sin ni tan solo pensar en sacarle el jugo a todas las demás.
Por ejemplo... ¿Quien o qué nos impide ahora mismo coger el primer avión con destino al lugar que nos venga en gana y empezar una nueva vida allí? Somos seres muy afortunados, hemos nacido en un país en que somos prácticamente de los primeros en disfrutar del total control sobre nuestras vidas. Y podemos caernos, equivocarnos y volver a empezar cuantas veces queramos. ¡Tenemos el derecho y el deber de labrar nuestra vida como más nos plazca! ¡No tenemos que rendir cuentas a nadie!
Así que ya nos estamos poniendo todos a pensar en planes descabellados y geniales que siempre hayamos querido hacer y nunca hubiéramos pensado que eran posibles. El que no arrisca, no pisca. Desde aquí un abrazo a Cristiñiña por regalarme este viaje a África y por ser un claro ejemplo de jugadora a manos llenas.
Mirando su tumba, pensé que su biografía es de las que producen un sentimiento de envidia. Vivió en un tiempo único y encontró su sitio en ese tiempo. Y murió como debe morir toda leyenda: en un campo de batalla y con valor. Mientras la mayoría de los hombres cabalgamos sobre la vida a duras penas, zarandeados por la fortuna o la mala suerte, hay algunos, muy pocos, que saben diseñar su propia existencia.
En estas páginas hay espacio para la reflexión, las bitácoras, los viajes estelares y los terrenales, las experiencias compartidas y todos aquellos instantes que hacen cada sitio, cada momento de nuestra vida, un lugar inolvidable. Bienvenid@.
We do not grow absolutely, chronologically. We grow sometimes in one dimension, and not in another; unevenly. We grow partially. We are relative. We are mature in one realm, childish in another. The past, present, and future mingle and pull us backward, forward, or fix us in the present. We are made up of layers, cells, constellations.
Anaïs Nin
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